La Semana Santa en Extremadura es una de las celebraciones más emblemáticas de la región, donde la fe y la tradición se entrelazan para ofrecer un espectáculo cultural y espiritual único.
Entre las procesiones más sobresalientes se encuentran las de Mérida, Badajoz y Cáceres, todas ellas declaradas Fiestas de Interés Turístico Internacional. Mérida combina historia y religión con un impresionante Vía Crucis en su anfiteatro romano, mientras que Badajoz destaca por su rica historia, arte excepcional y devoción palpable y una participación ciudadana muy arraigada. Cáceres, por su parte, ofrece un escenario único en su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad.
Por otro lado, Oliva de la Frontera convierte sus calles en escenario con La Pasión Viviente, donde los vecinos representan los últimos días de Jesús. Plasencia, Jerez de los Caballeros, Trujillo y Zafra también son protagonistas gracias a sus conjuntos históricos. Y en ‘Los empalaos’ de Valverde de la Vera los penitentes caminan ataviados con sogas y maderos que evocan la Pasión de Cristo.
Además de las procesiones, la Semana Santa extremeña incluye rituales únicos como La Carrerita en Villanueva de la Serena o el Chíviri en Trujillo. Estas celebraciones reflejan la riqueza cultural y la implicación comunitaria que caracteriza a esta festividad.