La Finca El Toril de Caja Rural de Extremadura ha acogido el acto de entrega de la primera edición de los Premios Espiga Innovación y Sostenibilidad, cuyo objetivo es reconocer a los mejores talentos extremeños a través de cinco categorías tanto para directivos como para empresas que destaquen en su labor innovadora y emprendedora.
El Premio Espiga Innovación Gran Empresa ha recaído en El Encinar de Humienta, compañía nacida en 1998 en Almaraz y centrada en la producción de carne de vacuno desde la fase de aprovisionamiento de ganado vivo, pasando por el sacrificio, despiece y finalmente la comercialización y distribución. Sus plantas de producción de elaborados cárnicos disponen de la más alta tecnología para la producción de hamburguesas, picadas, fileteados, envasados y preparaciones específicas para el sector de la hostelería, bajo las más exigentes certificaciones.
Troil Vegas Altas ha sido reconocida con el Premio Espiga Innovación a Pyme Innovadora o Sostenible. Esta cooperativa de Valdetorres fue fundada en 2001, y a través de un proceso de cogeneración trata los lodos de las almazaras, el alperujo, para aprovecharlos. Por ejemplo, ha desarrollado alpechín concentrado y filtrado para su utilización para la extracción de fenoles antioxidantes y como base de fertilizante orgánico. Es muy activa en la formación de consorcios de investigación y desarrollo, junto a otras empresas de la región y a nivel nacional, en la creación de nuevos productos que la diferencian de la planta de tratamientos de orujo tradicional.
El Premio Espiga Innovación Acción empresarial ligada a la universidad ha sido para Metanogenia, una ‘spin-off’ de la Universidad de Extremadura, de base tecnológica, fundada en 2013. Está especializada en la mejora de proceso, optimización y desarrollo de plantas de biogás y biometano.
El Premio Espiga Directivo del Año ha sido para Juan Antonio Carrasco, que dirige Indlab-Laboratorio Agroalimentario Industrial, empresa fundada en 1999 en Badajoz para analizar el aceite de oliva. Se trata del único centro privado con panel de cata y laboratorio autorizado por el Ministerio de Agricultura para el control oficial de la calidad del aceite de oliva.
También ha sido reconocida Icíar Muñoz, con el Premio Espiga Directivo Start-up, por su trabajo al frente de La Vendita, empresa dedicada a la venta de productos que tienen como base el aloe vera 100% ecológico. Este negocio, que surgió en 2017 en Badajoz, pone esta planta en el centro de una dieta saludable para cuidarse.
Con estos premios, Caja Rural de Extremadura añade una espiga más a sus galardones al vino, al cava, al jamón, a la cocina, a los deportes, al mundo rural y a la educación, con el objetivo de reconocer en este caso a empresas, directivos y emprendedores de éxito de la región.
“Estos galardones son un paso más en nuestro esfuerzo por reconocer a aquellos que trabajan y luchan cada día por el desarrollo de nuestra tierra. Estas empresas son ejemplo de buen hacer, y marcan el camino a seguir para que Extremadura crezca y aproveche todo su potencial que, como nosotros bien sabemos, es inmenso”, ha afirmado el presidente de Caja Rural de Extremadura, Urbano Caballo.
La dirección técnica de estos premios ha corrido a cargo de la Cámara de Comercio de Badajoz, cuyo presidente, Mariano García, ha destacado que el futuro debe apoyarse en la innovación y la sostenibilidad, las dos caras de una misma moneda que es el desarrollo económico.