Pedro Calderón Rodríguez. Presidente de Cermi Extremadura
En estos últimos 18 años Extremadura ha experimentado una profunda transformación social. Una evolución que, aunque a veces ha sido silenciosa, ha sido también firme y sostenida. Y en ese proceso, las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo han dejado de ser vistas como destinatarias pasivas de ayudas para convertirse en ciudadanas activas, con derechos, voz y capacidad de decisión.
Desde Cermi Extremadura y Grada hemos sido testigos, y protagonistas, de esta transformación. Hemos pasado de un modelo centrado en la atención asistencial a otro basado en la inclusión, en el respeto por la dignidad humana y en la defensa de los derechos. Este cambio no ha sido casual ni automático: ha sido fruto del esfuerzo colectivo de muchas familias, profesionales, entidades y, sobre todo, de las propias personas con discapacidad intelectual, que han alzado la voz, han ocupado espacios, llegando a ocupar puestos de la más alta responsabilidad en el ámbito estatal, y han reivindicado su lugar en la sociedad. Sirvan como ejemplos Ana Peláez, Jesús Martín y Maribel Cáceres, entre otros muchos.
Hoy vemos en Extremadura más entornos accesibles, más empleo inclusivo, más oportunidades de formación y una conciencia social que avanza hacia una verdadera convivencia en la diversidad. La educación inclusiva, la vida independiente o el apoyo a la autodeterminación han dejado de ser propuestas utópicas para convertirse en realidades palpables en nuestras comunidades.
Sin embargo, no podemos ni queremos conformarnos. Aún existen barreras, físicas y mentales, que debemos seguir derribando. La plena inclusión no es una meta estática, sino un proceso continuo que exige compromiso, innovación y valentía política y social. Necesitamos seguir tejiendo alianzas con las instituciones, los agentes sociales y con la ciudadanía en general; exigimos la participación en el diseño de las políticas públicas que necesitamos, para construir una Extremadura donde nadie quede atrás. En Cermi Extremadura renovamos nuestro compromiso con ese futuro cada día. Un futuro en el que todas las personas, con independencia de sus capacidades, puedan vivir una vida plena, con los apoyos que necesiten y con las oportunidades que merecen. Miramos atrás con orgullo por lo conseguido, pero, sobre todo, miramos hacia adelante con esperanza y determinación.
Si la sociedad en su conjunto apuesta por la vida en comunidad y la vida independiente de las personas con discapacidad Extremadura crecerá más en términos de riqueza social, pero también en su desarrollo económico. Porque una Extremadura más inclusiva no solo es posible, sino que es necesaria. Y la estamos construyendo juntas y juntos, cada día.