El Centro Residencial San Francisco de Plasencia ha acogido un acto institucional organizado por el Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad), en el que se se ha reconocido a varios centros residenciales públicos extremeños, que han obtenido la acreditación como centros Libres de Sujeciones.
Este reconocimiento, otorgado por la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (Ceoma), destaca el esfuerzo y compromiso de estos centros por garantizar un modelo de atención más humano y respetuoso con la dignidad de las personas mayores.
El acto ha contado con la presencia de la consejera de Salud y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura, Sara García Espada; el alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro García-Polo; la directora gerente del Sepad, Estrella Martínez Lavado; el fiscal delegado provincial de Cáceres, José Manuel Rubio de la Iglesia; y el presidente de Ceoma, José Luis Fernández Santillana.
En su intervención, Fernando Pizarro destacó la importancia de la labor de los profesionales que trabajan en estos centros, resaltando su humanidad y compromiso con los mayores. Recordó la historia del edificio donde se celebró el acto, un antiguo convento franciscano con una tradición de cuidado a personas vulnerables, y elogió la entrega de los trabajadores de estos centros: “La mejor terapia siempre es una sonrisa, una caricia, una buena palabra”.
Por su parte, José Luis Fernández resaltó que Extremadura se ha convertido en un referente nacional en la eliminación de sujeciones. También destacó al Centro Residencial ‘El Valle’ de Montijo, que ha recibido la Acreditación Oro, consolidándose como el primer centro público especializado en demencias en obtener esta distinción a nivel nacional; fue también el primer centro público de Extremadura en acreditarse como Centro Libre de Sujeciones, manteniendo este compromiso durante cinco años.
Estrella Martínez enfatizó que la eliminación de sujeciones no solo representa un cambio técnico, sino una revolución en la forma de cuidar a las personas mayores. “Necesitamos mirarles a los ojos para entender qué les altera y cómo podemos atenderles mejor”, afirmó. Además, subrayó el papel de la Fiscalía en la defensa de este modelo y su apoyo a las familias en la transición hacia un cuidado sin restricciones.
En ese sentido, José Manuel Rubio recordó que en el pasado la contención era una práctica habitual sin regulación específica, pero que hoy se avanza en la formación y supervisión para garantizar que todas las personas mayores sean tratadas con respeto y dignidad. “Desde que nacemos hasta que fallecemos tenemos los mismos derechos y no podemos olvidarlo”, sentenció.
Finalmente, Sara García Espada reafirmó el compromiso de la Junta de Extremadura con esta iniciativa y recordó que la población mayor de 65 años en Extremadura seguirá en aumento en las próximas décadas, lo que hace aún más necesario consolidar este sistema de atención. “Los centros públicos libres de sujeciones colocan a Extremadura en el liderazgo nacional de la atención a mayores. Queremos que esta tierra sea un lugar donde envejecer con respeto y dignidad”, concluyó.
Durante el evento, que ha estado amenizado por el dúo formado por Luz Durán y Álvaro Collado, se han entregado las acreditaciones a los centros residenciales La Siberia, de Herrera del Duque; Jaraíz de la Vera; Los Pinos y San Francisco, de Plasencia; Cervantes, de Cáceres; Las Hurdes; San Francisco, de Villanueva de la Serena; y El Valle, de Montijo, este último destacando al recibir la Acreditación Oro, siendo el primer centro de titularidad pública en obtener esta distinción a nivel nacional y el primero en la región en contar con la acreditación como Libre de Sujeciones, al que se le otorga por mantener este compromiso durante cinco años.
El acto también contó con las intervenciones del director técnico del Programa Desatar, Antonio Burgueño, quien advirtió sobre los efectos negativos del uso de sujeciones y destacó que eliminarlas implica una transformación profunda de los centros, desde su infraestructura hasta la formación del personal. “Las sujeciones pueden humillar, aterrorizar e incluso matar. No es solo dejarlas de usar, es transformar la forma en que cuidamos”, afirmó.
Desde la experiencia de los trabajadores, la técnico en Cuidados de Enfermería del Centro Residencial San Francisco de Plasencia Carmen García reconoció que el proceso de transición no fue fácil, pero que finalmente ha resultado en una mejor calidad de vida para los residentes y en un cambio de mentalidad en los profesionales. “Nos lanzaron un reto, confiaron en nosotros y lo hemos superado”, expresó emocionada.
El testimonio de Luis Miguel Esteban, familiar de una residente del Centro Residencial Los Pinos de Plasencia, fue especialmente emotivo. Inicialmente escéptico sobre la eliminación de sujeciones, reconoció haber cambiado de opinión al ver la mejora en la calidad de vida de su madre. “Me alegro infinitamente de haberme caído del caballo. Mi madre tiene dignidad y calidad de vida, y eso no tiene precio”, afirmó.
Esta iniciativa forma parte del Plan Estratégico ‘Deshaciendo nudos por el buen trato’, promovido por el Sepad para transformar el modelo asistencial en los centros residenciales públicos, favoreciendo una atención centrada en la persona y estableciendo una política de tolerancia cero en el uso de sujeciones físicas y farmacológicas.
Para ello se trabaja en erradicar el uso de sujeciones en los centros residenciales gestionados directamente por el Sepad; modificar las actitudes y prácticas de los profesionales de atención directa e indirecta hacia un enfoque más respetuoso y centrado en la persona; involucrar y concienciar a las familias de los residentes sobre los beneficios de eliminar las sujeciones, fomentando su participación activa en el proceso de cuidado; formar y capacitar al personal asistencial, dotándolos de herramientas y conocimientos para implementar prácticas libres de sujeciones; y mejorar la calidad de los procesos asistenciales, avanzando hacia un modelo de atención que priorice la dignidad y autonomía de las personas mayores.
En resumen, se trata de una estrategia que refleja el compromiso de la Junta de Extremadura con la promoción de un modelo de atención más humano y respetuoso, garantizando que las personas mayores reciban cuidados de calidad en entornos libres de sujeciones.