El pasado mes de junio era la fecha marcada por el Gobierno de España para la entrada en vigor de la tecnología de comunicaciones 5G. Esta nueva tecnología iba a suponer una mejor transmisión de la señal móvil y de acceso a internet de los nuevos terminales compatibles. Entre otras características, permitirá disponer de banda ancha móvil de muy alta velocidad, superior a 100 Mbit y con picos de 1 Gbit. Proporcionará una mayor estabilidad en las comunicaciones y con muy baja latencia (1 ms), frente a la actual 4G, cuya latencia oscila entre 20 y 30 ms, lo que permitiría utilizar aplicaciones de gran relevancia en tiempo real, como en cirugía o diagnósticos médicos, y también permitirá comunicaciones masivas entre dispositivos.
Pero la Covid-19 también se ha interpuesto en lo que ya era casi una realidad, y tendremos que esperar a tiempos mejores para que se implante el 5G.
Una de las características más llamativas que tendrá la implantación de esta tecnología es que utilizará bandas de frecuencia, concretamente la franja de 700 Mhz, que hasta la fecha eran usadas por equipos de sonido y micrófonos inalámbricos, y que probablemente ya no podrán seguir usando. De ahí que haya surgido una asociación que intenta que esto no suceda; se llama S.O.S. (Save Our Spectrum), e intenta que no se les arrebate la franja del espectro que utilizan estos dispositivos inalámbricos.