La campaña de vacunación contra la gripe acaba de comenzar, con un adelanto de casi un mes con respecto a 2019, según ha anunciado el consejero de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura, José María Vergeles.
El Ministerio de Sanidad recomienda que se vacunen niños y niñas mayores de seis meses con alguna patología de base, como los prematuros, los asmáticos, o los que tengan enfermedades del corazón. También se tienen que vacunar los adultos con enfermedades crónicas, las embarazadas, las personas que tengan más de 65 años y aquellas que trabajen en servicios públicos esenciales o los que puedan por su situación transmitir la gripe a personas vulnerables, una condición que cumplirían por ejemplo los trabajadores sanitarios.
El Ministerio aclara que siempre es necesario que la población se vacune contra la gripe, pero es que este año el coronavirus amenaza con saturar el sistema sanitario si la población no sigue las recomendaciones. Por otro lado, la Asociación Española de Vacunología señala que la prioridad es garantizar que los servicios de salud puedan seguir funcionando con normalidad durante el otoño y el invierno.
La campaña de vacunación se adelanta este año para evitar esa saturación, pero también para evitar que un enfermo de coronavirus se confunda con un enfermo de gripe, debido a que algunos de los síntomas son similares, por lo que el trabajo de los sanitarios se simplifica si el paciente que ingresa está vacunado contra la gripe.
Para vacunarse hay que acudir al centro de salud, aunque los pacientes de riesgo que no puedan ir al centro sanitario serán vacunados en su casa, igual que quienes vivan en una residencia.
En opinión de los científicos la mayoría de las vacunas frente a la gripe no pueden provocar la enfermedad, porque están compuestas por virus muertos no contagiosos, así que si una persona sufre en los días posteriores a la vacunación un cuadro de vías respiratorias altas no debería estar relacionado con la administración de la vacuna antigripal.
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