Anuncia Maján
Construir una sociedad del futuro en este siglo XXI implica pensar y atender las necesidades y peculiaridades de todas las personas, sean cuales sean sus circunstancias personales y sociales.
Esto, que parece un planteamiento difícil de abordar, se presenta como un reto apasionante que implica a toda la población, y que permite repensar muchos aspectos de nuestra vida diaria para mejorarla y dar cabida a diferentes modos de vida que existen o pueden existir.
Extremadura es consciente de lo que implica construir una sociedad inclusiva, y lo aborda desde políticas de inclusión a todos los niveles, y sobre todo como una responsabilidad que impregna todas las políticas del Gobierno regional. Para conocer más a fondo como atiende nuestra región a las personas con discapacidad hablamos con María Ángeles López Amado, arquitecta de Puebla de la Reina que está al frente de la Dirección General de Accesibilidad y Centros de la Junta de Extremadura.
Una mujer que accedió a ese puesto porque entiende que “desde el Gobierno se tiene la intención de transversalizar la accesibilidad, de expandir la relación entre accesibilidad y arquitectura”.
“La accesibilidad está presente en todos los ciclos e itinerarios de las personas. Hay muchas accesibilidades. Y se quiso aunar la relación establecida en la anterior legislatura con las asociaciones de la discapacidad y extenderla desde un punto de vista cuantitativo y cualitativo”, añade.
¿Qué es la accesibilidad integral?
Yo entiendo que la accesibilidad debe arrancar desde el derecho que tiene toda persona a la igualdad de oportunidades, a desarrollar su vida. Por eso es necesario expandir la accesibilidad a toda la vida de las personas, a que todos podamos usar y acceder y comprender nuestros entornos físicos y virtuales. Ahí es donde está la accesibilidad. También está en el trato y en el lenguaje inclusivo.
¿En qué consiste la estrategia de accesibilidad universal en que trabaja la Junta de Extremadura? ¿Cuáles son los plazos previstos para su desarrollo y en qué momento está?
La norma de accesibilidad está bastante desarrollada a nivel nacional y completada con la autonómica. En Extremadura hemos detectado que no teníamos elementos de acción, una estrategia de accesibilidad universal para la igualdad de oportunidades.
Al constituir la Dirección General hemos ido viendo que necesitamos un instrumento estratégico a largo plazo, diez años, para poder construir el nuevo concepto de accesibilidad que estamos construyendo, el concepto transversal, poner en la misma línea de acción a administraciones, asociaciones, empresas privadas, porque la accesibilidad es de todos.
También detectamos que casi todos los fondos europeos están orientados al cambio climático. Vemos una oportunidad en la elaboración de una estrategia a presentar en Europa vinculada a la accesibilidad y que puede abrir las puertas a que lleguen fondos para I+D+i a nuestra región.
Nuestra estrategia quiere contener distintas áreas, como la concienciación social, tan necesaria, la formación y capacitación, la transformación de los entornos físicos y virtuales, generar alianzas entre instituciones, asociaciones y ciudadanía e investigar en accesibilidad.
Esta estrategia se está construyendo con un proceso participativo. Hemos tenido varias mesas de trabajo, la primera de ella con las asociaciones, porque entendemos que son los agentes que más han influido en el cambio de la situación de las personas con discapacidad. Sus demandas las hemos trasladado a las instituciones. También hemos incorporado al proceso a los colegios profesionales y a las empresas privadas. Ahora estamos en proceso de elaboración para llevarla a cabo en un plazo de diez años.
Es un plazo relativamente largo porque las estrategias son a futuro. Concienciar es una tarea a largo plazo, y queremos hacerlo en todos los ámbitos, especialmente en todas las etapas educativas, con acciones que pongan la mirada en las personas y lo necesario de la accesibilidad para todas las personas.
La estrategia ha de tener una visión amplia y largo recorrido, porque desgraciadamente es muy fácil volver atrás en cualquier momento. Queremos que cale como lluvia fina.
Siendo realistas sabemos que la transformación del entorno físico no se hace en poco tiempo. Hay que sembrar la gestión de planes y es necesario invertir para transformar nuestro mundo, y más aún en Extremadura, donde todo apunta a que en 2050 más del 30% de la población será mayor, y de este porcentaje otro 30% será muy mayor, y también hemos de sumar a la población que ya tiene discapacidad.
¿Como se articulará la participación popular en dicha estrategia?
Hemos construido ya tres encuestas. Una de ellas centrada en los órganos gestores y en el funcionariado de la Junta; otra dirigida a las asociaciones, no solo de personas con discapacidad, sino por ejemplo a entidades que velan por los derechos de las personas migrantes, o por los derechos de las mujeres; y en el caso de la ciudadanía hemos lanzado una encuesta a más de 600 personas, un muestreo interesante. Pretendemos que sea una estrategia abierta, a construir a lo largo del tiempo.
¿Que supone pasar de hablar solo de accesibilidad física a la accesibilidad integral?
Supone un cambio de mentalidad. En el imaginario colectivo la accesibilidad se asocia a una discapacidad física muy visible. Dar el salto que supone incorporar a otras personas que tienen dificultades crea una mirada universal. Hemos construido un logo que habla de la ‘galaxia inclusiva’. Queremos dar un salto que incluya a todas las personas, cada una con su capacidad y su diversidad.
Ese es el salto más importante que da la accesibilidad, el de incluir a personas que no tienen discapacidad sino dificultades para acceder al entorno; es un cambio de mirada, supone poner a la persona en el centro. Es un salto que hemos de dar todos, especialmente los profesionales, cada uno en su ámbito. Hagamos el esfuerzo de ponernos en el lugar de las personas que tienen dificultades, y veamos las barreras de todo tipo que tienen que enfrentar. Hay que ponerse en su piel para entender las dificultades y ver hasta dónde y qué podemos aportar.
¿Qué se conoce como la cadena de la accesibilidad?
La cadena de la accesibilidad es como la cadena de la vida. Cualquier persona necesita un mínimo de atención y de procesos para poder desarrollar una vida plena: acceso a la educación, a la sanidad, a la vivienda… En cada uno de esos procesos ha de estar presente la accesibilidad. En el acceso, en el uso, en la comprensión y en el lenguaje inclusivo, para cuya implantación estamos elaborando un protocolo, de forma que el lenguaje y el trato inclusivo forme parte real de la cadena de la accesibilidad.
¿Cómo se aborda la accesibilidad integral en entornos tan diferentes como un pequeño pueblo de Extremadura o una ciudad?
En mi opinión se aborda siendo conscientes de las necesidades. Hago un llamamiento a alcaldes y alcaldesas, aunque muchos de ellos ya están concienciados. Ese es un primer paso, ser consciente de que tienes la labor, como gestor, de transformar tu entorno, poniendo siempre la mirada y planificando.
Los fondos económicos también son una barrera. Pero hay acciones con escaso coste económico y alto valor social, como integrar planes de concienciación en la sociedad y en la educación para sembrar la semilla de la accesibilidad universal, hacer a las personas conscientes para poder reivindicar la transformación.
Los pequeños municipios también pueden poner la mirada en esa transformación, contando con los fondos para transformar el entorno, pero siempre teniendo la mirada universal. Es lo más importante.
En mi caso personal también ha habido un importante cambio cualitativo y cuantitativo. Una arquitecta cree que solo aplicando la norma puedes beneficiar a las personas, pero hay muchos aspectos sutiles que no están en la norma.
Me alegra que me comente esa cuestión, porque yo la he conocido y sufrido. Muchas veces el arquitecto antepone la estética a la funcionalidad. Esperemos que de aquí en adelante esa cuestión cada vez sea menos habitual.
Es más, un buen profesional debe dar respuesta desde el diseño a las necesidades de accesibilidad. Hay que ir al origen de la arquitectura y poner a la persona y sus capacidades en el centro de tu creación. Un arquitecto debe conocer todas las necesidades de las personas a las que va destinada su obra. No necesariamente una obra dotada de elementos de accesibilidad ha de ser menos funcional ni antiestética.
¿Hasta qué punto es necesaria la implicación de los medios de comunicación, especialmente de los públicos, en la extensión de la accesibilidad?
Son claves, creo que su labor ha de ser difundir acciones positivas, dentro de su libertad, pero entendiendo que son aliados de las personas para difundir sus valores y difundir en positivo todas aquellas acciones que pueden contribuir a mejorar la accesibilidad universal.
Hay un punto muy importante, que es el trato a las personas y cómo dirigirnos a ellas. Los medios de comunicación, a veces, caen en el sensacionalismo, el paternalismo y la sensiblería. Y en ese camino se pierde el valor de la persona, el trabajo desde el positivismo contribuye más y crea igualdad.
¿Qué papel tiene la comunidad educativa en la extensión de la accesibilidad integral?
Es también un colectivo clave en la difusión de los valores de la accesibilidad universal y su contribución a la salud y al bienestar de las personas, que genera alianzas, que es multidisciplinar y multiuso.
La comunidad educativa tiene el papel de generar igualdad, de hacer mejores personas, desde la labor educativa, y generar humanidad, una nueva mirada hacia las personas. Nos encontramos con muchos profesionales del entorno educativo muy dispuestos a difundir la semilla de la accesibilidad.
Estamos desarrollando ahora un interesante proyecto piloto con el Centro de Profesores y Recursos de Mérida y la Dirección General de Innovación y Educación inclusiva, con varios profesores de distintos centros que se han prestado voluntarios, con jornadas de hora y media para hablar de los diferentes campos de la accesibilidad y los recursos educativos, de manera que luego ellos puedan trabajar en el aula esos recursos para sembrar.
Una de las jornadas trató sobre los productos de apoyo para personas con dificultades auditivas; otra sobre la importancia de la lengua de signos para la comunicación inclusiva de personas sordas signantes; en un taller se trabajó el manejo del bastón blanco, la silla de ruedas y las dificultades del entorno para su uso. Nos queda la comunicación y la accesibilidad cognitiva, y la última jornada será un debate con personas con discapacidad, poniendo la mirada en las personas, en la capacidad de superación.
Es un contacto fundamental. A veces no se hacen más cosas porque uno no se pone en la piel de otra persona, en las dificultades que tiene. Al final se trata de poner la mirada necesaria.
A nosotros nos gusta trabajar en dos dimensiones: en la estrategia y en los proyectos piloto. Estamos trabajando ahora con un plan de accesibilidad en Alcuescar, que tiene 2.500 habitantes, con varios centros de mayores y el Centro de Atención a Minusválidos Físicos de referencia nacional. Hemos desarrollado durante un mes talleres infantiles, para el sector de la construcción, para profesionales de los cuidados, o para estudiantes de FP en el módulo de Integración, y hemos logrado un impacto directo de más de 560 personas. Los niños que han intervenido en los talleres han hablado a sus familias, y estas han pedido más talleres al Ayuntamiento. Eso es lo que queremos, sembrar concienciación.
¿Por qué las políticas de accesibilidad integral deben ser transversales?
Cuando alguien se aproxima a la accesibilidad desde una mirada transversal trata de romper los encajes que impiden la conexión de las diferentes competencias. La transversalidad de algunas políticas como las de género o accesibilidad universal tienen que aspirar a romper moldes, para tener un itinerario real de derechos. Si no conectamos la accesibilidad, por ejemplo, al desarrollo rural, esta no será plena. Sucede lo mismo con la educación inclusiva y los productos educativos inclusivos; si esto no se hace una parte de la población no tendrá accesibilidad. En el ámbito de la salud es igual, hay que conectar productos y servicios para que la accesibilidad sea universal. He ahí el valor de la transversalidad.
Uno de los apartados que gestiona su Dirección General es el transporte adaptado. ¿Qué medidas ha puesto en marcha la Junta de Extremadura para que las líneas interurbanas de autobuses tengan un mínimo de accesibilidad?
Nosotros desarrollamos acciones como la obligatoriedad de adaptar las paradas de autobuses a personas con discapacidad, o las reservas de aparcamientos de autobuses en algunos lugares con las necesarias adaptaciones e itinerarios que conducen a las personas desde las paradas hasta distintos puntos de la localidad.
Pero hay que tener en cuenta que, con independencia de que nuestro reglamento incluya acciones que beneficien al transporte urbano e interurbano, es fundamental la mirada de los propios ayuntamientos y de los gestores del transporte urbano. Un ejemplo es la gestión de Tubasa, la empresa gestora de la concesión municipal del transporte urbano en Badajoz, que ha transformado de manera masiva las paradas de autobús facilitando el acceso a las personas con discapacidad.
Para poder ser libres necesitamos transportes igualitarios. El Gobierno autonómico ha puesto en el camino la normativa para hacer un trasporte accesible para todos, pero hay una cadena en la que han de sumar todas las instituciones, nacionales, autonómicas y locales.
¿Qué valoración hace de la implantación y del funcionamiento de herramientas como la Oficina de Accesibilidad Cognitiva y de la Oficina Técnica de Accesibilidad de Extremadura?
La valoración no puede ser más positiva. Además de su tarea de asesoramiento también hacen labor de concienciación, y al estar gestionadas por asociaciones de la discapacidad poseen el refuerzo que da la lucha por conseguir y consolidar los derechos de las personas con discapacidad. Su labor es clave, porque han ido sembrando su concienciación.
En el caso de la Oficina Técnica de Accesibilidad de Extremadura, la Otaex, ha trabajado mucho con ayuntamientos, ha asesorado mucho en materia de vivienda facilitándole la labor a las instituciones con los informes realizados. Desarrolla su labor desde 2008, cuando se creó fruto de una colaboración entre la Junta de Extremadura y Apamex.
En el caso de la Oficina de Accesibilidad Cognitiva de Extremadura, la Oacex, el momento de su creación tiene, por así decirlo, un plus. Plena inclusión Extremadura, mediante un proceso participativo, organiza una jornada con personas con y sin discapacidad, y eleva una propuesta a la Asamblea de Extremadura, que es aprobada por unanimidad de los grupos políticos. Se nos da traslado al Gobierno regional y se crea la Oficina. Esa democracia interna refuerza su labor y pone la mirada en una discapacidad que a veces no es reconocida, como la discapacidad intelectual, y hacia colectivos con dificultades de comprensión. De hecho, ha servido de referencia para que el Ministerio de Asuntos Sociales cree un centro nacional de referencia en accesibilidad cognitiva, que es muy importante.
Para nosotros son herramientas de expansión, y crean redes de ayuda en el territorio. Existe también la Oficina de Accesibilidad Sensorial, que gestiona Fedapas, con una labor muy interesante en el entorno audiovisual, para que sea plenamente accesible mediante subtitulado y signado. También tenemos el servicio de interpretación en lengua de signos, que acompaña físicamente y con las nuevas tecnologías a las personas que lo necesitan y le sirven de ayuda.
¿Qué es el Consejo para la Promoción de la Accesibilidad?
El Consejo está integrado por los agentes económicos y sociales, por la Federación extremeña de municipios y provincias (Fempex), por las asociaciones de personas con discapacidad, por el Cermi, por órganos gestores de la Junta de Extremadura, por otros órganos con labor de asesoramiento, y por las diputaciones provinciales.
Tiene la labor de ir validando las acciones de gobierno en materia de accesibilidad, de normativa, de estrategia; de ir proponiendo cómo se han de extender las actuaciones en estas materias. Un ejemplo de sus actuaciones son las líneas de ayuda a la adaptación del comercio de proximidad; recientemente hemos incorporado acciones de accesibilidad sensorial y cognitiva, porque la física ya estaba integrada.
En el seno del Consejo ya se han hecho propuestas, como extender esas líneas de subvención a otras convocatorias de empresas o de deportes, vinculadas a la adaptación de edificios. Por lo tanto, el Consejo valida, es cómplice, participa de las acciones de gobierno y hace propuestas.
¿Y el Observatorio Extremeño de la Accesibilidad?
El Observatorio es un ente recogido en la Ley de accesibilidad, aun no constituido. Pero quiero anunciar que, en esta legislatura, y con ayuda de los fondos europeos, crearemos una plataforma de accesibilidad universal que se acabará convirtiendo en ese observatorio de accesibilidad universal. Pero hay una barrera muy grande, que es la falta de datos del entorno de las personas. El Observatorio tiene que aspirar a conseguir esos datos para acometer líneas de trabajo y orientar las políticas.
¿Tiene algo más que añadir?
Mi agradecimiento por haberme podido acercar a personas que no lo tenéis fácil. A mí me ha ayudado a construirme como persona, a ser mejor persona. Por eso decía que la normativa ayuda a poner en el camino las soluciones. Es necesaria la Convención de los derechos de las personas con discapacidad, pero para mí el plus lo tienen las personas y ese acercamiento positivo. Porque si yo no hubiese llegado a esta Dirección General me habría quedado en aplicar la normativa, y esto hubiera sido limitante. Agradezco lo mucho que he aprendido.
Desde Grada también le agradecemos su acercamiento y su tarea.
