La cantante Guadiana, junto al músico Pedro Monty, en colaboración con el también músico Alfonso Calvo y el productor Raúl Velasco, han presentado el tema musical ‘Mejores preguntas’, que ha sido elaborado combinando la inteligencia artificial con la inteligencia natural (humana y emocional).

La idea surgió tras una publicación en redes sociales de Pedro Monty, que actualmente desempeña su trabajo docente en el colegio Juventud de Badajoz: “Cuando eres docente, al principio piensas que tu trabajo consiste en dar respuestas. Con el tiempo te das cuenta que lo más importante es hacer las mejores preguntas”.

A partir de esa reflexión, con las indicaciones oportunas, la inteligencia artificial ha elaborado el tema musical, para después realizar arreglos de producción y postproducción, y acabar incluyendo la voz e interpretación de Guadiana. Finalmente un niño de 9 años ha elaborado el videoclip, también con ayuda de la inteligencia artificial.

Con esta iniciativa, por un lado, se pretende poner en valor a los maestros y profesores, fundamentales en la educación de las tecnologías del futuro, como la inteligencia artificial; por otro, se quiere animar a los artistas a utilizar la inteligencia artificial como una herramienta más del proceso creativo, que puede ayudar a mejorar el resultado artístico.

En este sentido, la inteligencia artificial está transformando rápidamente el mundo en múltiples áreas, y la educación no es una excepción. A medida que evoluciona se está convirtiendo en una herramienta clave en las aulas, ofreciendo nuevas formas de enseñar y aprender.

Así, implementar la inteligencia artificial en el colegio para niños de entre 6 y 12 años ofrece varios beneficios que pueden mejorar tanto el rendimiento académico como el desarrollo personal de los estudiantes.

En primer lugar, permite la personalización del aprendizaje para cada estudiante. Los niños de 6 a 12 años están en una etapa crucial de desarrollo, en la que sus habilidades y estilos de aprendizaje pueden variar ampliamente. La inteligencia artificial puede analizar las fortalezas y debilidades de cada estudiante, adaptando el contenido educativo a sus necesidades específicas. Esto significa que, si un estudiante tiene dificultades con las Matemáticas, los algoritmos de inteligencia artificial pueden ofrecer ejercicios adicionales, mientras que los que avanzan rápidamente pueden ser desafiados con tareas más complejas. Esta personalización fomenta un aprendizaje más efectivo y evita que los alumnos se sientan desmotivados o abrumados.

Por otro lado, mejora de la participación y motivación, haciendo que el aprendizaje sea más interactivo y atractivo. Las plataformas impulsadas por inteligencia artificial pueden incorporar juegos, simulaciones y actividades interactivas que capturen la atención de los estudiantes. Esto es particularmente útil para niños entre 6 y 12 años, quienes a menudo buscan formas de aprendizaje más dinámicas y visuales. La gamificación del aprendizaje, facilitada por la inteligencia artificial, puede aumentar la motivación de los estudiantes al recompensar el progreso, establecer metas claras y proporcionar retroalimentación inmediata.

Además, al integrar la inteligencia artificial en el aula, los estudiantes no solo aprenden materias tradicionales como Matemáticas, Ciencias o Historia, sino que también adquieren habilidades tecnológicas que serán cruciales en sus vidas. A través de la interacción con plataformas basadas en inteligencia artificial se pueden aprender los fundamentos de cómo funciona esta tecnología, cómo resolver problemas complejos y cómo aplicar el pensamiento lógico y crítico a los desafíos del mundo real. Esto brinda a los estudiantes una ventaja significativa a medida que avanzan hacia niveles educativos superiores y, eventualmente, hacia el mercado laboral.

Otra ventaja es la retroalimentación instantánea y la evaluación constante, dado que los sistemas de inteligencia artificial pueden ofrecer evaluaciones inmediatas. Esto no solo ahorra tiempo a los maestros, también permite que los estudiantes identifiquen y corrijan sus errores en tiempo real. Además, la inteligencia artificial puede monitorear el progreso de los estudiantes de manera continua, lo que facilita una evaluación constante y precisa de su rendimiento.

También sirve de apoyo a los maestros, que pueden dedicar más tiempo a las interacciones personales con los estudiantes y a atender sus necesidades emocionales y sociales. Además, la inteligencia artificial puede automatizar tareas administrativas tediosas, como la corrección de exámenes o la creación de planes de estudio personalizados, lo que permite que los maestros se concentren en lo que realmente importa: enseñar y guiar a sus estudiantes. En resumen, la inteligencia artificial puede liberar a los docentes de algunas cargas, haciéndolos más efectivos y eficientes.

No hay que olvidar que, a través de herramientas basadas en inteligencia artificial, los estudiantes pueden participar en actividades que promuevan la creatividad y el pensamiento crítico. Por ejemplo, se les pueden proponer proyectos para resolver problemas del mundo real, desde diseñar ciudades inteligentes hasta crear algoritmos sencillos. Estas actividades no solo fomentan la imaginación, además enseñan a los niños a pensar de manera analítica, a experimentar y a aprender de sus errores. Se trata de unas habilidades esenciales en un mundo donde cada vez se valora más la capacidad para adaptarse y resolver problemas complejos.

Finalmente, la inteligencia artificial tiene el potencial de cerrar las brechas educativas al ofrecer acceso equitativo a materiales de aprendizaje de alta calidad. En áreas rurales o en escuelas con menos recursos la inteligencia artificial puede proporcionar contenido educativo eliminando barreras geográficas y económicas, de manera que todos los estudiantes, independientemente de su entorno, tengan las mismas oportunidades para aprender y prosperar.