Desde 2017 Inserta Empleo ha atendido a 172 mujeres con discapacidad víctimas de la violencia de género en Extremadura, facilitando que 36 de ellas hayan conseguido un contrato laboral. Desde 2020 han sido atendidas 44 mujeres, y 13 han obtenido un contrato a través del proyecto ‘Mujeres en modo ON VG’, bajo una metodología propia de intervención.
Esta iniciativa tiene como objetivo la mejora de la vida de las mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género, a través de su inclusión social y laboral, con la cofinanciación del Fondo Social Europeo, con el fin de incrementar la formación y el empleo de las personas con discapacidad.
Con el fin de concienciar y orientar sobre la importancia de este tipo de programas, Inserta Empleo ha celebrado el III Encuentro de su proyecto ‘Mujeres en modo ON VG’, en el auditorio del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y vía streaming.
La jornada puso de manifiesto que la colaboración entre Inserta Empleo y el tejido asociativo de la discapacidad es fundamental para impulsar la mejora de la situación de las mujeres con discapacidad víctimas de la violencia de género, que pasa, necesariamente, por su inserción laboral.
Durante el encuentro se abordó, a través de la intervención de diferentes expertos y testimonios reales, la especial vulnerabilidad que presentan estas mujeres y la importancia de la ayuda y acompañamiento que se les ofrece gracias a programas como este.
Según la Macroencuesta de violencia contra la mujer de 2019, la última ofrecida por el Ministerio de Igualdad y la primera que se detiene en las mujeres con discapacidad, el 40,4% de las mujeres con discapacidad acreditada ha sufrido algún tipo de violencia en la pareja, frente al 31,9% de las mujeres sin discapacidad. Asimismo, las mujeres con discapacidad acreditada denuncian el maltrato en mayor medida (30,8%) que las mujeres sin discapacidad (20,9%). Lo mismo sucede con la búsqueda de ayuda formal, ya que el 50,5% de las mujeres con discapacidad la ha buscado como consecuencia de la violencia de género sufrida a manos de alguna de sus parejas, frente al 31,1% de las mujeres sin discapacidad.