Santi Senso nos sorprende con una nueva propuesta artística basada en las historias, las leyendas y el folklore de Extremadura, en este caso en La Vera, en Cuacos de Yuste, para recordar un episodio histórico que tuvo como protagonista a Jeromín, el hijo del emperador Carlos V y futuro Juan de Austria, con la implicación de artesanos y vecinos de la zona.
Hemos podido hablar con el creador cacereño, para conocer mejor la intrahistoria de esta nueva propuesta cultural.
¿Qué te inspiró para crear ‘La Noche de los Perdonaos’ y por qué elegiste Cuacos de Yuste como escenario de esta celebración?
Realmente Cuacos de Yuste me eligió a mí, o más bien Ana Moreno, de Idiomatur, que es de Cuacos de Yuste, y es guía turístico del Monasterio de Yuste; me vio en JATO, en ese encuentro de tradiciones rurales de Extremadura, en Cáceres, y vio cómo estaba con ‘El Barru’, ya que hice en marzo una fiesta en Trevejo, en la Sierra de Gata, ‘La tinaja y el Barru’, y me dijo que quería que hiciera algo en su pueblo sobre las tradiciones y con la colaboración del pueblo para que forme parte de una nueva fiesta. Y así fue.
¿Qué significado tiene para ti el perdón en el marco de esta fiesta?
Para mí el perdón es un temazo, pues siento que antes de pedir perdón hay que pensarse bien los actos que hacemos, pues luego tienen unas consecuencias, y si realmente tenemos que pedir perdón después, pues pidámoslo, pero tenemos que pensar ese acto antes de hacerlo, y así evitarnos el perdón.
Pero, si hay que pedirlo, por supuesto que hay que sanar y pedir perdón. En el marco de esta fiesta es muy importante el perdón, pues Carlos V perdonó a los vecinos y las vecinas, a sus hijos e hijas, pues estos niños y estas niñas apedrearon a Jeromín, el hijo bastardo de Carlos V que lo trajo de Alemania. Puede ser una chiquillada, puede ser un juego, pero realmente es un acto de violencia. Los mandó llamar a los niños y a las niñas, y a los padres y madres, y en vez de castigar a esos niños, o incluso matarlos, o quemarlos, ahorcarlos, o encarcelarlos, estamos hablando hace casi 500 años, pues los perdonó.
Ahora el pueblo se siente orgulloso de que un emperador les perdonase, pero realmente no hay que olvidar ese acto de violencia, de dolor, que está sucediendo también ahora con el bullying, y eso es lo que hay que erradicar, esos actos, para que no tengamos que llegar a pedir perdón.
¿Buscas resignificar el perdón desde una perspectiva ancestral y comunitaria?
Hay que trascender y cambiar el paradigma de muchas cosas desde lo ancestral, desde las costumbres; las tradiciones son nuestras raíces, forman parte de nuestro ser, pero también hay que trascender muchas de ellas y cambiar muchos significados para que podamos, digamos, convivir con amor, y que sea todo en comunidad, con hermanamiento comunitario, con el diálogo.
¿Qué simboliza ‘La Querencia’, el personaje que tú representas, dentro del ritual de la fiesta?
‘La Querencia’ es un personaje que he creado con el vestuario; es una capa con ganchillos que han hecho abuelas, mujeres, desde hace muchos años, y se han tejido todos para crear este vestuario junto a una máscara hecha por un artesano local que se llama Moysés González. Él, junto a las mujeres, guiados un poco por mí, han creado ‘La Querencia’, un ser que viene, vuelve, regresa a Cuacos de Yuste para visibilizar el volver a la tierra, el volver a las comidas familiares, a las tradiciones, volver a oler ese pimentón ahumado, esos dulces, para estar en familia y no rechazar, y no odiar, y repudiar incluso a nuestro pueblo.
‘La Querencia’ es ese amor que se siente desde la infancia y que van pasando los años y rechazamos y decimos “ya volveremos, ya iremos al pueblo”, y no volvemos. ‘La Querencia’ viene para recordar de dónde somos, de dónde provenimos y quiénes somos, en este caso de Cuacos de Yuste.
La piedra ‘La Perdoná’ parece tener una gran carga simbólica. ¿Qué mensaje deseas transmitir con este objeto en la fiesta?
Realmente, es todo, es un símbolo muy poderoso que tanto las vecinas y los vecinos de Cuacos de Yuste como los forasteros, los turistas y las turistas que pasen por la plaza Juan de Austria (Juan de Austria es Jeromín, que vivió en esa plaza como niño y después, más mayor, lo nombraron Juan de Austria), donde está la escultura, que está tallada; es una roca de dos toneladas y está tallada para profundizar en ella, y pintada con uno de los colores más típicos de la zona, el añil.
He pintado lo que sería una fachada, esos travesaños de madera típicos de La Vera, y en Cuacos de Yuste simboliza ese perdón, ese cuidado con tirar la piedra, de levantar esa piedra, piensa antes de levantarla y de destruir con ella, y más bien construye, construye con esta piedra.
¿Cómo se integran los niños, las mujeres de la Asociación Yuste y otros miembros del pueblo en la creación artística y ritual?
Las niñas, los niños, las mujeres, los artesanos, los vecinos y las vecinas, lo son todo en esta fiesta, porque ellos y ellas son las que deben seguir la tradición, donde cada año se va a celebrar la ‘Noche de los Perdonaos’ y van a poder juntarse y celebrar ese ritual de sanación, de hermanamiento; entonces, es muy importante que participen las niñas y los niños haciendo máscaras, los instrumentos, que pinten piedras para llevarlas a la ‘Noche de los Perdonaos’, a la fiesta, como algo sanador. Las mujeres de la asociación han cosido, cuando vean a ‘La Querencia’ van a decir “es que eso lo he cosido yo, es que esos ganchillos son de mi tatarabuela, o son de mi madre, o son de mi vecina”.
Y los vecinos y las vecinas, cuando vean ese séquito de músicos, porque eso es muy importante, que el folclore esté ahí presente también, en ese ritual y en esa creación artística, que todos y todas sean partícipes para que digan “es que esto me pertenece, esto lo he creado yo, año tras año”.
¿Qué importancia tiene el folclore, las leyendas y la memoria oral extremeña en tus creaciones artísticas?
Es todo, es quiénes somos, es la idiosincrasia de nuestra tierra, en este caso de la comarca de La Vera, en Cuacos de Yuste. El folclore es el cantar, el danzar de nuestra historia, de las leyendas, de las cosas que habitan. Es la idiosincrasia, de eso estamos hechos los extremeños y las extremeñas. Y el folclore hace que no olvidemos de dónde provenimos, y quiénes somos, y hacia dónde vamos, para que en el futuro esté presente nuestra historia. Y somos responsables de mantener este legado.
Mis creaciones siempre están embriagadas, habitadas, de las tradiciones, de los cantos, de las danzas, del vestuario, de los trajes regionales. No se trata de reproducir exactamente cómo es, pues yo hago una interpretación, una creación artística que está embriagada de todo ese color, esa danza, ese vestuario, esos cantos.
¿Crees que esta fiesta puede convertirse en una tradición estable o extenderse a otros pueblos?
Ya es una tradición, porque proviene de nuestras ancestras y de nuestros ancestros toda esta sabiduría con la que yo estoy trabajando y creando. Por lo tanto siento que el pueblo está muy implicado y van a saber cuidar, proteger y mantener esta fiesta. Y ya hay pueblos de alrededor que me están pidiendo que les haga una fiesta.
¿Qué legado te gustaría que dejase esta fiesta?
El hermanamiento, el diálogo, el abrazo, la sanación de muchos rencores, de muchas rencillas entre hermanas, entre vecinas, entre amigos, y que en la ‘Noche de los Perdonaos’ se sane todo esto, y que cantemos y bailemos y celebremos que estamos vivos y vivas. Y para los que están por llegar, que esta fiesta sea un referente del diálogo, del entendimiento, de la escucha y del respeto, con, para y desde el amor.

Santi Senso grita: “Extremadura la gran conocida, por lo que nos dejaron nuestras ancestras y ancestros y por el legado que estamos dejando”, como es el caso de este extremeño que ya ha creado un documental y obra pictórica, ‘Metralla de amor’, honrando el oficio de las lavanderas extremeñas; el homenaje escultórico a las abuelas y abuelos del Casar de Cáceres ‘Oliva y Olivio, un abrazo ancestral’; y la fiesta ‘La tinaja y el Barru’ en Trevejo, dando el valor a las lagareras y lagareros del vino y del aceite de la Sierra de Gata.
La fiesta ‘La Noche de los Perdonaos’ se celebrará el próximo 5 de julio a las 22.00 horas, visibilizando una de las historia ancestrales que habita en Cuacos de Yuste. La comitiva arranca en la Plaza de España y estará formada por las niñas y niños del pueblo; recorrerá las calles y plazas participando de un ritual de juego, portando máscaras creadas por ellos y ellas mismas e irán acompañando en la comitiva a un cabezudo ‘Jeromín’ haciéndole partícipe del rito.
Santi Senso representará a ‘La Querencia’, poniendo de manifiesto el amar y querer bien en el lugar que habitas y, si has de marchar, tener costumbre de volver y acudir a tus raíces. El vestuario con el que Santi irá ataviado está creado con ganchillos aderezados con pimientos de la Vera cosidos por las mujeres de la Asociación Yuste. También portará una máscara creada por el artesano Moysés González Zanca e irá acompañado, este ser, por el tamborilero local ‘Tío Benito’, junto a los tamborileros de Collado y Aldeanueva De la Vera.
Santi Senso hace una invitación a participar durante la fiesta a las cuacareñas y cuacareños para seguir dejando un legado en el pueblo y a todas y todos los visitantes, para que esta sea la primera de muchas celebraciones de una noche embriagada de una ceremonia donde trascenderá el estigma del apedreamiento al acto sin maldad, al arrepentimiento, al perdón, al amor.