Varios técnicos de Apamex han visitado la estación de tren de Badajoz ante la próxima conclusión de su remodelación, y han detectado muchos incumplimientos normativos en las actuaciones, a pesar de haber facilitado a Adif en 2018 un documento analizando esta obra y las similares en las estaciones de Cáceres, Plasencia y Mérida.

Existe un desnivel en la conexión entre la zona de transferencia de las plazas de aparcamiento reservadas a personas con movilidad reducida y el itinerario peatonal.

La señalización de una de las plazas de aparcamiento reservada a personas con movilidad reducida está ubicada de forma que obstaculiza el paso de la transferencia al itinerario peatonal.

Se emplea pavimento táctil indicador direccional en sentido trasversal a la marcha, en zonas no recogidas por norma (junto a las plazas de aparcamiento reservadas a personas con movilidad reducida y junto a la zona de parada con limitación de tiempo), pudiendo generar desorientación a personas con discapacidad visual usuarias de bastón blanco.

Aunque la parada de taxi cuenta con los dos tipos de pavimentos necesarios para señalizarlas (solado de botones de color amarillo vivo y franja tacto visual de acanaladura) su ubicación no se corresponde con la definida en el Decreto 135/2018 sobre las normas de accesibilidad universal en la edificación, espacios públicos urbanizados, espacios públicos naturales y el transporte en la Comunidad Autónoma de Extremadura; esta norma indica que las paradas de taxi se señalizarán en el pavimento mediante una franja de acanaladura, direccional a la marcha de 1,20 metros de ancho, desde la fachada o elemento horizontal que materialice físicamente el límite edificado a nivel del suelo, hasta el taxi colocado en la primera posición, y una franja de solado de botones de 40 centímetros de ancho en toda la longitud de la plaza que ocupa el taxi colocado en primera posición.

No existe ningún banco accesible en el área de descanso de la zona exterior de la estación.

La puerta del servicio accesible no cuenta con un sistema de apertura y cierre accesible, quedando la puerta totalmente embutida en el tabique y dificultando su manejo por personas con manos poco ágiles. Además, la puerta debe respetar un ancho de paso de 80 centímetros, por lo que en caso de instalar una manilla en la puerta existente hay que comprobar que respeta dicha dimensión.

El servicio accesible cuenta con una barra de apoyo fija a un lado del inodoro, que impide la transferencia de una persona en silla de ruedas por dicho lateral. Además, el inodoro debe contar con un espacio de transferencia de 80 x 120 centímetros a cada lado, conectados mediante un itinerario accesible con la entrada del aseo, con anchuras libres de paso de al menos 1,20 metros y posibles estrechamientos puntuales no menores a un metro.

Existe una rampa con pasamanos en uno de sus laterales, debiendo estar dotada de doble pasamanos a ambos lados. Por otro lado, el plano inclinado cuenta con señalización en los extremos, aunque la normativa de accesibilidad referente a la edificación no indica que deban señalizarse en el pavimento la existencia de rampas ni ascensores.

Ante estas deficiencias los responsables de Apamex han intentado reunirse con un responsable de la empresa que ejecuta las actuaciones, estando a la espera de concretarla para insistir en la necesidad de realizar las modificaciones que sean necesarias para garantizar la accesibilidad de estas instalaciones.