Buscar

‘Yiyo’, y otros, en el recuerdo

‘Yiyo’, y otros, en el recuerdo
Ilustración: Enrique Martín

La década de los 80 del pasado siglo fue especialmente luctuosa para el toreo. A la muerte de Francisco Rivera ‘Paquirri’ suceden las de José Cubero ‘Yiyo’ y el colombiano José Eslava ‘Pepe Cáceres’. También en el recuerdo las de tres novilleros, un rejoneador, tres banderilleros, además de dos forcados y tres mayorales.

Hay que retroceder ocho lustros para encontrar otra temporada en la que tantos espadas de alternativa fallezcan trágicamente en el ejercicio de su profesión. Mueren entonces Alberto Balderas, en México, Pascual Márquez y ‘Manolete’ en España, y ‘Carnicerito de México’ en Portugal. Es verdad que en los años precedentes a los 80 pierden la vida José Mata, José Falcón y Antonio ‘Bienvenida’, pero a don Antonio le siega la vida una traicionera vaca en un tentadero. El que antes había visto tan cerca, y demasiadas veces, la muerte, no puede dar al destino su arriesgado pase cambiado.

Llegué a tiempo de fijar en mi memoria de niño la conmoción de España cuando el monstruo cordobés nos dejó para siempre para instalarse en la gloria táurica. Recuerdo la plaza de Zocodover, en Toledo, y la esquina del Café Español. En ella se colocaba un pizarrón negro con anuncios escritos con tiza blanca. De la mano de mi padre paseaba cuando divisamos una multitud alrededor del cartelón. Primero vi salir del grupo a un tío mío, Ángel Rubio Galán ‘Niño de Toledo’, novillero en su juventud. Más tarde escuché cómo le transmitía a mi padre la horrible noticia. Y poco después, recuerdo mi lectura de la misma. Viví también, primero acercándome a su domicilio de General Mola, la muerte de Antonio ‘Bienvenida’, y después la multitudinaria despedida fúnebre del maestro en aquella impresionante y emocionante póstuma vuelta al ruedo de Las Ventas. Creí que, después de tantos años de lo de ‘Manolete’, el público y la afición, inmersos en la moderna sociedad de consumo, jamás se mostrarían así de sinceros. Me equivoqué. Pero también, a ‘Paquirri’ primero y a ‘Yiyo’ después, les lloraron como a don Antonio y a ‘Manolete’, como tantos años antes lo hiciera España entera representada en la capital cordobesa. Y es que todavía, muchos años más tarde, las profundas raíces de la fiesta nacional seguían arraigadas en el pueblo y en sus propias tradiciones que esta cultura taurina hispana mantiene casi intactas.

Una figura consagrada, cercana al merecido retiro profesional, popular como pocos, una joven y firme promesa, este alevín de figura, y un veterano, más alejado geográficamente, en la década citada, perdieron la vida en ese tradicional reto que distingue a unos pocos y escogidos pueblos del planeta. En ese juego arcaico del hombre y el toro, en el que a veces vence el bruto, tres astados coronadas sus sienes de muerte engrosaron la extensa nómina de los que vendieron al más alto precio su vida. En el trueque, sin saberlo, ganaron momentáneamente y, sin proponérselo, revitalizaron una fiesta ya de por sí exuberante de fuerza. Cuesta decirlo, pero las muertes de los toreros acallaron en todas las épocas las voces de quienes solo veían fraude en ella. Los nombres de los toros ‘Avispado’, ‘Burlero’ y ‘Monín’, como antes otros quedaron para siempre unidos en trágica simbiosis al de los héroes taurinos. Actualmente, un colectivo equivocado y manipulado que, sectariamente, desde el más absoluto desconocimiento de lo que representa en el sur de su particular Europa y las naciones hispanas las culturas de las corridas de toros, pretendiendo una defensa de la especie, no necesaria por existente, utilizan estos bureles, para ellos los más conocidos, como grito de una lucha, jamás empezada, pero para ellos, al parecer, continua.

Este agosto pasado se han cumplido 40 años de la muerte de José Cubero ‘Yiyo’. En Colmenar Viejo y en Madrid, seguramente en algunos lugares más, se le ha recordado. Ahora me uno a esa evocación con estas líneas en las que, sin nombrarlos, figuran todos los profesionales de la tauromaquia que dejaron esa huella trágica en la historia de nuestra Fiesta Nacional.

ENTRADAS RELACIONADAS

En nuestro camino genealógico seguimos con el documento sobre Pedro de Alor Mexia, que le teníamos que añadir también los...
El IX Informe sobre Exclusión Social y Desarrollo Social en España, hecho público en noviembre por la Fundación para el...
Lo prometido, amigos; como ya habréis averiguado después de dos títulos iguales, estamos hablando de uno de los artilugios que...
(In memoriam de Eloy García Garzón y Pedro García Herrero) Siendo yo muy jovencito, iniciando el Bachillerato Superior (Quinto de...
Colaboración de Jairo Jiménez con una nueva viñeta de temática social para la revista Grada 206, de diciembre de 2025....
2025 marca un punto clave para miles de pymesarias: se ha puesto fin definitivamente a todas las moratorias concursales y...

LO MÁS LEÍDO