El viernes 2 de junio la Casa de la Cultura ‘José María Vargas-Zúñiga’ de Ribera del Fresno acogía la presentación del libro ‘El otro lado de la Luna’, del hornachero JM Ridruejo, quien en una conversación de unos 90 minutos iría desvelando lo que para él ha supuesto en 12 meses escribir esta novela negra cargada de intriga y misterio. 

Acto que iniciaría la concejal de Cultura en funciones, Noelia Contreras: “Encantados de tener hoy en la Casa de la Cultura a Chema Ridruejo en la presentación de su primer libro, al que auguramos un muy buen futuro como escritor de ficción, y esperamos que sea la primera de muchas”.

También intervino el presidente del Colectivo Cultural ‘Ataecina’, José Sánchez del Viejo: “Acabo de terminar de leer la novela de Ridruejo; muy interesante además de muy bien escrita y de modo muy personal. Enhorabuena”.

Una actividad organizada por el Ayuntamiento de Ribera del Fresno en la que colaboró el Colectivo Ataecina de la citada localidad.

Una vez finalizada la presentación, ¿Qué ha supuesto para ti hacerlo en Ribera?
Regresé en el coche a Hornachos con una idea en la cabeza: “¿Una hora y media he estado hablado? Es imposible.” Y es que suele decirse que el tiempo vuela cuando se está a gusto. Para mí esa hora y media de reloj ha resultado un rato maravilloso, en el que he podido absorber toda la cultura que se respiraba entre las personas que me acompañaron en la Casa de la Cultura de Ribera del Fresno.

Me ha parecido muy interesante todo, como anunciar en la portada no solo la primera novela sino ya la previa de la segunda. ¿Cuando maquetaste pensaste que aquí no podía quedar y diste continuación con una segunda y otra tercera?
La tercera de momento solo es el germen de una idea que da vueltas en mi cabeza, como continuación a dos novelas previas, pero sí, aproximadamente a mitad de ‘El otro lado de la Luna’ ya supe cómo, dónde y con quién iba a continuar la historia de Martina Guirao. Por eso, en la contraportada se deja un guiño a una ciudad que hizo tanto por mí y que, muy pronto, jugará un papel muy importante también en la vida de Martina Guirao.

Has vinculado tu libro con tu hija y una fecha muy especial y lo que supuso para toda la familia el ‘¡Quédate en casa!’ más que repetido por el Gobierno.
El 3 de mayo de 2020, después de dos meses encerrado con Olivia, mi pequeña, al acabar su cumpleaños descubrí en ella un gesto de tristeza, porque no tenía a sus abuelos, a sus tíos, a sus amigos… y aquella cara me dio el empujón que necesitaba para comenzar a escribir una historia que daba vueltas en mi cabeza, con la única pretensión de que ella se sintiese orgullosa de mí cuando pudiese leerla. Ese es el motivo por el que tanto esta como el resto de novelas que están por venir comienzan el 3 de mayo.

Hablaba Sánchez del Viejo de lo novedoso y singular de que tú mismo hagas el prólogo. ¿Cómo fue eso?
Me apetecía que la novela tuviese un formato diferente a lo que estamos acostumbrados. Por ese motivo el libro se compone como si de una sesión de teatro se tratase, con su prólogo, descanso y epílogo. A colación puedo añadirte, sin que nadie se entere, que el final también es algo distinto a lo que estamos acostumbrados.

El titular “Un tercio de los españoles no lee nunca un libro” tal vez sea cierto, pero lo que no me cabe duda es lo que lee un escritor antes, durante y después de escribir y dar a luz a sus propias obras. ¿Qué lectura le das tú a esto?
Es una situación compleja; creo que el escritor siempre es un lector empedernido, pero cuando se encuentra en ese momento creativo en el que los dedos vuelan, al menos yo, si leo historias de mi mismo género, tengo la sensación de que estoy absorbiendo de lo que estoy leyendo. Por otro lado, para escribir una novela hay que leerla infinidad de veces, por lo que no deja mucho tiempo para otros libros, aunque siempre se saca hueco si la obra es buena.

Dicho esto, ¿se escribe más que se lee en este siglo XXI?
Parece que la pandemia impactó sacando escritores de debajo de las piedras, me tienes a mí como ejemplo. Fue un periodo muy duro que mucha gente aprovechó para formarse o sacar a la luz una creatividad que tenían oculta. Aún así, creo que en general se lee poco; al menos en mi ambiente, la lectura es un arte aún por descubrir.

Apuntas, que si este primer relato prácticamente está inspirado en el Madrid que tú tienes en tu cabeza, y la segunda novela en Sevilla y Mérida, tienes ya un bonito boceto de los pasajes en los que te inspirarás para tu tercera novela. ¿Es así?
Sí, es cierto. En la segunda novela se va a poder pasear especialmente por Sevilla, porque es una ciudad que me acogió hace unos años y en la que tengo grandes amigos. Y en la tercera es cierto que me gustaría acercarme a mi tierra aún más; de hecho, en mi mente están dibujadas las localizaciones pero, a día de hoy, prefiero no decir mucho porque tampoco quiero presionarme. Me gustaría disfrutar del camino y ahora, el camino está en ‘El otro lado de la Luna’.

¿Ha supuesto para José María Ridruejo Penco un antes y un después tras conocérsele la faceta de escritor?
Creo que no, creo que he cambiado poco, quitando que ahora invierto mucho más tiempo en divertirme con la escritura. De hecho, yo ni siquiera me llamaría escritor, pienso que eso hay que ganárselo y yo aún no lo hice.

Dices que solo te hizo falta un año para escribir la novela, no reescribirla o corregirla. ¿Es así?
Efectivamente, más o menos debí tardar como un año en escribirla, teniendo en cuenta que no fue algo constante, sino que vino a rachas. Después pasé una fase muy larga de correcciones y cambios. Ahora estoy mucho más preparado y formado, he aprendido métodos de escritura que me han permitido redactar la segunda novela en unos cuatro o cinco meses.

¿Qué metas te has propuesto con este proyecto de cara al futuro?
Disfrutar. Sin ningún tipo de dudas, disfrutar. Es un mundo nuevo para mí, estoy como un niño, no dejo de descubrir, de aprender y vivir nuevas experiencias. Como muestra la presentación en Ribera del Fresno, un auténtico placer la conversación sobre escritura, el proceso creativo y editorial de una novela.

¿Algo más que añadir?
Únicamente agradecer a todo el mundo la acogida que está teniendo el libro y dejar una amenaza por aquí: en nada prometo traer el Ártico a vuestras vidas, pingüinos incluidos.