Las obras de accesibilidad en la plaza de Rincón de Ballesteros en Cáceres han finalizado tras el parón provocado por la crisis del coronavirus, una actuación que era muy demandada por los vecinos y que viene a dar solución al problema de accesibilidad de esta pedanía cacereña.
El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, ha recordado que las obras se iniciaron a principios del mes de febrero, “y aunque avanzaban a buen ritmo y su conclusión estaba prevista para antes de finales del mes de marzo, han sufrido este retraso por la crisis sanitaria”.
Estas obras han supuesto una inversión de 25.000 euros y estaban incluidas en las demandas de los presupuestos participativos de 2019, aunque se presupuestaron en su momento sin tener un proyecto redactado por el anterior equipo de Gobierno.
Se trata de una intervención moderna integrada con la arquitectura tradicional de la zona, y da una muy buena solución de accesibilidad a través de dos escaleras con escalones de alturas diferentes y a través también de una rampa que cumple con la normativa de accesibilidad y permite un acceso cómodo a las personas con movilidad reducida.
La alcaldesa pedánea, Paqui Belenes, ha destacado que era una obra pensada para los mayores y las personas con movilidad reducida: “hemos suprimido las barreras arquitectónicas y facilitado el acceso a vecinos y vecinas”. También ha agradecido al equipo de Gobierno su implicación en “un proyecto que ya es una realidad, y es una gran satisfacción tener un alcalde para todos y para todas”.
El festival también incluye un amplio programa de actividades paralelas durante el mes de noviembre, como el programa ‘Cine y escuela’ en el Centro Cultural Alcazaba, con proyecciones para escolares; el taller práctico ‘Diseñar para la cámara’, impartido por el director de arte Damián Galán Álvarez, los días 8 y 9 en la Sala Trajano; un concierto el 16 de la Banda de Música de Mérida en el Centro Cultural Alcazaba; o la exposición de los 20 carteles oficiales del festival del 17 al 30 de noviembre en el mismo espacio.