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Hay una generación de europeos que solo ha conocido la ‘Europa sin fronteras’. Son todos aquellos menores de 40 años que se han movido dentro del continente para trabajar o para cambiar de residencia. En la inmensa mayoría de los casos han podido superar fácilmente las molestias que el proceso ocasiona. Pero existe un enorme número de personas que ven seriamente comprometidos sus derechos si tienen que moverse entre países de la Unión Europea. Es el colectivo de las personas con discapacidad.
El 3 de diciembre se ‘celebró’ el Día internacional y europeo de las personas con discapacidad. Con tal motivo el Comité español de representantes de personas con discapacidad (Cermi) hizo público su manifiesto anual, en el cual se defiende la existencia de una Europa social, de las personas, que proteja y preserve los derechos, la inclusión y el bienestar de las personas con discapacidad y sus familias, y en la que el factor social, que supone calidad y calidez democrática, esté garantizado.
Uno de los pilares en los que se asienta el proyecto europeo, la libre circulación de bienes y personas, no es efectivo para las personas con discapacidad y su entorno, al no existir el pleno reconocimiento de la condición de discapacidad en todos los países miembros. Y es que en el disfrute de bienes, productos y servicios del mercado único se debe considerar a las personas con discapacidad en mayor riesgo de exclusión, atendiendo a factores interseccionales con la discapacidad, como el sexo, la orientación sexual, la pobreza y otros. Las mujeres y niñas con discapacidad, el 60% de esta población, son el grupo en mayor riesgo de exclusión.
El Cermi valora de forma positiva la reciente propuesta de Directiva de establecimiento de la Tarjeta Europea de Discapacidad (TEU), y la Tarjeta Europea de Estacionamiento (TEE) para personas con discapacidad, una demanda de la sociedad civil a la que España y el Cermi han contribuido, y que además invita al cumplimiento del mandato contenido en la Convención sobre personas con discapacidad, que vincula a la Unión Europea en todos sus artículos (especialmente el 5, 6, 7, 9 y 18), que debe ir acompañada de una rápida aprobación antes de la disolución del actual Parlamento europeo.
Se trata también de que la accesibilidad universal esté presente de forma transversal en todo el proceso de tramitación de dichas tarjetas, y que se aplique a todas las situaciones en que los operadores privados o públicos ofrezcan condiciones especiales a las personas con discapacidad, en especial en los programas de movilidad de la Unión Europea, como ‘Erasmus’ y similares.
El manifiesto demanda además que la Tarjeta Europea de Discapacidad contemple un estatuto preferente para mujeres y niñas víctimas de violencia de género y de maltrato, además de actuaciones preventivas y facilitadoras del acceso a recursos y prestaciones para combatirla. Se invita también a que se considere a las personas poseedoras de una Tarjeta Europea de Discapacidad como especialmente protegidas contra cualquier situación de discriminación por razón de discapacidad, que la Tarjeta sea compatible para su uso ante todas las instituciones, independientemente de su ámbito, así como que su trámite y expedición sean completamente gratuitos, y que se realicen campañas informativas en formatos que garanticen la accesibilidad universal. También se reclama que se hagan campañas dirigidas a toda la sociedad sobre el uso de la Tarjeta Europea de Discapacidad y de la Tarjeta Europea de Estacionamiento, enfatizando su carácter voluntario y asegurando su accesibilidad universal, así como la creación de un sitio web multilingüe y plenamente accesible que contenga toda la información sobre las tarjetas y el modo de tramitarlas.
El Cermi también ha recordado que aún están pendientes la modificación y adaptación del artículo 49 de la Constitución y el aumento desde el 0’7 hasta el 1% de la asignación tributaria del IRPF para mejorar los recursos destinados a atender a las personas más vulnerables.
Por su parte, Cermi Extremadura celebró el Día de las personas con discapacidad con una lectura pública del citado manifiesto en un acto celebrado en Mérida, a cargo de su presidente, Pedro Calderón. Además, en Badajoz, bajo el lema ‘Somos extraordinariamente capaces. Hagamos juntos el cambio’, personas con discapacidad y diversas entidades de la discapacidad realizaron una concentración para concienciar a la sociedad sobre la necesidad de la inclusión de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la vida.
