La Casa de la Cultura de Oliva de Mérida se ha convertido en un espacio de encuentro, aprendizaje y escucha gracias a la charla-coloquio impartida por la ribereña María Teresa Monzú García, especialista en readaptación deportiva.
Bajo el lema ‘Pasos de esperanza’, la sesión puso de relieve la importancia del ejercicio físico y del autocuidado como herramientas fundamentales de prevención y apoyo frente a patologías como la osteoporosis, enfermedades cardiorrespiratorias, diabetes, cáncer o dolencias ginecológicas y musculares.
La cita, organizada con la colaboración del colectivo Senderismo Pasos Esperanza, contó con la participación de decenas de mujeres que compartieron experiencias en un ambiente de confianza y compañerismo. Para Monzú, la jornada fue “mucho más que una charla: fue un espacio de encuentro, de aprendizaje y de escucha”.
Durante su intervención, la especialista subrayó un mensaje clave: “El cuerpo físico y la mente se fortalecen con ejercicio. El movimiento es vida, es salud y es prevención”. Además, abordó cuestiones habitualmente silenciadas como la incontinencia urinaria, recordando que “deja de ser un tabú cuando alguien dice ‘a mí también me pasa’ y descubrimos que no estamos solas; todo tiene solución, solo hay que ponerle remedio”.
Graduada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Teresa Monzú dirige desde enero de 2024 el Centro de Readaptación Deportiva Monzú en Ribera del Fresno, pionero en la atención a personas con patologías diversas y en la promoción de los beneficios del ejercicio físico durante los tratamientos médicos. Su trabajo se centra en ámbitos como el suelo pélvico, la readaptación de lesiones y el acompañamiento a pacientes oncológicos, además de contar con un equipo multidisciplinar que aborda nutrición, fisioterapia, gestión del dolor o talleres de salud.
La profesional ribereña compatibiliza su labor con la dinamización deportiva y la maternidad, en una apuesta personal por la conciliación. “La salud de la mujer es movimiento, es alimentación, es autoestima, es prevención y también es apoyo mutuo”, afirmó durante la sesión, destacando que lo más valioso fue “ver cómo entre todas se escucharon, compartieron y se acompañaron”.
La jornada en Oliva de Mérida sirvió, en definitiva, para poner en valor la importancia del autocuidado, la prevención y el ejercicio físico como ejes de salud integral y bienestar, con la vista puesta en seguir creando espacios de aprendizaje y apoyo mutuo en la comarca.