Los Premios Grada también dan a Fundación Primera Fila la oportunidad de mostrar algunas de sus líneas de trabajo y otros proyectos que pretende desarrollar con el objetivo de facilitar la vida de las personas con discapacidad y el resto de los colectivos en riesgo de exclusión social.
En esta ocasión, el presidente de Fundación Primera Fila, José Antonio Lagar, ha reiterado su compromiso con la solidaridad y la innovación social en Extremadura, poniendo de relieve la importancia de la colaboración colectiva para transformar vidas; de hecho, el trabajo conjunto de la ciudadanía extremeña demuestra que, aunque la región no sea la más rica en recursos materiales, sí lo es en capital humano y generosidad.
Entre los proyectos destacados, la Fundación mantiene activo TheraCenter, un programa que facilita tratamientos médicos y de rehabilitación a familias con escasos recursos, cubriendo necesidades que no alcanza la Seguridad Social.
Además, impulsa Itinera Extremadura, un festival que lleva la cultura a entornos rurales de la región en el marco del proyecto ‘Cultura accesible, cultura sostenible’, a través del cual se promueve el acceso universal y la sostenibilidad cultural sin barreras de ningún tipo y en armonía con el medio ambiente.
Algunas historias personales ilustran el impacto de estas iniciativas. Una familia pudo costear el tratamiento médico urgente de su hija gracias a la solidaridad de la comunidad, y un anciano de una aldea de cien habitantes expresó su gratitud tras disfrutar, junto a su hija con discapacidad, de un concierto del ciclo Itinera. Son solo dos ejemplos que, sin duda, justifican el esfuerzo diario de la Fundación.
En el ámbito de la tecnología social, la Fundación presentó su proyecto más ambicioso: el sistema 3WA, una herramienta basada en inteligencia artificial que aprende del usuario y tiene como objetivo devolver la capacidad de comunicación a quienes han sido silenciados por la enfermedad o por una discapacidad, defendiendo su derecho a expresarse y ser escuchados.
José Antonio Lagar concluyó su intervención con un llamamiento a empresas e instituciones para que respalden estos proyectos, subrayando que no se trata solo de avances tecnológicos, sino de una cuestión de justicia, dignidad y derechos humanos. Con el apoyo de la sociedad, pueden ser muchas las personas que se beneficien de estas iniciativas transformadoras.