La música es algo que gusta a todo el mundo. A unas personas les gusta un tipo de música concreto, un cantante o grupo, mientras que a otras les gusta otro género musical, o varios tipos y géneros musicales.
Más allá de una cuestión de gustos o calidad musical, ¿Sabemos cómo la música, sea del tipo que sea, afecta a nuestra forma de actuar en relación con el mundo que nos rodea? ¿O cómo se transforma nuestro cuerpo cuando estamos escuchando música?
Sin duda, es curioso ver los cambios que la música puede producir sobre nuestra actitud ante la vida. Al fin y al cabo, el oído es un sentido más de nuestro organismo, y si al probar un limón, su acidez nos produce un efecto en nuestro cerebro y como reacción (por norma general) una mueca en nuestras caras, la música también produce cambios y reacciones en nuestro organismo.
Por ejemplo, el corazón modifica sus latidos para imitar a la música que escuchas, buscando un tempo o velocidad acorde con el tempo de la canción. No nos gusta la versión original de una canción porque sea mejor, sino porque es la primera versión que escuchamos, y es la que nuestra memoria y nuestro corazón recuerda.
Por otro lado, la formación musical puede mejorar de forma importante el razonamiento y las habilidades motoras, de ahí la importancia de la educación musical desde niños.
Cantar o tocar instrumentos musicales también puede ayudar en la depresión; no somos conscientes de ello hasta que no tenemos la experiencia de tocar un instrumento o cantar, casi mejor en grupo que solo.
El tipo de música que escuchamos afecta a la forma en que percibimos el mundo; existen diferencias según se escuche música clásica, jazz o música africana. Nuestra visión será más completa cuanto más música diferente escuchemos; eso sí, siempre buscando la calidad dentro de cada estilo.
Por ello, igual que buscamos lo mejor para nuestra salud, deberíamos prestar el mismo interés al buscar lo relacionado con la música, pues, en más o menos medida, de ella depende tener una vida saludable.
Es el momento de realizar una buena selección de música para vuestro móvil, listas de Spotify o cualquier otra vía más o menos moderna de escucha musical; y, sobre todo, asistir a conciertos en vivo y en directo, como mejor elección.
Pedro Monty

El festival también incluye un amplio programa de actividades paralelas durante el mes de noviembre, como el programa ‘Cine y escuela’ en el Centro Cultural Alcazaba, con proyecciones para escolares; el taller práctico ‘Diseñar para la cámara’, impartido por el director de arte Damián Galán Álvarez, los días 8 y 9 en la Sala Trajano; un concierto el 16 de la Banda de Música de Mérida en el Centro Cultural Alcazaba; o la exposición de los 20 carteles oficiales del festival del 17 al 30 de noviembre en el mismo espacio.