El pequeño municipio de Tamurejo, en la comarca de la Siberia extremeña, ha acogido la sexta edición del festival Siberiana de literatura y naturaleza, consolidándose como un espacio de referencia para el debate sobre sostenibilidad y cambio climático.
El evento ha reunido a destacados escritores, científicos, pensadores y activistas que han hecho un llamamiento urgente a la acción colectiva para afrontar los desafíos medioambientales actuales.
La inauguración del festival contó con la presencia de la presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín, y la alcaldesa de la localidad, Rosa María Araújo, animó a los asistentes a “meterse en jardines para afrontar los retos del futuro”, en alusión a la necesidad de implicarse activamente en la búsqueda de soluciones innovadoras ante la crisis climática.
Durante dos jornadas, figuras relevantes como el escritor y director del festival, Gabi Martínez; el escritor Sergio del Molino; la veterinaria y escritora María Sánchez; el filósofo Santiago Beruete; la periodista Anatxu Zabalbeascoa; la meteoróloga Mercedes Martín; los escritores João Reis y Cristina Reyes; y el periodista José Ramón Alonso de la Torre, entre otros, han debatido sobre la urgencia de transformar la relación entre las personas y el entorno natural. En concreto, Gabi Martínez ilustró la gravedad de la situación comparando el calentamiento global con una “langosta en una cazuela que no se da cuenta de que se está hirviendo hasta que es demasiado tarde”, subrayando la importancia de proponer cambios y nuevas ideas, especialmente en las ciudades, donde reside más de la mitad de la población mundial y donde surgen las tendencias que marcan el futuro.
Siberiana, que nació en 2019, ha ido creciendo en relevancia en el panorama nacional, convirtiendo a Tamurejo, con apenas 200 habitantes, en un punto de encuentro para el pensamiento crítico y la reflexión sobre el papel de la cultura y la naturaleza en la lucha contra el cambio climático. Esta edición ha reforzado el compromiso del evento con la sensibilización y la acción colectiva, en un contexto en el que las temperaturas récord y los fenómenos meteorológicos extremos confirman la urgencia de actuar.
La Siberia extremeña, declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco en 2019, es un enclave de gran valor natural y biodiversidad, lo que otorga un significado especial al festival, que busca también reivindicar el papel de la España rural en la transición ecológica.