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Genealogía CXVII

Genealogía CXVII
Foto: Pixabay. Arek Socha
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En este número de Grada hablaremos de la labor de dos extremeños, no sobre genealogía, sino sobre farmacogenética, que consiste en administrar el fármaco más idóneo al paciente según su genética para evitar reacciones adversas o que el medicamento no funcione, lo que se conoce como medicina personalizada.

Se trata del catedrático de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Extremadura y director del Instituto Universitario de Investigación Biosanitaria de Extremadura (Inube), Adrián Llerena, con más de 300 publicaciones especializadas y que también es miembro del comité de la Agencia Europea del Medicamento para los asuntos relacionados con la medicina personalizada; y la profesora titular en la Facultad de Medicina de la Universidad de Extremadura Eva Peñas, doctorada en Farmacología y Psiquiatría, una de las mayores expertas en farmacogenética relacionada con la salud mental, y en concreto con el suicidio, y que ha publicado más de 100 trabajos científicos.

Ambos colaboran en investigaciones desde 1997 y llevan varias décadas desarrollando su labor en la Universidad de Extremadura. También han pasado por entidades internacionales punteras, como la Universidad de California o el Hospital Monte Sinaí de Nueva York.

Han sido elegidos por la revista ‘The Lancet’ para evaluar un estudio internacional sobre farmacogenética en el que participan varios países, como Reino Unido, Italia o Austria, con 7.000 pacientes y 42 medicamentos. Los resultados muestran que el uso de estrategias de prescripción farmacogenética puede prevenir la aparición de efectos adversos en un 30% de casos.

Según los dos científicos, la publicación ya conocía los trabajos similares que habían llevado a cabo en Extremadura, España o Hispanoamérica, y por eso les ha encargado que hagan la evaluación de dicho trabajo y den una serie de recomendaciones para que se continue con el estudio y se pueda saber el camino que debe seguir la estrategia europea en medicina personalizada.

“Lo que aseguran en el estudio internacional es que hacer un análisis genético previene, pero ahora queda resolver qué genes en concreto debe haber cuando voy a prescribir determinado medicamento. Falta relacionarlo con el fármaco y la reacción adversa, algo que en Extremadura ya se está haciendo”, explica Adrián Llerena.

En Extremadura, a través del proyecto Medea, ya han sido analizados más de 4.000 pacientes desde 2013 para que puedan beneficiarse de tener un análisis genético y que se les prescriba la medicación que menos efectos adversos les produzca.

Los siguientes pasos incluyen la creación de una herramienta digital de apoyo a la prescripción farmacológica, que englobe la información clínica de cada paciente, ya en proceso de licitación por parte del Servicio Extremeño de Salud, y cuya inclusión en el sistema digital de salud Jara está prevista para octubre de 2023.

Además, en el marco de la Estrategia española de medicina personalizada, y con financiación del Instituto de Salud Carlos III, los investigadores del Inube lideran iniciativas para implantar este tipo de medicina personalizada en otras regiones, como Castilla y León, Galicia, Comunidad de Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía. “Extremadura ha generado las primeras hipótesis y eso marcará el futuro de los servicios sanitarios públicos en España”, inciden ambos investigadores.

También se está llegando a países de Hispanoamérica, como México, a través de un programa financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo; allí están analizando la genética de poblaciones indígenas para que puedan acceder a los medicamentos más idóneos para ellos.

En este avance de la medicina personalizada también está destacando su relación con la salud mental. Eva Peñas se ha convertido en la última década en un referente en farmacogenética relacionada con el suicidio, para identificar personas que no se van a beneficiar de un tratamiento con antidepresivos, ansiolíticos o antisicóticos, por regla general el grupo de fármacos usados para tratar el riesgo y la tentativa suicida. “Es un área muy poco explorada en farmacogenética y ha sido bastante pionera en el mundo”, apunta.

También acaba de hacer la primera propuesta a nivel internacional relacionada con farmacogenética para prevenir el suicidio, concretamente en Hispanoamérica, donde ha investigado durante un año a supervivientes de intento de suicidio que tienen un tratamiento farmacológico para prevenirlo. Su conclusión es que “hay un mayor riesgo de intentarlo de nuevo en aquellas personas características en dos genes que se asocian al metabolismo rápido de antidepresivos y en aquellos que toman varios medicamentos de manera simultánea”.

Fuente: Rubio, Álvaro. Artículo del diario Hoy del 23 de abril de 2023

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