Esta suele ser la pregunta del millón. ¿Cuánto tengo que vender para cubrir gastos? ¿Y para ganar dinero? La mayoría de pymesarias y emprendedoras se han hecho alguna vez esta pregunta. Incluso en algunos casos me he encontrado con emprendedoras que pensaban que, cubriendo algo más de los gastos fijos ya se conseguían beneficios, pero esto no es así en las empresas que cuentan con gastos fijos y variables.
La respuesta a la primera de las dos preguntas consiste en hallar el punto de equilibrio, punto muerto o ‘break-even’ de nuestras ventas. Para llegar al punto de equilibrio tenemos que empezar por definir cuáles son los gastos que tenemos, así como distinguir entre gastos variables y gastos fijos. Los gastos que vamos a considerar variables son aquellos que se incrementan cuando se incrementa una unidad de venta. Los gastos fijos serán todos los demás.
Al incrementarse con cada unidad de venta, podemos considerar los gastos variables como un porcentaje de las ventas. Es decir, si por cada 1.000 euros de ventas tenemos un coste de 600 euros, podríamos decir que nuestros gastos variables son del 60%. Para el ejemplo que vamos a ver consideraremos ese porcentaje de gastos variables y, además, que tenemos unos gastos fijos de 48.000 euros.
Establecido los gastos fijos y variables de nuestra empresa, vamos a contestar a las dos primeras preguntas a través de una tabla de ejemplo.
Como podemos observar, con unos gastos variables del 60% y unos gastos fijos de 48.000 euros necesitaríamos vender bastante más de 48.000 euros para no tener pérdidas ni beneficios, esto es, para alcanzar el punto de equilibrio. Concretamente hemos de vender 120.000 euros. Estos 120.000 euros nos permitirán cubrir los 72.000 euros de gastos variables (60% de 120.000 euros) así como los 48.000 euros de gastos fijos.
Por cada 1.000 euros adicionales de ventas sobre los 120.000 obtendremos además unos beneficios de 400 euros (1.000-60% de 1.000). En función de lo que queramos ganar, así tendremos que vender.
El punto de equilibrio se puede calcular con una fórmula muy sencilla.
Resumiendo:
- El punto de equilibrio es el punto a partir del cual cada euro que vendemos solo tiene como costos los gastos variables, ya que los gastos fijos se han cubierto con lo que denominamos margen bruto de contribución de las ventas anteriores. El margen bruto de contribución es la diferencia entre las ventas y los gastos variables que originan las citadas ventas. Es el margen con el que se contribuye a pagar los gastos fijos.
- Calcular el punto de equilibrio es sencillo. La dificultad radica en conseguir establecer correctamente el porcentaje de gastos variables.
- Debemos recalcular el punto de equilibrio tantas veces como veamos que varían nuestros gastos variables o nuestros gastos fijos.
- Puede ocurrir que tu empresa no tenga gastos variables. En este supuesto el punto de equilibrio sí se alcanzaría si vendes lo mismo que el resultado de sumar todos los gastos, ya que todos son gastos fijos.
¿Te animas a calcular el punto de equilibrio de tu empresa?
