Hoy hago un homenaje a la Virgen de Guadalupe (en forma de poema) y con ello un merecido reconocimiento a Extremadura y a los extremeños; para mí es un inmenso honor poder realizarlo, ya que el día 8 de septiembre celebran el día de la Virgen y de la Comunidad Autónoma a la vez.
Mi más cordial felicitación a todos los extremeños en este día, y como cristiano mi tributo a todas las personas de fe, especialmente a aquellas que tienen en la virgen de Guadalupe su razón de vida y esperanza.
También un recuerdo muy especial a nuestros hermanos portugueses por su fe en la Virgen de Guadalupe.
Também una lembranc,a muito especial aos nossos irma~os potugueses pela sua fé na Virgem de Guadalupe.
Un millón de gracias a la revista Grada y a todo su equipo, que me brinda esta ventana para hacer posible este honor.
Un abrazo a todos
Homenaje a la Virgen de Guadalupe y a Extremadura
Hoy mis letras
tienen un fin hermoso
mi corazón me dice
¡que sintiéndome orgulloso
de escribir yo me preocupe!
y respondo a tal encargo:
mis versos han de ser
para la Virgen de Guadalupe,
y en ello, ya me embarco.
Sucede que en septiembre
el día ocho se celebra,
donde el ‘castúo’ es voz
y de conquistadores tierra
además del ‘castellano’
que galante le requiebra,
¡el día de la Señora
y también de Extremadura!
que a la tradición se aferra
con amor que ya perdura
ya en la vida, ya en los sueños
con el tiempo y la costumbre
¡Reina de los extremeños”!
¡Ya como día de la Virgen
ya como fiesta de la región!
de Cáceres a Badajoz
les llega al corazón
a las villas y su alfoz.
Dice la leyenda:
¡que fue San Lucas
el autor de tan noble talla!
en su taller de artesano
allá en el siglo primero
poniendo en sus diestras manos
a la Señora, con celo.
Por avatares del destino
desapareció algunos siglos
enterrada con su autor,
corría el siglo cuarto
cuando apareció con impacto
ese tesoro de honor,
peregrinó por Bizancio
después por la misma Roma
cuando allí, la peste asoma
haciendo daño y dolor.
Fue San Gregorio Magno
quien a la Señora
pidió favor
y concediole el milagro
¡por tan alto fervor!
Años más tarde
San Gregorio, ya Pontífice
se constituyó en artífice
de enviar a San Leandro
en la hispalense Sevilla
la talla de la Virgen,
de Guadalupe ¡Señora!
y del altar maravilla.
Ya en setecientos once
la invasión árabe
obliga a los clérigos
a huir más hacia el norte
con las reliquias de mérito.
Asentados en tierras extremeñas
a la Santísima esconden
donde el rio Guadalupe
juega entre las peñas.
¡Fue primero!
ya lo dicen los escritos
¡que ‘Guadalupe’ del cielo!
al territorio de Hispania
llegó antes que a ningún suelo.
Ocurre en el siglo trece
de nuestra cristiana era
según parece
el pastor Gil Cordero
cacereño, que lo era
encontró dicha imagen
cerca del río Guadalupe
y la trató con esmero
desde aquel otrora
la Virgen, y del río, su pueblo
tomaron tan digno nombre
y la hicieron ¡su Señora!
¡como poeta, lo celebro!
Fue la propia María
quien al pastor se apareció
para decirle donde debía
buscar su imagen oculta
y así como lo anunció
al lado del río
la encontró ¡sepulta!
Allí fue levantada una ermita
después vio luz una iglesia
y más tarde un lugar
de culto ¡regio!
convertido en monasterio
de reyes que la visitan.
En torno a la ‘aparecida’
surgió ‘Wad-Al-Luben’
nombrada en árabe también
en nuestro castellano: Guadalupe
diose a la villa nacida
ese nombre para bien
de los fieles que la ‘aúpen’.
Un día de mil trescientos veintiséis
una figura radiante de mujer
presentose a Gil Cordero
y le dijo: es cierto lo que veis
escarbad cerca del río
y allí la encontrareis.
Surgió de tal hecho una cueva
visitada por miembros del clero
y pudieron confirmar
con algunos documentos
que la talla nueva,
llevaba de años seiscientos
escondida en tal ribera.
Alfonso ‘once’ de Castilla
cumplió el deseo de la Virgen
y levantó una capilla
en el pueblo, de su origen.
De allí tomó su nombre
entronada en tal lugar
en mil trescientos cuarenta,
el monarca dio su presencia
a la imagen y su altar.
Descubrir el nuevo mundo
de manos, de Colón
llevó la fe a las Américas
porque una copia de la virgen
viajó en sus naves también
y su fe en el corazón.
Tanto fue así
que cambió el nombre a unas islas
y las llamó Guadalupe
para que también allí
en el tiempo que perdura
estuviera en su conquista
¡la Reina de Extremadura!
Esa costumbre del marino genovés
de llevar a la Señora
en sus viajes, a través
fue norma de conquistadores
y eso movió las riendas
de sentir en las Américas
por Guadalupe, amores.
Apareciose en esos lares
varias veces a sus gentes
y llegaron los milagros
que más allá de los mares
llenó de gente, fervores.
Pero nacen esos hechos
en la propia Extremadura
en esa talla de la virgen
¡qué San Lucas dio figura!
Ya en mil cuatrocientos novena y dos
el rey Fernando el Católico
ofreció privilegios en favor
de la virgen de Guadalupe
y además un manto verde de honor
con su impronta
que sirvió para hacer
el terno del “Tanto Monta”.
En mil quinientos setenta y uno
el almirante Juan Andrea Doria
llevaba un estandarte
¡de La Señora y su manto!
y les ayudó en la victoria
de la armada de Lepanto
entre cañones y humo.
El doce de octubre
de mil novecientos seis
se produce una peregrinación
de enorme envergadura,
por ello Pio ‘decimo’ la nombra
patrona de Extremadura.
Ya en mil novecientos veintiocho
se le da el honorable titulo
de Reina de la Hispanidad
que da esplendor a su tierra
y llega a la humanidad.
En mil novecientos cincuenta y cinco
el papa Pio ‘doce’
hace ‘basílica’, el templo
y a sus fieles reconoce.
Un cuatro de noviembre
de mil novecientos ochenta y dos
Juan Pablo ‘segundo’
visita en Guadalupe a la Señora
y les dice a quien la adora
¡que el origen de la ‘Reina’
está en tierra extremeña
aunque luego los destinos
y del lenguaje, su léxico
la hicieran ‘Señora de México’
y dama de peregrinos
al conquistar las Américas.
En mil novecientos noventa y tres
la Unesco declara al monasterio
¡patrimonio de la humanidad!
tesoro de una gran verdad
que ya no tiene misterio
es símbolo de la cristiandad
en España y en su imperio
aquel de anterior edad.
Ya en el presente estamos
y es Don Felipe ‘sexto’
quien honra con su visita
a la ‘Señora’ que amamos
con Doña Letizia en el gesto
para celebrar diez años
de reinado con honor
sorteando ‘mil peldaños’
con trabajo y pundonor.
Sería ‘sin fin’ mi poema
si a la historia yo me ciño
pero he de acabar con pena
haciendo con mucho cariño
un resumen de las letras
que a ‘Guadalupe’ dedican
para que al llegar ‘Su Santo’
todas las gentes lean
con alegría y encanto
lo que se sabe
sobre ‘la Señora y su manto’.