La escritora Esmeralda Carroza García ha presentado su último poemario ‘Poesías originales para familias geniales’, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, en el que vuelve a demostrar su compromiso con los temas sociales y el deseo de compartir historias que importan.

Orientado al público adolescente, esta obra sigue la línea de su colección de temática escolar ‘El periódico de Patricia’, que muestra de forma amena aspectos históricos de ciudades españolas. Una colección narrativa cuyo personaje principal es una chica que escribe en el periódico de su instituto; una joven inquieta por la cultura, la historia, los videojuegos y llena de aspiraciones tales como convertirse en presidenta del Gobierno.

Con respecto a su último poemario, Esmeralda Carroza, a quien en alguna ocasión se le ha comparado con Gloria Fuertes, ha conseguido meterse en el bolsillo a los peques de la casa y sus mayores con una propuesta divertida sobre la familia, sus valores y las relaciones positivas y de enriquecimiento emocional que se establecen entre sus miembros.

Hemos podido hablar con Esmeralda Carroza, para conocer mejor su trayectoria profesional.

Nos ha llamado la atención que le comparen con Gloria Fuertes. ¿De qué manera ha influido en su carrera y en su forma de escribir para el público infantil?
Valoro con mucho cariño que se equipare mi poesía infantil con la de Gloria Fuertes; supone un honor y un reto a partes iguales. Desde luego, el influjo de la comparación me ha permitido acercarme al corazón del público lector adulto, que al leer mis poemas conectan rápidamente con los que leyeron en su infancia y es ahí, en sus corazones, donde quedan hermanados mis poemas con los de Gloria. Me ha influido a la hora de escribir poesía infantil hasta el punto de que a veces releo su obra antes de sentarme a escribir para que mi mente arranque a funcionar en modo rítmico.

¿Qué desafíos encuentra al cambiar entre géneros y audiencias?
He podido identificar que se produce una brecha entre poesía y narrativa, de modo que hay una etapa en la infancia en que la poesía es un recurso muy valorado por el público lector infantil, la familia y el profesorado; sin embargo, el gusto por la misma, o el sentido pedagógico de juego y ritmo con el que fue introducida, transita en poco tiempo hacia dejarla a un lado dando paso a la narrativa. Este desafío me hace ser conocedora del rango de edad en el que posicionarme a la hora de escribir uno u otro género lo cual me parece estratégicamente ventajoso.

En relación con las audiencias, tanto el público lector juvenil como el infantil es exigente y como el libro no guste no tienen reparos en expresarlo abiertamente. En mi caso, en un intento por ganarme su confianza, intento aproximarme al tipo de lenguaje de cada grupo de edad, así como a los tipos de gustos y aficiones que manejan en la actualidad.

¿Tiene algún público y género predilecto que le permitan sentirse especialmente cómoda?
Me divierte escribir poesía y narrativa a partes iguales, aunque sudo más tinta escribiendo poesía por la observancia del encaje métrico. En la actualidad, no obstante, me siento especialmente cómoda escribiendo narrativa histórica para el público juvenil, asunto que desarrollo en la colección de ‘El periódico de Patricia’.

¿Cómo decide qué temas sociales incluye en esta colección para conectar con los lectores adolescentes?
Estoy muy pendiente de los temas candentes que puedan aparecer en las noticias, herramienta primordial en este caso, ya que la protagonista escribe en el periódico de su centro de estudios. También me gusta evidenciar temas que, aunque no estén de actualidad, son asuntos con los que, por edad del público lector, les corresponde descubrir o reflexionar, sin perder de vista que hay asuntos a abordar que se dan en la adolescencia de cualquier generación como la necesidad de encajar en un grupo de iguales o el descubrimiento de la atracción hacia alguien.

¿Qué procesos sigue para investigar y seleccionar los elementos históricos que incluye en estas historias?
Mi primera fase es de documentación; no comienzo a escribir sin haberme informado primero del contexto histórico, incluso a sabiendas de que puedo ir perfilando muchos otros aspectos como la personalidad, el tipo de voz narradora o el número de personajes, pero no lo hago. Prefiero sumergirme en el momento histórico y dejar que mi cerebro vaya construyendo ideas.

Para ello recurro especialmente a revistas monográficas sobre el momento histórico a retratar, no solo de corte academicista sino también, y lo digo con gran cariño y en señal de apoyo al sector, a las revistas de quiosco, que te brindan, a todo color y con gran detalle, volúmenes especiales sobre países, ciudades, civilizaciones antiguas, enfrentamientos bélicos o avances científicos.

Todas me sirven y de todas voy sacando algo que anoto para ir perfilando lo que quiero narrar. Posteriormente, procuro generar puntos de encuentro y desencuentro entre lo narrado del pasado y las vivencias actuales de los personajes y de los temas revisados en la prensa actual con la intención de que se genere un espacio de reflexión y posicionamiento en el público lector.

¿A qué cree que se debe el éxito de ‘Poesías originales para familias geniales’ tanto entre los niños como entre los adultos?
El secreto ha estado en que hay un huequito en las páginas del poemario para cada uno de los miembros de la familia y en que la mayoría de los poemas son de corte cómico o emotivo. Poema a poema se va desgranando un homenaje a la figura de la madre, del padre, del abuelo, de la abuela, incluso de la bisabuela y del bisabuelo, o de tíos y tías, que forman lío cuando vienen a casa; casas que se quedan pequeñas cuando se junta tanto familiar dentro, resultando necesario abordarse el asunto en el poema ‘El juego de la silla’, en el que nadie quiere quedarse sin su sitio. En el devenir cómico del libro tampoco hay que perderse el poema de ‘El loro Manolo’, porque las mascotas son un miembro más de la familia.

¿Cómo cree que poemas como ‘Nací para brillar’ y ‘Tarde familiar’ pueden ayudar a los más pequeños a desarrollar de manera positiva la autoestima y la autoconfianza?
En ambos poemas están presentes las figuras adultas de referencia principales para un menor; en ‘Nací para brillar’ la voz narradora del menor en primera persona reconoce “para brillar como yo, el secreto es el amor que mi familia me da”.

En el caso del poema ‘Tarde familiar’ se aborda una sesión de parchís donde el juego de mesa es la excusa para divertirse y mostrar sus habilidades estratégicas, así como la sana costumbre de los peques de querer ganar a sus mayores.

¿Ha recibido algún dibujo de algún niño, tras invitar a hacerlo con el poema ‘Cómo se dibuja a una abuela’, que le haya emocionado especialmente?
Ciertamente la emoción se produce con cada dibujo que me enseñan. Es muy mágico ser consciente en ese momento de que han dedicado su tiempo a leer o a que les lean el poema y a hacer el posterior dibujo, a sabiendas de la cantidad de juguetes y opciones ociosas que hay hoy en día.

En el caso del dibujo que hacen a sus abuelas siempre les pido que se lo regalen a ellas. El asunto daría para tratar diversos aspectos de la realidad social de cada menor. Hay quienes ven más a una abuela que a otra por circunstancias tales como enfermedad o residencia en otra provincia o país, y esto da juego para hacer dibujos utilizando la foto de la abuela o a través de la videollamada.

¿Qué significa para usted el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil?
Es una fecha que debería ponerse en mayor valor y que celebro y hago extensible en mi entorno todo lo que puedo. La lectura en la infancia potencia el lenguaje, la imaginación, la concentración, la memoria o la comunicación. Por no hablar de que un potencial lector adulto se forja en el amor por los libros en la infancia y la adolescencia.

¿Qué temas sociales considera primordial transmitir a través de la lectura a las futuras nuevas generaciones?
Principalmente el impacto de la inteligencia artificial en la vida de las personas, la necesidad de desconexión digital, el uso y consumo responsables de tecnologías, la educación en valores cívicos, las causas históricas y presentes de los movimientos migratorios, los procesos de gentrificación en las ciudades, la relación con el medio ambiente, las consecuencias de una sociedad individualista, así como la importancia de las relaciones interpersonales, interculturales e intergeneracionales que pongan en valor y reconozcan el trabajo de las generaciones anteriores.