Logo revista Grada
Buscar

Argelia. Un país que se abre al mundo

Argelia. Un país que se abre al mundo
Foto: Cedida
Léeme en 3 minutos

Hasta hace poco, Argelia, el país más grande de África, no aceptaba turistas en sus fronteras. Su inestabilidad política, debido a una guerra civil que finalizó en el año 2002, hizo que esta antigua colonia francesa que, vibraba extramuros en los años 70 y 80 gracias a sus riquezas petroleras, no desarrollara su infraestructura turística al mismo nivel que otros países del Mediterráneo.

En la actualidad, ningún viajero está exento de la burocracia para obtener un visado de turismo, pero una vez superado el obstáculo administrativo se obtiene un pasaporte a lo inexplorado, donde cada rincón espera para ser descubierto por trotamundos con sed de aventuras.

Al alcance desde la península ibérica en ferry o avión, uno puede acceder al país y dejarse maravillar desde las impresionantes montañas del Atlas hasta las vastas extensiones del desierto del Sahara.

En esta ocasión decidimos dedicarle todo nuestro tiempo al norte de la región. Comenzamos la visita en Argel, su capital. Perderse por esta ciudad es sumergirse en un laberinto de contrastes, donde lo antiguo y lo moderno se entrelazan en cada rincón. Es adentrarse en calles estrechas llenas de historia, donde la arquitectura colonial francesa convive con mezquitas centenarias y la algarabía de los mercados. Es dejarse llevar por el encanto caótico de sus zocos, donde los aromas de especias y perfumes se mezclan con el bullicio de los vendedores y el murmullo de los transeúntes. Es dejarse sorprender con sus pintorescas plazas escondidas y el laberinto de calles empedradas con vistas al mar desde lo alto de la Casbah.

Si uno continúa el viaje hacía el noroeste llega hasta Orán, que estuvo bajo dominio español durante casi tres siglos y hoy es día es conocida por su animada escena cultural. Pero más bella incluso es Tlemcen, fundada por refugiados andalusíes que huyeron de la conquista cristiana de Al-Ándalus. La ciudad es conocida por su arquitectura islámica; sus mezquitas, palacios y jardines evocan la majestuosidad de nuestra Alhambra de Granada.

¿Te imaginas poder admirar las ruinas de una ciudad romana sin absolutamente nadie a tu alrededor? Esto es posible en el norte de Argelia. Las ruinas de Timgad, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, llamada coloquialmente ‘la Pompeya africana’, es uno de los testimonios más importantes del imperio en este continente.

Pero si algo es imperdible en una visita al norte de Argelia es Constantina, “la ciudad de los puentes suspendidos”. Parece que uno ha cambiado de país cuando la pisa. Ubicada en una meseta rocosa sobre el río Rummel, se puede disfrutar de un ambiente más relajado y ordenado sobre el desfiladero de sus vertiginosos puentes que unen la ciudad de un lado a otro. Hogar de varias civilizaciones, incluidos los romanos, bizantinos, árabes y otomanos, es famosa por su arquitectura única; sus casas tradicionales con balcones de hierro forjado; sus palacios, mezquitas y sitios históricos.

En el noreste se puede finalizar el recorrido visitando Annaba, la ciudad costera donde nació el famoso teólogo San Agustín y que acoge una catedral de peregrinaje en su nombre.

Argelia no es un destino para todo el mundo, aún le falta conciencia medioambiental y mucha infraestructura turística, pero ahí reside su esencia. Su cálida hospitalidad y la autenticidad cotidiana ofrecen una experiencia única para aquellos dispuestos a explorar más allá de los destinos convencionales. Su verdadero encanto reside en su simplicidad.

ENTRADAS RELACIONADAS

‘Himma’, que en árabe significa ‘apoyo’ o ‘protección’, es el nombre de la nueva asociación voluntaria que ha surgido en...
En los Balcanes, esa región históricamente rica y culturalmente diversa en el sureste de Europa, han sido testigos de épocas...
Desde la cosmopolita ciudad de Estrasburgo hasta los pintorescos pueblos vinícolas, la región de Alsacia se presenta como uno de...

LO MÁS LEÍDO