Aprovechando el descanso veraniego de Miriam quedo con ella en un conocido establecimiento hostelero montijano para saber qué es de su vida y, sobre todo, de su trayectoria como actriz profesional.

A Miriam Moleón Molina le viene el duende de la escena desde tierras granadinas, de las que su padre y su madre, así como toda su familia, son naturales. Por diversas circunstancias se instalan en Montijo y, desde muy pequeña, nuestra protagonista comenzó a apuntar buenas maneras en esto de la interpretación.  Me cuenta, con gran desparpajo y verbosidad, que cuando en la escuela se pedían voluntarios para las fiestas y los teatrillos populares, ella nunca dudaba en levantar la mano y postularse como voluntaria para lo que hiciera falta, lo que se dice una niña “mu echá pa´lante”.

Reconoce que en su familia más cercana no hay antecedentes de nadie que se haya dedicado al teatro ni a nada que se le parezca y, además, me comenta que la idea de sus padres había sido siempre que ella continuase con el negocio familiar; pero nada, la niña Miriam tenía muy claro su camino y por dónde debía andarlo.

Quizás, los inicios de su andadura por las tablas tenemos que buscarlos en los cursos de teatro que el conocido actor Teodoro Gracia impartía por los pueblos de la comarca. Miriam no tiene dudas que Teodoro forma parte ineludible de su curriculum formativo y que tiene gran parte de culpa de que ahora mismo ella pueda estar dedicándose profesionalmente al teatro. Junto a Teodoro, no duda en añadir a una profesora del instituto, Pepa Pinar, la persona que le supuso el segundo aldabonazo. Y el tercero, concluye, fue la oportunidad que le brindaron de poder asistir a un campamento de teatro en Alburquerque, organizado por la compañía de teatro ‘TAPTC Teatro?’.

Tras todo esto, y en consenso con su familia, a Miriam le llega el momento de salir de Montijo y emprender su formación universitaria, requisito sine qua non para posteriormente poder optar a una formación reglada y formal en arte dramático. Y bien, esta niña, que de tonta no tiene un pelo, decide irse a Salamanca a estudiar Magisterio en la especialidad de Educación Especial y, ni corta ni perezosa, lo primero que hizo en la bella ciudad castellana fue buscar un grupo de teatro en el que poder enrolarse. Como podéis ver, ella iba a lo suyo. ¡Y, lo encontró! Un grupo de teatro de la propia facultad que andaba realizando un casting para el montaje de la obra ‘El Principito’, de A. Saint-Exupéry, al que Miriam se presentó para el papel del borracho, con el que al final logró hacerse y que, casualitas casualitatis, yo tuve ocasión de presenciar.

Bueno, y salvado este escollo/requisito, nuestra Miriam se marcha a Madrid, a intentar cumplir con su sueño madrileño, entrar en la Resad (Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid). Allí comienza a preparar su ingreso en esta prestigiosa escuela, que le podría suponer el trampolín definitivo para su carrera en el mundo del arte dramático, pero no le fue del todo bien y no pudo entrar. No pasa nada. Miriam renace de sus cenizas, se yergue, encara y busca la alternativa más conveniente y, claro, la encuentra. Ahora sí, logra superar las pruebas de otra no menos prestigiosa escuela, ‘El Laboratorio de Teatro William Layton’, primera escuela privada de interpretación que se creó en España y a la que le avalan más de 60 años formando a actores y actrices profesionales de la escena nacional e internacional.

Pero, y ya vais conociendo a esta sesuda protagonista, Miriam no va a cejar en su empeño por entrar en la Resad y por ello, a final de curso, volverá a presentarse a las pruebas de selección de la Real Escuela, en la que nuevamente y a pesar de sus más que excelentes calificaciones se quedó a las puertas. Reconoce nuestra joven actriz que esta es una espinita que desde entonces tiene clavada en su corazón. Culmina su formación en William Leyton y tras ello, ¡asómbrense!, decide continuar completando formación en la Escuela de Música y Centro Superior de Música Creativa de Madrid, al mismo tiempo que se inscribe en cursos de esgrima teatral y escénica con el maestro Jesús Esperanza; lo que yo les digo, que a esta chica no se le resiste nada.

Su formación en Madrid ya ha terminado, llega ahora el momento de buscarse la vida: casting, procesos de selección, contactos, compañías… todo un mundo, por cierto nada fácil. Logra su primer gran papel en el espectáculo ‘La casa del miedo’ en San Martín de Montalbán (Toledo), espectáculo al que estuvo dedicándose más de dos años y que por sus particulares características (el espectáculo duraba más de 16 horas) le permitió adquirir muchas tablas en esto de la escena. Musicales infantiles, trabajos en el Teatro Arenal… tras todo lo cual le va a llegar uno de los hitos claves para su trayectoria profesional, el rodaje de la película ‘León’ (2014), de Victoriano Rubio, en la que tuvo la ocasión de trabajar junto a actores como José Texeira, Santi Senso, F. M Poika y Jon Bermúdez, entre otros. Otra experiencia más, en un registro diferente, y que marcó, tras nueve años en la capital, el final de su estancia en España.

A partir de este momento, y con su marcha al país vecino, comenzará en Francia una nueva y prometedora etapa laboral y profesional que paso a contaros a continuación.

Miriam necesita un parón, un punto de inflexión en el que reflexionar sobre su presente y su futuro. Comienza a plantearse qué quiere hacer con su vida y con su profesión. En la marcha a Francia tuvo un peso muy considerable su hermano Víctor, que desde hacía tiempo residía allí y con el que mantiene una fantástica y cercana relación. Precisamente por mediación de él, a través de sus contactos, logra superar las pruebas para ingresar en la Academy International des Arts du Spectacle de Versalles, en la que tras un exitoso casting logra su ingreso en el 2º curso, junto a su hermano. En esta academia va a permanecer tres años más y, de la mano de su director, el reputado actor Carlo Boso, tendrá la oportunidad de participar en varias obras y giras por toda Europa. Ahora, tras una década de residencia en el país galo, reconoce que ese centro le facilitó las herramientas definitivas que necesitaba para llegar a realizarse plenamente como actriz profesional.  Esta escuela le otorgó la oportunidad de poder actuar en el prestigioso Festival de Teatro de Aviñón, en el que ya cuenta con cinco participaciones, llegando a realizar hasta cinco representaciones diferentes en un mismo día.

Con todo esto nos vamos acercando ya al momento actual de nuestra protagonista, que va a estar estrechamente ligado al conocido y reputado Teatro Montansier de Versalles, uno de los más importantes y antiguos teatro a la italiana que existen en Francia. En este gran teatro comenzó desde abajo, como acomodadora del mismo, pero un día le proponen dar clases de teatro a niños; se lo pensó y finalmente se decidió a ello, con una grandísima limitación, y es que su francés no estaba a la altura de las exigencias del entorno, con lo que ello suponía, nada más y nada menos que en pleno Versalles. Pues bien, a día de hoy y tras siete cursos, lleva cinco grupos (comenzó con un solo grupo) montando obras de teatro como directora; incluso en el inicio de curso, y debido a la alta demanda, tiene que realizar audiciones para poder seleccionar qué alumnos ingresan en sus clases. ¡Lo que ha dado de sí esta acomodadora!

A todo esto suma su trabajo para Éducation Nationale, (el equivalente a nuestro Ministerio de Educación) con el que colabora en la impartición de diferentes cursos en los centros escolares, con los que forma a jóvenes que en un futuro quieran dedicarse a la interpretación y al teatro. Sigue en activo su contacto con varias compañías de teatro, con las que trabaja en los montajes para los que es requerida y con los que continúa desarrollándose como actriz profesional.

Uno de los proyectos más ambiciosos que en este momento tiene en mente es la creación, junto a su marido, de montar su propia compañía y, por supuesto, continuar cuidando y disfrutando de su bebé, con el que, a pesar de su trabajo, mantiene un permanente contacto y una maternal atención.

Miriam, tras mucho tiempo, luchas y vicisitudes, puede decir hoy, sin complejo alguno, que es actriz. Una vida profesional muy intensa que le hace valorar todo lo que ha conseguido, porque no le han regalado nada, todo ha sido gracias a su tesón y a su gran ilusión por alcanzar un sueño que se ha hecho realidad. Miriam tiene indeleblemente grabadas en su retina y en su corazón vivencias muy tiernas, en las que se ha podido encontrarse con niños, alumnos y compañeros en cuyos ojos ha podido leer todos aquellos proyectos y anhelos que ella misma tenía desde niña en su Montijo natal. ¡Qué momentos tan gratificantes!

Nada, Miriam, todo un placer. No tiene uno todos los días la oportunidad de charlar tan profunda y abiertamente con una actriz tan grande como la copa de un pino. Te deseo todo lo mejor en tus proyectos y, sobre todo, que sigas disfrutando de tu profesión como hasta ahora lo has venido haciendo. Un abrazo fuerte para tu bebé.