A pesar del desasosiego del cuerpo y del espíritu, la tarde de este mes de marzo que se acaba por momentos en su infinito desamparo, y en su desmedida misericordia, se despide con besos y noticias desarrugadas. Y nos llegará abril como una sorpresa, y como una promesa, con los sanitarios con su exhaustivo y titánico trabajo, y sus afanes por seguir salvando vidas.

Celebraremos el 15 de abril el Día mundial de las Artes, y a esta ciudad que une voluntades y abraza fronteras el arte le chorrea por los poros. El arte se derrama por calles, rincones, callejas y plazas, sin medida ni clemencia; desde San Roque y la Picuriña a Valdepasillas, pasando por el Casco histórico, Pardaleras, Santa Marina, el Gurugú y San Fernando.

El arte a contraluz, el haz y el envés de los caminos del arte. La mayoría de los artistas de esta ciudad son de gran talento y decencia, y de bondadoso carácter, aunque puede haber alguno que se vaya por los cerros del fuerte de San Cristóbal, o por el fuerte de Graça de Elvas, que está a un tiro de balín de esta plaza fuerte, que lo fue en su día, perdonada sea la manera de señalar.

Nunca encontré explicación a tanta cultura y tanto arte en Badajoz (pintura, música, escultura, fotografía, flamenco, literatura, periodismo…). Ahora sí. Con el discurrir de los años, que ya voy sumando algunos, fui conociendo y fui tratando de cerca a muchos artistas, y entonces descubrí a tantos por metro cuadrado, y me llevé las manos a la testa, y me persigné un par de veces, y recé un Padrenuestro, como pude, porque ya se me había olvidado.
-¿Que se le había olvidado persignarse?
-Qué va, hombre, el Padrenuestro, que con esto del Covid llevo ya sin ir a misa presencial casi un año, y todo se olvida.
-Menos las deudas.
-Eso es bien verdad, mire usted.

Así es este Badajoz claro y hospitalario, de gentes generosas y amables, y artistas.

Hablar de música, de piano sobre todo, es hablar de Pedro Monty, sobradamente conocido, siempre atento, solidario, acompañando a poetas, en presentaciones de libros, a su inseparable e insuperable Pilar Boyero, la reina de la copla extremeña. Pedro Monty, siempre elegante y con excelente ritmo al piano del amanecer, y doy fe que le quiere mucha gente.

Conocí a Pedro Monty (éramos jóvenes; él, un mozalbete que apuntaba modos y maneras) hace ya algunos años, a mediados de los 90, hace casi 30 años, uno de esos días que el reloj no termina de estirarse, y quisimos coser la tarde de verano, más bien de otoño, porque las tardes ya peinaban hojas. Fue en la tertulia de Lebrato, otro artista olivero, que se nos fue y no pudimos despedirlo, en la céntrica calle de Santa Lucia 10, Principal, en aquella tertulia a la que acudían gentes de la cultura de distintas edades, oficios, credos y religiones.

Martín Rodríguez Contreras, Eva Callejo, Tomás Rabanal, Bartolomé Collado, Fernando Garrorena y Juanita, Rafael García Ávila, Amparo Asín, Francisco Maján y su hija Anuncia, Julián Mojedano, Juan Manuel del Pozo, Francisca Quintana, Antonia Cerrato, Trinidad Ródenas, las hermanas Piedad, Lali y Ana González Castell, Antonio Lozano Bohórquez, Moisés Cayetano, las hermanas Hidalgo, Manuela, Antonia y Dolores, que mientras esto se escribe acaba de fallecer (DEP), los hermanos Rodríguez Arias, Francisco y Juan, Elena Vega, Santiago Corchete, y tantos otros. Tertulia histórica y de sonoro nombre, café a las cinco y copa a las siete.

Volvemos en siete minutos (como los anuncios) que luego son más (minutos y anuncios).

En Badajoz se hilvana el arte de manera emocional y arriesgada, a través de lo cotidiano, con un guiño siempre a la modernidad. Y seguimos hablando de músicos. Pedro Martínez Aguilar, el violinista poeta, que nos estuvo alegrando el confinamiento desde su balcón en la plaza del Pirulo (Santa Marta), al igual que el tenor Daniel López Chavero, en la calle Nicolás López de Velasco.

La luz se rizaba en las calles de Santa Marina, caracoleando la tarde por las esquinas azules, antes de llegar a la sala Arte Joven, que dirige con tino Miguel Ángel Gartzía, que monta exposiciones de artistas en distintas modalidades, colectivos y en solitario; de pintores, fotógrafos, escultores, como José Luis Hinchado, Francisco Vaz Leal, Pedro Castaño, Juan Gamino, Joao Parames, José Macías, Adela Carranza, Raquel Sanz, Teresa Crespo, Daniel Hugo Sprintz, Jorge Juan Espino, Rafael Morera, Tatán, Tato Escudero ¡y tantos otros!

Otras salas de Badajoz de cierta relevancia y con mucho prestigio son Artex, en el Casco Histórico, y Galería Ángeles Baños, en la céntrica Plaza de los Alféreces.

En escultura, Luis Martínez Giraldo, hijo predilecto de Barcarrota, fue director de la Escuela de Artes y Oficios hasta su jubilación, y es autor de numerosas esculturas repartidas por diversas ciudades. En Badajoz, las más populares son las de los poetas Delgado Valhondo, Lencero y Pacheco, junto al puente del Guadiana; la de Godoy, en la plaza de San Atón; y en Ribera del Fresno la de Meléndez Valdés. Y ahora mismo trabaja con entusiasmo en la del llorado y recordado alcalde Miguel Celdrán.

Estanislao García, pintor y escultor de Villanueva de la Serena pero afincado en Badajoz desde hace muchos años, tiene una dilatada trayectoria como muralista, pintor y escultor. En Badajoz están sus obras de Ibn Marwan, Pedro de Alvarado y Pizarro; a las víctimas del terrorismo en Villanueva de la Serena; monumento ecuestre a Alfonso VIII y a la libertad, en Plasencia; en Cáceres, el monumento a Alfonso IX; entre otras muchas, que sería cansino enumerar.

Juan Gamino, escultor autodidacta, emplea todo tipo de técnicas, desde la forja clásica hasta la soldadura o el cincel, y utiliza todo tipo de materiales: hierro, piedra, madera… Pero también materiales encontrados, como troncos u objetos de labranza. Ha participado en multitud de exposiciones, en Badajoz, Córdoba, Cáceres o Talaván.

José Manuel Gamero Gil, escultor, pintor y muralista (Oliva de la Frontera, 1975), en Badajoz tiene varias estatuas, como la de San Vicente de Paúl en la Plaza de Santo Domingo, los murales cerámicos de la calle Juan Carlos I, y la estatua del obispo Marín de Rodezno en la misma Plaza Alta. Su obra está repartida por medio mundo: Brasil, Portugal, Alemania, Estados Unidos, Francia… Uno de sus últimos encargos, del Gobierno de Panamá, es una estatua de Vasco Núñez de Balboa para conmemorar el descubrimiento del océano Pacífico.

En pintura sobresalen cientos de artistas de primera fila que merecerían capítulo aparte por su recorrido y sus grandes reconocimientos, como don Francisco Pedraja, Zacarías Calzado, Ramón de Arcos, Ángel Pérez Espacio, María Rosa Palacios y un largo etcétera, quizás con menos recorrido pero que merecen su espacio. Antonio Gamero, con exposición actual en Skakeo bar, o Antonio Vázquez. Badajoz está lleno de escuelas de pintura (es, mejor dicho, una escuela permanente de pintores) como la escuela de la asociación de vecinos de Santa Marina.

La fotografía en Badajoz se hace arte porque tiene una luz especial (nunca mejor dicho), con unos amaneceres y atardeceres espectaculares, imposibles de igualar. Es un híbrido entre la emoción, mucha poesía, los afectos y la melancolía. Nombrar a todos los profesionales y grandes aficionados sería tarea imposible, porque los hay por cientos, y daría para un libro, aunque hay que felicitar a todos en el Día de las Artes.

José María Ballester, autodidacta, socio y directivo de la Agrupación Fotográfica Extremeña desde hace más de 30 años; ha realizado multitud de exposiciones, sobre todo en España y Portugal, como ‘Sentir la luz’ (2015) y ‘El espíritu del agua’ (2016); en esta tuve la suerte de colaborar con algunos textos, así como en el libro ‘Toros en la dehesa extremeña’, con la que anda en una exposición itinerante a cargo de la Diputación de Badajoz, ahora parada por el Covid; reciente ganador de la Encina de plata con un atardecer en el cabo de San Vicente. ‘Castillos en la Raya’ son 42 fotografías en colaboración con otro gran fotógrafo, que es Miguel Ángel Rodríguez Plaza. Un gran trabajo que ya se expuso en 2019 en el museo etnográfico de Olivenza.

JAM Montoya, fotógrafo de culto, quizá sea el más internacional y reconocido de nuestros fotógrafos. Su obra es la rebeldía. De larga trayectoria, su obra ha sido expuesta y figura en los mejores museos del mundo, sin exagerar. A su obra han dedicado especialistas y doctores elogiosos trabajos y tesis. En 1990 obtiene la beca de artes plásticas de la Junta de Extremadura, y en 2012 la Encina de plata. Multitud de exposiciones en Praga, Valencia, Córdoba, Palma de Mallorca, etc.

Habría que nombrar a otros fotógrafos de gran calidad y una obra consolidada, como Guillermo Gabardino, Diego Algaba, Isidro Álvarez, Juanma Zarzo, los Vidarte, Enrique y Manuel, Javier González Lena, Federico de Tena, José Carlos Corbacho y otro ciento de ellos, a los que habrá que dedicarles su tiempo y su espacio.

Felicidades a todos los artistas del teatro, directores, actrices, actores, autores…

En literatura en Badajoz somos más de mesa camilla y brasero, muy atentos a eso que se escribe en los patios, en los corrales, en las parcelas. Se buscan caminos nuevos, y algunos dejan de andar por las lindes de los suspiros. Siempre a un tiro de balín de lo clásico y lo moderno. Habría que completar una larga lista de poetas, aunque algunos no trabajan ni los fines de semana ni las fiestas de guardar, porque lo hacen de lunes a viernes y a media jornada. Ellos dividen, restan y multiplican sus metáforas, y les salen las cuentas. Larga lista prometemos, otro día, que luego se olvida alguno y se molestan otros. Felicidades a todos ellos.

Felicidades también a los periodistas y ‘periodistos’, a los magníficos articulistas que tenemos, como los veteranos Tomás Martín Tamayo y Fernando Valbuena; así como Jaime Álvarez Buiza, Juanma Cardoso, Rosalía Perera o Antonio Cid de Rivera.

En la Plaza Alta siempre amanece para el flamenco. Cantes autóctonos que aquí nacieron, los tangos y los jaleos extremeños. La Kaita, Alejandro Vega, el Fefo, Esther Merino, Celia Romero, el Perrete, el Madalena, el Viejino y Nando, y el Chorrero y José Llavador (aunque sean de Salvaleon y La Albuera respectivamente) Y tantos otros que habrá que nombrar otro día.

Guitarristas como Francis Pinto, Joaquín Muñino, Curro de Badajoz, David Silva; cajas entre los que están el Musi y Lorenzo Lumeras; y reconocidos y reconocidas bailaores y bailaoras como el Peregrino, Jesús Ortega, Diego Andújar, Pilar Andújar, Rosa María Reguera, o Sandra González. Que nos sigan cantando los flamencos, que no nos falte su voz y su quejío.

Las luces de las farolas en la calle de San Isidro bostezaban, pestañeando con horas de sueño.
-Calla, calla muchacha, que parece que se escucha al chiflo del afilaor, que tan bien imita la niña Olivia, “fiuuuu fiuuu”.

Otro artista. Creyentes del arte, se ve a las claras.