Hace poco me atreví a dar un mini concierto en un paso de cebra en Badajoz, dentro del proyecto PM Music Experience, junto al violinista Pedro Martínez, como homenaje a The Beatles, una banda con una gran influencia que contribuyó a realizar cambios en la música y en la cultura de innumerables maneras, por no decir que con ella empezó todo: cambió la música, la cultura popular de occidente y la del resto del mundo.

Se combinó el talento con estar en el lugar correcto, en el momento adecuado y con la gente correcta: éxito asegurado. Mientras que la sociedad marcaba ciertos parámetros para la música rock & roll, con cada movimiento que hacían ellos nunca decepcionaban. Siempre buscaban la forma de mejorar sus propias habilidades y explorar nuevos territorios acústicos; desde su posición como pioneros estaban haciendo música sin tener una dirección fija, creando nuevas cosas a través de la experimentación: creatividad en estado puro. En estas experimentaciones, The Beatles y su equipo de sonido terminaron inventando técnicas de grabación únicas y formas de alcanzar sonidos que eran copiados y siguen siendo utilizados aún por muchos artistas.

Para muestra, tres botones. El ‘flanger’, popularmente conocido como ‘efecto de duplicación’, que utilizaron en su álbum ‘Revolver’, incorporándolo de forma oficial al vocabulario musical.

El micrófono, y es que nadie antes de ellos tenía instrumentos cerca de micrófonos; de hecho, era algo en contra de las reglas, pero lo hicieron: acercaban los micrófonos a las guitarras, a las voces, cuerdas, y cualquier otro instrumento imaginable, incluida la batería, a la que llegaron a poner 12 micrófonos en sus grabaciones; Ringo Starr ponía toallitas de té alrededor de su batería para humedecer los anillos de los bordes, una de las claves para el sonido de batería de Abbey Road; también metía un jersey dentro del bombo, una práctica común de grabación en la actualidad.

Y los vídeos musicales, dado que fueron de los primeros en enviar videos promocionales a las televisiones; utilizaron el ‘slow motion’, grabaciones invertidas, iluminación y movimientos de cámaras exagerados, filtros de color… algo totalmente nuevo en aquella época y que pronto todos comenzaron a copiar.

Al igual que la mayoría de las innovaciones, todo comienza con una necesidad de probar cosas nuevas, arriesgarse a hacer algo distinto; en definitiva, ser valiente y atreverse a ser uno mismo y sacar la mejor versión. En un 2023 de cierta incertidumbre los creativos, generosos y valientes saldrán ganando; eso sí, si tienen a su lado un gran equipo, y si no es así, ‘Let it be’.