Buscar

Los nombres de nuestros antepasados: Amoena. Grada 140. Arqueología

Los nombres de nuestros antepasados: Amoena. Grada 140. Arqueología
Foto: Museo Provincial de Salamanca
Léeme en 2 minutos

Julio Esteban Ortega

En las inscripciones romanas del occidente peninsular época imperial hay un nombre de mujer que se repite con asiduidad: Amoena. ‘Amoenus-a’ es un cognombre romano sobradamente conocido y muy extendido en ambientes romanizados. Pero en las regiones más occidentales de Iberia parece ser que también existió un homónimo indígena, a juzgar por la reiteración de este nombre en un contexto claramente local. Es curioso además que, en la versión indígena, solo se conoce el femenino y permanece ausente el masculino; pero no sabemos si esta ausencia se debe a que aún no se ha documentado ningún caso o si la causa es que, efectivamente, se trata de un nombre exclusivo de mujer.

Los testimonios epigráficos de Amoena son generosos en las regiones occidentales comprendidas entre el Duero y el Tajo, aunque no faltan casos en zonas limítrofes. En la provincia de Cáceres se conoce más de una decena de casos, que se distribuyen por los territorios controlados por los antiguos núcleos urbanos de ‘Norba Caesarina’ (Cáceres), ‘Turgalium’ (Trujillo), ‘Capera’ (Oliva de Plasencia) y ‘Caurium’ (Coria). Solamente el área controlada por el municipio romano de ‘Augustobriga’ (Bohonal de Ibor), carece de representación epigráfica de este antropónimo. Este nombre aparece también con la variante Amoenea, que se documenta en una inscripción procedente de la localidad cacereña de Coria.

La aparición de nombres romanos homónimos de otros existentes entre las poblaciones indígenas del occidente hispano no es rara, fruto de la pertenencia a un tronco común de las lenguas indoeuropeas de ambas penínsulas, la Ibérica y la Itálica. Y cuando quedan reflejados en las inscripciones, generalmente de carácter funerario o votivo, no siempre estamos en condiciones de saber si corresponde a un cognomen romano o a un antropónimo local, ya que no resulta rara la proliferación de epígrafes con onomástica mixta.

En esta inscripción grabada en una placa de granito procedente de Villamiel, y cuya fotografía ha sido cedida amablemente por el Museo Provincial de Salamanca, se homenajea a Camira, hija de Cilón, y a su madre Amoena, hija de Antubelo. La relación de nombres que aparecen en esta plaquita es claramente indígena; pero entre ellos hay uno que destaca, Cilón, el padre de Camira, que porta un antropónimo de procedencia griega. Los nombres griegos generalmente aparecen entre individuos de condición servil, es decir, de esclavos y libertos.

ENTRADAS RELACIONADAS

Dos nuevos centros especiales de empleo han comenzado su actividad en la localidad pacense de Villafranca de los Barros, impulsados...
El ‘Programa Futuro’, impulsado por Fundación CB, acaba de concluir sus actividades en el casco antiguo de Badajoz, arrojando una...
Cajalmendralejo continuará impulsando la actividad emprendedora en la provincia de Cáceres tras la renovación de su convenio de colaboración con...
El grupo de investigación ‘Reproducción y Espermatología Equina’ de la Universidad de Extremadura trabaja en identificar qué bacterias habitan de...
Nací en Badajoz el 18 de diciembre de 1974 a las 10.00 horas, aproximadamente, según me ha contado mi madre....

LO MÁS LEÍDO