El traductor y profesor de latín y griego Manuel Sánchez Fernández ha elaborado ‘U príncipi piqinínu’, una traducción al dialecto de Olivenza de ‘El Principito’, de Antoine de Saint-Exupéry, una idea que surgió en 2004.
Manuel Sánchez es un oliventino enamorado de las letras y de la cultura de su ciudad de origen. Sus padres se fueron a vivir a Barcelona, donde nació. A pesar de ello en su casa era muy común hablar el portugués alentejano oliventino, de ahí su pasión por la traducción. ‘U príncipi piquinínu’ es una traducción íntegra y directa del francés al portugués oliventino.
Con este motivo hemos tenido la oportunidad de hablar con él.
¿Cómo se describiría?
Soy un profesor de latín y griego clásico apasionado por las letras, por las lenguas, por la traducción y por la Raya. Porque soy español, concretamente catalán, y, de origen y de corazón, rayano (oliventino, extremeño y portugués alentejano). Mis padres emigraron del campo a la ciudad; de Olivenza, de la aldea de Villarreal, justo en la Raya, a Barcelona, y siempre tuve “um fraquinho” por Portugal y por el portugués.
¿Cómo nació esa pasión por la traducción?
Mi pasión por la traducción nació cuando estudiaba 3º de BUP, lo que hoy sería 1º de Bachillerato, en las clases de Latín y Griego, por lo que también debo una parte de mi vida a mis profesores José y Antònia. De eso hace ya 36 años.
En su casa, de pequeño, siempre se habló portugués oliventino. ¿Qué singularidades tiene este dialecto?
El portugués de Olivenza es como el portugués alentejano, pero con más españolismos. Los dialectos suelen tener arcaísmos y neologismos si los vemos desde el punto de vista del estándar. El portugués alentejano tiene los considerados arcaicos ‘almoço’, ‘jantar’, ‘merendar’ y ‘cear’; en cambio, el portugués estándar los modificó: ‘pequeno-almoço’ (del francés), ‘almoço’, ‘lanche’ (del inglés) y ‘jantar’.
Una característica muy notable del alentejano es pronunciar el diptongo estándar ‘ei’ como ‘e’ (con pocas excepciones: ‘rei’, ‘lei’, ‘seis’…). Por ejemplo, ‘dinhero’, ‘companhero’, ‘feto’, ‘olivera’, etc. En cuanto a españolismos (neologismos, claro), los días laborables de la semana son los portugueses, pero también los españoles aportuguesados: ‘lúni’, ‘márti’, ‘miércoli’, ‘uevi’, ‘viérni’… Y palabras que son de los siglos XX y XXI, como ‘telebissiõ’, ‘ordenadôri’, ‘teléfono’, ‘móbi’ (en estándar ‘televisão’, ‘computador’, ‘telefone’, ‘telemóvel’).
‘El Principito’ es una obra conocida en todo el mundo. ¿Cómo surgió la idea y en qué momento decidió hacer una traducción al portugués oliventino de esta obra?
La idea surgió porque pensé que debía haber algo escrito en portugués oliventino. Eso fue en 2004 o antes, pero empecé y desistí; sin embargo, más tarde la retomé, y la acabé en 2024.
¿Cómo fue el proceso de traducción?
Como digo, muy lento. Primero porque la dejé y después porque la hice a ratos y porque la rehice: primero usé una ortografía muy cercana a la estándar y después, en parte, porque me replanteé quién la leería y, en parte, por consejo de Servando Rodríguez, que me hizo el favor de revisarla. La grafía la empecé más etimológica y la acabé más fonológica para que, además de los lectores de portugués, también la puedan leer lectores de español.
Actualmente el portugués oliventino está desapareciendo poco a poco. ¿Es importante conservar la lengua haciendo traducciones o creando obras literarias?
Al portugués oliventino le quedan pocos años, porque los hablantes más jóvenes tienen más de 80 años y no lo han transmitido a los oliventinos más jóvenes. Por tanto, literariamente podrá haber alguna que otra obra (aunque yo creo que no), pero la escritura no es nada sin el habla. Por otro lado, podemos oír un portugués alentejano muy parecido al oliventino en los municipios cercanos, como Elvas y Campomayor; ahí podría ahora aprender alguien un portugués semejante al nuestro.
¿Cuándo estará disponible ‘U príncipi piqinínu’ y cómo podremos comprarlo?
Los responsables de la editorial Tintenfass, de Alemania, me dijeron que debe salir durante este invierno. De momento solo se podrá comprar pidiéndolo a la editorial o a mí, salvo que también hubiere alguna librería interesada. También he creado un grupo en Facebook para divulgación, pedidos y comentarios.
¿Qué otros proyectos tiene en mente para un futuro cercano?
En cuanto al portugués oliventino, ahora mismo no tengo ninguno. Solo consigo hablar en nuestro portugués con una señora mayor que vive en mi pueblo, Barberá del Vallés, donde, por cierto, antes se oía normalmente por la calle, porque aquí había muchos oliventinos, y le enseño algunas palabras y expresiones a mis dos hijas, que son hispanoportuguesas, pero ellas han aprendido el portugués lisboeta.