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Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
Las hermanas Mirabal (María Teresa, Minerva y Patria). Ilustración: Antonio del Barrio Estremera

Hoy, como no podía ser de otra manera, quiero dedicar mis letras y mi poema a homenajear a la mujer en una fecha tan especial como es el 25 de noviembre, en la que se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Cuando se trata de sustentar esta causa todos los momentos son pocos, y debemos aprovechar cada vez que haya una mención de apoyo a la mujer en la lucha de la sociedad contra la violencia de género; debería haber un calendario con 365 días de celebración por esta causa, pero como el año acoge otros acontecimientos ponemos más énfasis en los días señalados para ello; esto no quiere decir que solamente se luche por la causa en estas fechas, sino más bien al contrario, nos debe servir para no olvidar que cada día que amanece hay que poner nuestro apoyo para ganarle terreno a esta injusticia, pues mueren muchas mujeres a diario en el mundo por la violencia de unos ‘desalmados e indignos seres’ que no merecen ser llamados humanos.

Al igual que en mi poema, voy a darle una secuencia a este acontecimiento desde que nace el germen de su recuerdo hasta nuestros días. También haré un análisis de aquellos puntos en los que, a mi juicio, la sociedad camina con cierta hipocresía y pone el foco en la foto de la lucha, pero en muchos casos deja de ponerlo en la lucha en sí.

Un 25 de noviembre de 1960 las hermanas Mirabal (María Teresa, Patria y Minerva) fueron brutalmente asesinadas por oponerse al régimen del dictador Rafael Leónidas Trujillo, en la República Dominicana.

Todas eran activistas, pero la que tenía un papel más relevante políticamente era Minerva, fundadora del Movimiento Revolucionario ’14 de junio’ junto con su esposo, Manuel Tavárez.

María Teresa también se involucró en el movimiento; Patria, la hermana mayor, las apoyaba en sus reivindicaciones. Conocidas también como “las mariposas”, son consideradas en la República Dominicana heroínas de la patria.

Es el movimiento feminista latinoamericano el que inicia en 1981 la conmemoración del asesinato de las tres activistas dominicanas.

Ya en 1999 es la Asamblea General de las Naciones Unidas quien coge el testigo de la reivindicación en su resolución 54/134 de 17 de diciembre, entendiendo por violencia contra la mujer “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se produce en la vida pública como en la privada”, invitando a gobiernos, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales a convocar actos dirigidos a sensibilizar a la opinión pública sobre el problema de la violencia contra las mujeres.

También se celebra en esta fecha el Día de la Revolución de las Rosas, un movimiento internacional contra la violencia obstétrica, integrado obviamente en el contexto de la violencia contra las mujeres.

Dicho esto, paso a hacer mi análisis de cómo combatir la violencia contra la mujer, y en qué puntos entiendo que la sociedad (quienes la lideran), a veces mira para otro lado:

  1. Considero que de nada sirve poner soluciones el día de después cuando el arma homicida acabó con la vida o dejó vilmente maltratada a una mujer
  2. Hay que sembrar soluciones en la base, en la infancia, y esa alternativa no es otra que la educación. Se debe enseñar al niño que el trato a una mujer (o a cualquier ser humano o de la naturaleza) nace desde el respeto
  3. Debe inculcarse al individuo desde su infancia que, al igual que tiene derechos, por la misma razón tiene deberes, y esos deberes implican un comportamiento justo y racional, y de sentido común y de respeto, a sus semejantes (entre ellos las mujeres)
  4. No se puede educar solo otorgando ‘Derechos por decreto’; ello debe conllevar asociado el cumplimiento de unas obligaciones como individuo integrante de un colectivo que es la sociedad
  5. Y no hay mejor enseñanza que sustituir el ‘libertinaje moral’ por los ‘valores morales’ que implican el respeto a los demás (entre ellos a la mujer), y ayudan a diferenciar lo que está bien de lo que no lo está, simplemente aplicando el sentido común.

No esperemos que cuando la persona o el hombre madure vaya a tener una conducta impregnada de dignidad si antes, en la escuela, no se le inculcó el respeto y el cumplimiento de unas normas; debe quedar claro que no todo vale en la vida, que no se puede ir pisando con los derechos bajo el brazo sin haber cumplido las obligaciones morales y sociales al mismo tiempo.

En esta labor es importante que no restemos al educador su ‘autoridad’ para enderezar las conductas y poner en su sitio a quien lo merece; flaco favor haremos a la sociedad si ponderamos o jaleamos como triunfante a quien se saltó la autoridad y echamos a los infiernos a quien trató de imponerla; si sembramos vientos recogeremos tempestades. Siempre teniendo en cuenta que haya un ‘observatorio’ para controlar la manera de ejercer la autoridad del educador; también es fundamental que los padres apoyemos a los educadores en el ejercicio de su labor, porque si no, las metas se quedarán en el camino.

Otro punto a tener en cuenta es el control del mundo de la imagen y los medios, no para establecer censuras a la libertad de expresión sino para erradicar de la pantalla todos aquellos asuntos que impliquen abiertamente una exaltación de la violencia contra las mujeres; hoy en día existe un fenómeno que implícitamente hace mucho daño en ocasiones a la defensa de la mujer en cuanto a la violencia machista; este fenómeno se llama ‘lucha por la audiencia’; en esta batalla por ser el medio que más publicidad genera, muchas veces entran en juego programas donde se convierte a la mujer en un mero ‘objeto’ de generar audiencia y por tanto ingresos, sin analizar la calidad de las imágenes que, en muchos casos, son lesivas para la mujer y sus derechos, mostrando comportamientos masculinos puramente machistas aunque después las cadenas pongan el acento en ‘tolerancia cero’; pues empiecen por apartar de la programación todo aquello que atenta contra la mujer, que es mucho, y sustitúyanlo por contenidos que la ponderen y la valoren. En una palabra, la lucha por la audiencia, en muchas ocasiones, es justamente lo contrario a la lucha por la mujer.

También es cierto, y hay que decirlo, que no todo lo que sale en pantalla o en los medios perjudica a las mujeres, hay muchos momentos en los que ponen el acento en su apoyo.

Otro fenómeno que afecta negativamente a la defensa de la mujer es el mundo de las redes y los contenidos de internet; ahí sí existe un ‘bosque salvaje’ en donde el control institucional es mínimo y la agresión psicológica a la persona es grande, y mucho más aún en el ámbito femenino.

En este aspecto los gobiernos de todo el mundo deberán coordinar medidas de control eficaces para que los contenidos obscenos y lesivos, cuando menos sean restringidos, porque no solo atentan contra las mujeres sino contra la formación integral de la persona, sobre todo en su infancia y adolescencia.

Por último, decir que los líderes sociales y las instituciones deben implementar y legislar leyes que permitan a las mujeres sentirse protegidas ante las agresiones machistas, y que aquellos que las ocasionen tengan su merecido y proporcionado castigo.

Además, otro punto no menos importante en la lucha contra la violencia machista es el sectarismo; no se protege a una mujer si los movimientos defensores de ella solo ponen el ojo en la ideología, relegando al abismo a quienes por no compartir las ideas se encuentran sin el apoyo moral e institucional que cualquier ser humano merece, sea hombre o mujer. Ser demócrata es impartir justicia para todos por igual; el no hacerlo resta esa vitola a quien ejerce sin equidad la ley.

También quiero hacer un alegato en favor del hombre, porque en esta lucha la mujer puede y debe contar con el apoyo de millones de hombres que entienden su problema y ponen hasta su vida por erradicar esta lacra que ejerce un grupo amplio de violentos sin escrúpulos contra ellas.

No podemos etiquetar la sociedad en hombres y mujeres y vincular directamente al hombre con esta lacra a riesgo de poner ese ‘precinto’ a todo el colectivo masculino; más bien deberíamos distinguir entre mujeres, hombres y ‘viles malhechores’.

Como síntesis diré que cuando se comete un crimen contra cualquier persona, en este caso contra la mujer, hay un responsable directo: quien lo ejecuta; pero también hay un responsable indirecto: la sociedad, responsable indirecta de la formación del individuo, que está llamada a hacer autocrítica a través de sus líderes e instituciones para allanar el camino y hacer cada día una sociedad más justa y en todos sus órdenes.

Por último, envío mi solidaridad para con todas las mujeres en esta lucha y muy especialmente con todas aquellas que sufren a diario este dolor.

Agradecer nuevamente a Grada el darme esta ventana, que intento poner en favor de la sociedad y su regeneración.

Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

En noviembre, un veinticinco
de mil novecientos sesenta
fue una fecha sangrienta
¡Para el mundo femenino,
por la maldad de un tirano!
Pero ello abrió el camino
para unir todas las manos.

Aquel doloroso día
las hermanas Mirabal
fueron asesinadas,
¡Se les arrancó la vida
de una forma brutal!
su pecado y su conquista
ambas cosas por igual,
¡Ser mujeres y activistas!

Y enfrentarse al dictador
en su tierra, en su pasillo
¡Aun muriendo con dolor!
Para abrir una ventana
que librase de ‘Trujillo’
a la República Dominicana,
y lo hicieron con honor.

Reclamando los derechos
que les negó tal caudillo,
¡Teresa, Patria y Minerva
arrojadas a un mal trecho
después de morir a palos
por los jefes del martillo!
Hoy aquello se celebra
en recuerdo de sus ‘halos’
¡Que a los humanos dan brillo!

¡Es el movimiento feminista
de Latinoamérica!
Quien convoca con justicia
la primera reivindicación numérica
en mil novecientos ochenta y uno
recordando a las hermanas Mirabal
haciendo suya, de las mujeres
¡Esta lucha por igual!
Para que el mundo haga sus deberes
desde el alma de cada uno
diciendo ¡No, la violencia no procede!

Ya en mil novecientos noventa y nueve
es la ‘Organización de Naciones Unidas’
en asamblea que promueve
¡Quien acuerda una resolución!
Para luchar desde el corazón
por las mujeres del mundo
¡Cuando la violencia
se ejerce contra ellas!
Haciendo de la ‘sinrazón’
un ataque a su existencia
hasta desaparecer ‘sus huellas’.

En esta lucha…
¡Estamos todos unidos,
los hombres de ley también!
y somos millones, no cien
¡Quienes dan a las mujeres
el corazón y la piel!
¡No hemos de ser marginados
de esta batalla cruel!
Porque muchos desalmados
pongan sus ‘sucias manos’
de vileza ensangrentadas
en la hembra, por mujer.

¡Pero no valen soluciones
en el día de después!
cuando un alma degollada
por las manos de un canalla
vio su sangre derramada
a tenor de ‘las pantallas’
sin que sirva para nada
¡Y el dolor vuelva otra vez!

¡Hay que sembrar en la infancia
lo que vale una mujer!
Y al salir de la Primaria
ya un niño debe saber
que acercarse a cualquier ser
¡Hay que hacerlo con respeto!
La condición necesaria
para convivir por completo
como persona de bien.

No vale todo en la vida
y menos para crecer
triste y pobre será el bagaje
si inculcamos por decreto:
¡Que los deberes
no van en el equipaje!
Porque solo los derechos
son patrimonio al nacer
y que se tienen ‘aquellos
aun pisando lo que ves.

Si desde la base, en la escuela
no se actúa con cautela
y se educa para el bien
¡No esperemos que después
cuando el hombre ya es maduro
se suba al mejor tren!
Si en su alma, ya de niño
fue el libertinaje su aliño
lo sembrado en su futuro
que amargará como hiel.

Demos autoridad al educador
para enderezar lo podrido
y convertir lo perdido
en moneda de valor,
censúrese el televisor
cuando el machismo más puro
en ‘pantalla’ de la noche
es el menú primero
y en el día se nos pide
que haya tolerancia cero.

Pensemos que…
cuando muere una mujer
a manos de un desalmado
su sangre mancha las manos
además de las de él,
las de aquellos obligados
para hacerle hombre de bien.

Es por ello que los padres
hemos de poner corazón
ayudando en la educación
a quien lleva ese ‘estandarte’
también las ‘instituciones’
para resolver esta ecuación
tienen que estar las primeras
aportando soluciones.

Además…
¡Si se ultraja a una mujer!
Ni su pensamiento
ni su bandera
ni donde militaba ayer
ni si tenía un credo distinto
o diferente color de piel
son razones ni precintos
para dejarla en el abismo
¡Porque si eso ocurre
se llamará sectarismo!

¡Quien defiende a la mujer
ha de demostrar con hechos!
Que en su corazón y en su pecho
nunca cabe el ‘fanatismo’.
sino justicia y deber.

No hemos de olvidar jamás
que la ‘norma’ en democracia
es ejercer la justicia
para todos por igual
militen en el infierno
o en el cielo principal.

¡Que haya educación
en respeto y en valores!
y que la tolerancia
sea respetar los ‘colores’
desde la infancia
sin que existan inferiores
ya sean hombres o mujeres
o de otra militancia.

Vayan hoy por la mujer
mis poemas y mis letras
que la ‘sociedad’ sea cabal
y sus regidores la ‘hiedra’
que la ‘envuelve’ de justicia
y de sentimiento leal
¡Porque estén en su recuerdo
las hermanas Mirabal!

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