En una apuesta por la transformación de los centros residenciales de la región, el Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (SEPAD) trabaja para superar una arraigada cultura asistencialista adaptando el modelo de cuidados al proyecto de vida de cada usuario.
En ese sentido, se siguen dando pasos hacia un modelo de apoyos personalizado que se adapte a las necesidades y preferencias de cada persona en cada momento de su ciclo vital; para ello se transforman infraestructuras, se promueve un cambio cultural y se crean nuevos servicios que se desarrollen en un contexto comunitario de proximidad.

La Gerencia Territorial de Cáceres ha trabajado intensamente en una nueva unidad de convivencia en el Centro Residencial Cervantes de la capital cacereña. El equipo del centro, con su directora, Ana Rasero, a la cabeza, y asesorado por la Unidad de Atención al Mayor del SEPAD, ha creado un espacio donde los residentes y sus familias mantendrán vivas las actividades cotidianas de cualquier hogar.
El espacio cuenta con una cocina-comedor y un salón para el uso de familiares y residentes, fomentando el recuerdo de los fogones y realizando actividades comunes del día a día de cualquier hogar como medida terapéutica. De hecho, en la inauguración ya se pudieron degustar galletas de coco y limonada casera elaboradas en familia.
Este nuevo modelo de cuidados centrados en la persona se está implementando en los centros gestionados por el SEPAD a través de cambios en infraestructuras, obras, formación de personal y gestión de la calidad ofrecida, basándose en las historias de vida de sus usuarios.