No hace falta que las investigaciones sociales nos digan que las cifras de miopía aumentan, es que lo vemos a nuestro alrededor. Cada vez hay más hijos de familiares y de conocidos con miopía. Y una de las causas es que los niños y niñas pasan mucho tiempo con los dispositivos electrónicos encerrados en sus habitaciones.
El caso es que el crecimiento de los niños y, con ello, el crecimiento de sus ojos, se adaptan a las distancias cortas, haciéndolos miopes, lo cual está motivado por el uso de dispositivos móviles cerca de sus ojos durante mucho tiempo; a ello se le suma que pasan mucho tiempo en sus habitaciones y, las pocas veces que alzan la cabeza, la distancia visual no va más allá de los pocos metros que tiene la habitación.
Hay que indicar que se considera ‘miopía magna’ a aquella que tiene más de seis dioptrías y que con el tiempo puede ser la causa de diferentes patologías como el glaucoma y la degeneración macular (maculopatía miópica), incluso de desprendimientos de retina. Cabe agregar que es la principal causa de afiliación a organizaciones de ciegos.
A todo esto, los casos de miopía se pueden reducir siguiendo unas sencillas recomendaciones de oftalmólogos, como la que los niños y niñas jueguen más al aire libre. Al no tener en sus manos dispositivos móviles ni existir paredes cerca, les obliga a mirar y a enfocar la visión lejos de ellos, provocando que sus ojos tengan un desarrollo adecuado.
El simple gesto de realizar una campaña de concienciación a los ciudadanos sobre la salud visual puede hacer que disminuyan, o como mínimo se atenúen, los casos de miopía. Y si los casos de miopía se ven reducidos la miopía magna también se verá reducida. Por supuesto, si los casos de miopía magna disminuyen el número de afiliación a la organización de ciegos por miopía magna serían mínimos.
Que la población reciba información sobre la salud visual y entienda sus beneficios es hacer que tome conciencia.