Fernando Prieto
“Si no descarbonizamos todos los sectores de nuestra economía en las próximas décadas, es muy probable que las temperaturas aumenten por encima de los 2ºC, con consecuencias devastadoras”
La descarbonización, al igual que la economía circular, o la protección de la biodiversidad, o la lucha contra la desigualdad, son los grandes ejes en los que debe avanzar el mundo los próximos años. En concreto, la descarbonización es clave para lucha contra la emergencia climática.
Según el informe del Observatorio de Sostenibilidad y la consultora Grandmother ‘Descarbonización 2022’, España aumentó sus emisiones del mercado de carbono en 2021 en un 3%, (5,1% en conjunto) y suponen un 32% del total de las emisiones del país (el resto, 68%, sectores difusos, y 1% sector aviación) por lo que no se puede hablar de avance de la descarbonización. 2021 fue un año marcado por la recuperación, después del enorme impacto de la Covid19, donde se observa la disminución de las emisiones de las energéticas, excepto EDP, y un aumento de las empresas del sector aéreo, aceros, cemento y químicas, aunque todas deberían estar presentado una trayectoria de profunda descarbonización si se quieren alcanzar los objetivos de 2030 del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.
Las 10 empresas que más han emitido1 en 2021 son: Repsol, 10,7 M de toneladas (Mt) Co2-eq; Endesa, 9,3 Mt; EDP, 8,2 Mt; ArcelorMittal, 5,6 Mt; Naturgy y Cepsa, 4,9 Mt; FCC, 3,5 Mt; Cemex e Iberdrola, 2,4 Mt; y LafargeHolcim, 2 Mt.
Las emisiones de estas 10 empresas representaron el 57% de las emisiones del mercado de carbono y el 18,7% de las totales en España en 2021. Si se consideran las primeras 20 representan casi el 69% de las emisiones del mercado de carbono y el 23% del total. Si llegamos hasta 30 empresas tendríamos los números redondos del 75% y del 25% respectivamente. Si se llega a 50 empresas se alcanzaría el 80% de las emisiones del mercado de carbono y el 27% del total de las emisiones del país en 2021.
Las empresas que más han mejorado sus emisiones en el mercado de emisiones entre 2020 y 2021 han sido Naturgy, -19%, (-1,1 Mt CO2 eq); Repsol, -5% (-0,6 Mt); Iberdrola, -14% (-0,4 Mt); LafargeHolcim, -13% (-0,3 Mt); Fertiberia, -14% (-0,2 Mt); Enagas EVE, -14% (-0,2 Mt); y BP, -4% (-0,1 Mt). Y las que más han aumentado sus emisiones durante 2021 fueron EDP, 53% (2,8 Mt CO2 eq); ArcelorMittal, 35% (1,5 Mt); FCC, 15% (0,4 Mt); Endesa, 3% (0,3 Mt); y Vueling, 55% (0,3 Mt).
Por sectores se observa un incremento del 33% en el sector aviación, (que representa el 1% de las emisiones en 2021), el 14% del sector transporte por carretera (el 28% de las emisiones), el 5% de la industria que incluye cemento, acero y sector químico (el 21% de las emisiones), el 1,8% del sector refino (el 3,6% de las emisiones), el 1,4% del sector de la ganadería (el 9% de las emisiones totales). La generación eléctrica incrementó solo un 0,4% (el 11% de las emisiones). El sector residencial comercial e institucional y el sector residuos han permanecido prácticamente constantes, representando un 8,8% y un 4,6% respectivamente.
El informe sobre descarbonización se publica desde 2012 e incluye datos de la evolución de las emisiones de los sectores del mercado de emisiones (energético, cementero, de aviación, de refino, químico…) a escala europea, española y por comunidades autónomas, por instalaciones y de las empresas más contaminantes con datos históricos desde 2008.
El seguimiento detallado de la descarbonización es clave para observar cuáles son los resultados reales de las políticas implantadas por gobiernos y empresas; además, tiene profundas implicaciones para los grupos financieros, para evaluar el riesgo de sus inversiones y por servir como rendición de cuentas a la sociedad sobre si nuestras empresas y sectores más contaminantes están haciendo lo suficiente para cumplir los objetivos de emisiones de no aumentar las temperaturas en más de 1,5ºC, que es el umbral compatible con un escenario más seguro para el futuro de la humanidad.
Este informe anual es crucial porque recoge las tendencias del país en su comportamiento respecto a uno de los mayores problemas planteados a corto plazo, como es el cambio climático. El verano de 2022, por sus extremos meteorológicos en temperaturas, olas de calor, noches tórridas, sequía, incendios…, ha sido determinante para que la sociedad española asuma la gravedad del reto y la necesidad de tomar medidas urgentes de descarbonización y adaptación al cambio climático.
Respecto a Europa, en emisiones totales (con datos entre 1990 y 2020), se observa que España es el segundo país que menos ha reducido, un 8%, mientras que otros países iniciaron su senda hacia la descarbonización antes que nosotros y con resultados más contundentes: por ejemplo, el Reino Unido redujo sus emisiones el 45%, Alemania el 42%, la Unión Europea 28 el 29%, Bélgica el 26%, Francia el 28%, Italia el 27%, u Holanda el 26%.
En 2021 han empeorado estos resultados por el aumento de las emisiones. Respecto a los datos de energía de 2021/2020 publicados por Eurostat se observa que España es el quinto país que más ha aumentado sus emisiones, con resultados solo peores que Bulgaria, Estonia, Eslovaquia e Italia. Europa, en el mercado de emisiones en 2021 disminuyó un 5%, mientras España las aumentó un 3%. España supone un 8% del total de las emisiones del mercado ETS, siendo el cuarto país de Europa 28. En la comparación por países 2021/2020 se sitúa en una situación intermedia, como Italia o Finlandia, pero mejor que Alemania o Suecia, que aumentó un 11%, aunque peor que Francia o Portugal o Polonia, con reducciones entre el 10% y el 15%. Al no haber tomados España medidas hacia la descarbonización, ahora deberán tomarse más contundentemente.
Las comunidades autónomas han mostrado diferentes comportamientos; por una parte, Asturias, La Rioja, Navarra, Madrid y Baleares, con aumentos entre el 15% y el 35%; y, por otra parte, Aragón, Murcia y las Castillas, con reducciones entre el 10% y el 15% en las emisiones del mercado de carbono.
En definitiva, no se ha observado descarbonización en España en 2021, cuando se debería estar observando una profunda descarbonización de todos los sectores para alcanzar los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima de una reducción del 23% para el año 2030. Como casi único avance positivo se observa el aumento de la penetración de las energías renovables eléctricas.
El avance de los datos del consumo de combustibles para 2022 (+3,9% en productos petrolíferos y +26,8% de gas natural), el aumento de ciclos combinados y carbón, además de la prolongación de la sequía, que hace que se desplome la producción de energía hidroeléctrica, y el aumento del transporte dibujan un escenario para 2022 también muy pesimista.
Los datos revelan responsabilidades diferenciadas en las emisiones de CO2 del país, donde muy pocas empresas son responsables de un parte muy importante del calentamiento global; tras los buenos resultados puntuales de 2020 España se ha vuelto a alejar de los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima; y apunta, con muy poca ambición, a la reducción del 23% de emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Por ello será necesario un cambio radical en los próximos años para cumplir los objetivos de descarbonización en el sector industrial, energético y en los sectores del transporte, residencial, comercial e institucional.
Hay que recordar que la descarbonización es un imperativo global por encima de cualquier contingencia, y que tenemos soluciones innovadoras y tecnologías para descarbonizar la economía, y hay que aplicarlas sin más excusas y dilación. Por todo ello, ahora es necesario adoptar medidas desde la esperanza, pero con firmeza y resolución. Todavía tenemos tiempo para decidir cómo queremos que se cuente nuestra historia.
1 Son emisiones del mercado de emisiones europeo, ETS aproximadas a las de Alcance 1 tan solo en España. En realidad, las emisiones de las empresas son mucho mayores porque se deben incluir las de alcance 1, 2 y 3 (2 y 3 no están en el mercado de emisiones) que suponen emisiones mucho mayores de las aquí consideradas. Además, muchas de estas empresas trabajan en entornos internacionales, con otras actividades fuera de las fronteras que no se incluyen en esta métrica
