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Nada es lo que parece. Alberto Díaz

Nada es lo que parece
Foto: Alberto Díaz
Léeme en 4 minutos

Siempre estamos buscando nuevos trayectos turísticos con los que sorprender a nuestros clientes que eligen Tripextremadura para conocer nuestra región y vivir una experiencia única, en la que encuentras cosas, paisajes, monumentos donde realmente no esperas encontrarlas.

Como si fuese un gigantesco trampantojo, de eso va un poco lo que os traigo hoy en estos párrafos de mis queridas ‘carreteras secundarias’.

Para el trayecto utilizaremos una Minivan de siete pasajeros; comenzamos en Cáceres y nos encaminamos hacia el noreste por las aburridas pero eficaces autovías extremeñas dirección Navalmoral de la Mata. Después de unos 60 kilómetros y atravesar el túnel de Miravete (abstenerse las rimas) franqueamos el cruce en el cual nos desviamos dirección Romangordo, que sería nuestra primera parada, no sin antes circular por una carretera secundaria que transcurre un poco sinuosa entre laderas montañosas, donde dependiendo de las horas y de la suerte se puede avistar venados pastando entre las jaras. A nosotros nos sonrió el factor suerte y pudimos disfrutar de la belleza de estos animales.

Llegamos a Romangordo, un pueblo en lo que nada es lo que parece, ya que sus pinturas en fachadas, puertas y diversos lugares te trasladan a un universo paralelo muy difícil explicar en estas líneas.

Volvimos a la carretera para dirigirnos a uno de los pueblos con más glamour de la comarca de La Vera, después de recorrer carreteras secundarias entre campos de cultivo que se extendían a las márgenes del rio Tiétar, campos de cultivo de tabaco casi extintos y pimientos de las diferentes variedades con las que luego sacan el denominado ‘oro rojo’ o pimentón. Llegamos a la segunda parada del día, Garganta la Olla; la fortuna y el tiempo quisieron que llegásemos al mediodía, y qué mejor lugar para comer que la Taberna de las Gemelas, un pequeño restaurante donde te sientes como en casa estando fuera de ella.

Esta cuadra del siglo XV reconvertida en restaurante sigue manteniendo un encanto especial que hace las delicias de todos los que la frecuentamos para dar cuenta de su exquisitos, abundantes y típicos platos, los cuales van aderezados con el cariño y esmero del chef verato Juanma ‘Ratón’ y su fabuloso equipo. No hace falta decir que es un sitio recomendable 100% para Tripextremadura.

Como se suele decir, comimos como si no hubiese mañana, y después de los postres nos dispusimos a visitar este maravilloso y fantástico enclave donde cada rincón tiene una foto, una anécdota, una historia que descubrir y contar. Desafiando la leyes de la gravedad tenemos la casa de la Peña, cuyo balcón se sostiene anclado en un único punto, un poste, y como cimiento la peña que le da el nombre, símbolo de la arquitectura creativa.

Casa de la Peña. Foto: Alberto Díaz
Casa de la Peña. Foto: Alberto Díaz

Otras dos paradas obligatorias son la casa donde vivió Isabel de Carvajal, más conocida por estos contornos como La Serrana de la Vera, historia o leyenda pero eso lo trataremos en otro post mas extenso sobre esta Mujer con mayúscula, y es que eran otros tiempos y, aunque criminal, fue una mujer valiente.

No podía obviar en esta visita una de mis casas favoritas, no solo por el colorido azul añil, sino por la historia que aún perdura desde que se hizo hasta nuestros días; no es otra que la Casa de las Muñecas, donde aparte de poder comprar productos típicos de primerísima calidad lo verdaderamente interesante es escuchar a su dueño, Mario, contar la historia de su casa y los orígenes de esta; fue el primer lupanar o burdel autorizado en la España del Emperador Carlos I, quien lo mando construir para los oficiales de su ejército-corte que lo acompañaron a su retiro. También nos explico el significado de los ‘picos pardos’, toda una lección de historia real.

Venado en el campo. Foto: Alberto Díaz
Venado en el campo. Foto: Alberto Díaz

Después de todo este contenido me quedaba poco margen para lograr sorprender a mis acompañantes y poner la guinda a tan magnífica ruta. Volviendo hacia Cáceres nos adentramos por la Bazagona dirección al Parque Nacional de Monfragüe; entrando por la parte norte podemos disfrutar de dehesas de alcornoques y monte bajo, donde con un poco de suerte y buena vista podemos avistar venados entre la vegetación, aparte de los muchos miradores que están habilitados para la observación de buitres negros y leonados, alimoches, águilas, pequeñas aves y cigüeñas negras.

Los paisajes son únicos desde cualquier punto del Parque, y si se hace de noche, desde el salto del Gitano, tendrás un cielo Starlight donde apreciar un manto de estrellas que terminará por convencerte si aún no lo estás.

Panorámica de Monfragüe. Foto: Alberto Díaz
Panorámica de Monfragüe. Foto: Alberto Díaz

Después de esta apasionante visita que os traemos Tripextremadura y un servidor me permito dejaros la siguiente reflexión: “convertir un trayecto turístico en una experiencia única depende en parte de quien te lo cuente y la pasión con que lo haga”.

Carreteras secundarias

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