La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje, de carácter hereditario, que se basa en un deterioro en la capacidad de reconocer palabras, lo que lleva a una alteración fonológica que impide la identificación de sonidos y símbolos, desembocando en una lectura lenta y una escasa comprensión.
Esta discapacidad, además, afecta a la memoria a corto plazo, haciendo que, en ocasiones, las personas tengan una psicomotricidad más lenta. Asimismo, un diagnóstico de dislexia suele estar asociado a otro trastorno cognitivo como el TDAH o el Asperger. No obstante, una persona con dislexia también puede llegar a desarrollar un coeficiente intelectual superior al resto, lo que va a hacer que intente ocultar sus capacidades para integrarse socialmente.
La Federación Española de Dislexia es la principal entidad que brinda apoyo a los ciudadanos con esta discapacidad; y la abogada pacense Sara Gamero es vocal de esta organización y presidenta de la Asociación de Dislexia en Extremadura (Exadis). Los principales objetivos que persigue la asociación extremeña son visibilizar este trastorno silencioso y las dificultades que estas personas experimentan en su vida diaria, y atender a sus familiares, suponiendo un soporte de ayuda y asesoramiento que les da esperanzas.
Sara Gamero, al tener un hijo con dislexia, defiende que los niños con esta discapacidad no aprenden al mismo ritmo que el resto, y que las medidas que se han estado tomando durante años por parte de los colegios e institutos no han sido buenas; de hecho, hacer a estos chicos repetir curso por sus dificultades no ha solucionado nada. Por ello, la asociación reclama terapias para compensar este trastorno neurobiológico, así como talleres de sensibilización gratuitos para familias y profesores que les ayuden a comprenderlo.
En opinión de Sara Gamero este año es “el más importante” para la asociación. Así, el 11 de marzo se llevó a cabo la I Jornada de dislexia en Extremadura en la residencia universitaria Hernán Cortés de Badajoz, un encuentro que espera que se repita dentro de dos años y que reunió a los mayores expertos mundiales en dislexia y su estudio, como la doctora estadounidense Elsa Cárdenas; José Luis Ramos y Ana Isabel Contreras; la fundadora de la Organización Internacional Dislexia y Familia (Disfam), Araceli Salas; y el expresidente de la Asociación Internacional de Dislexia, el doctor Eric Tridas, entre otros.
Por otra parte, Exadis ha iniciado un proyecto guiado por la Comisión Europea, en colaboración con la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura, en el que la región trabaja de la mano con Italia para conseguir la correcta formación de las personas con dislexia, brindando una completa atención a la diversidad.
Para Sara Gamero la acción más importante de la asociación, en materia de conquista de derechos, ha sido la firma de un convenio con la Dirección General de Tráfico y la Guardia Civil, para adaptar el examen teórico del carnet de conducir. Asimismo, se ha elaborado el ‘Pasaporte DEA’, expedido por la Asociación Iberoamericana Dislexia y Familia, que certifica que la persona que lo posee tiene dificultades específicas de aprendizaje; este documento permite a la Guardia Civil adaptar la lectura de derechos y la toma de declaraciones a lectura fácil, buscando la equidad e igualdad para todos en la sociedad.
Además la entidad llegó a un acuerdo con la Consejería de Educación en 2019 para que se adaptasen a lectura fácil los exámenes de la oposición de Magisterio en Extremadura, convirtiéndose en la primera comunidad autónoma en implantar esta medida.
Tal y como defiende Sara Gamero, Extremadura es pionera en la consecución de muchas medidas sociales que han ayudado a las personas con dislexia y a sus familias a hacerse un hueco en la sociedad, luchando día a día por conquistar derechos y por que todos los ciudadanos sean iguales, sin importar sus capacidades cognitivas. De hecho, otras comunidades autónomas han empezado a seguir el ejemplo de la región.
