La Asociación Cultural Luis Chamizo de Guareña premia al vecino de la localidad pacense Damián Retamar con el Premio Chamizo 2024 por su trayectoria como pintor comprometido socialmente.
Damián Retamar estudió en la Escuela de Arte y Oficios Artísticos de Madrid, y ha realizado exposiciones a nivel internacional en países como Austria, Alemania, Bélgica o Georgia.
En su intervención tras recibir el galardón estimó que el arte es la llave para cambiar la literatura social; aunque “es una utopía, y como todas las utopías, es algo difícil de alcanzar; pero no imposible”. “Los medios audiovisuales de comunicación son los que influyen y marcan tendencias, a menudo de manera negativa para la sociedad; hay mucha desinformación y no da tiempo a interiorizar toda la información que nos llueve”, añade. “Todo pasa muy rápido. No hay sustancia, no hay miajón”, remarcó.
Catalogó su arte como principalmente social. Busca reivindicar el valor y la capacidad que tiene el arte para elaborar constructos sociales entre la población y ver desde un diferente prisma problemáticas o asuntos que requieren cierta empatía, cierta proximidad hacia los débiles y más olvidados de esta sociedad. “Hay que ser de alguna manera, la voz que los que no tienen ni voz, ni presencia en los medios, la voz de los que no cuentan”, insistió.
Damián Retamar se aparta del foco: “quizá, mi aportación es insignificante, como un grano de arena en el desierto; pero, como bien dice el refrán, ‘Un grano no hace granero pero ayuda al compañero’, y en esto estamos”.
Hemos podido charlar con él con motivo de este premio.
¿Cómo se encuentra, artísticamente hablando?
Creo que estoy en mi mejor momento artístico. La experiencia como pintor y las vivencias como persona han conseguido que mejore mucho mi obra que se ha hecho más social y reivindicativa. Me quedan ganas y ánimo de sobra para seguir llevando la cultura extremeña y el arte social por todo el mundo.
¿Cuál ha sido su experiencia personal preferida en España?
La mayor satisfacción para un artista es cuando consigues que tu arte llegue y emocione a la gente; esto me ocurrido varias veces durante las visitas guiadas a mi exposición ‘Frágiles’, que lleva recorriendo España desde 2019. La gente me dice que la muestra les llena y emociona, y esto ocurre sobre todo cuando la exposición visita zonas rurales; quizás se debe a que el mundo rural está menos saturado de eventos.
¿Qué significa haber recibido el Premio Chamizo 2024, además en su tierra natal?
Ha sido una sorpresa y una gran alegría. Chamizo es un referente cultural de Extremadura, y desde luego de Guareña. Que la Asociación Cultural Luis Chamizo pensase en mí para el premio, como pintor comprometido socialmente, me ha llenado de orgullo y satisfacción.
¿Cuál ha sido el trabajo internacional que más le ha enriquecido como artista?
Quizás cuando pinté falsos mármoles para la capilla del castillo del archiduque Andrés Salvador de Habsburgo-Lorena y Salm-Salm, en Gmund (Austria); el archiduque es descendiente de la famosa emperatriz Sissí y un gran amante de la naturaleza y de Extremadura así que congeniamos muy bien. El castillo es un lugar cargado de historia; como anécdota, siempre cuento que conseguí que en el patio de armas del castillo sonase ‘El candil’, de ‘La encina’ de Olivenza.
¿Qué recuerda de sus comienzos? ¿Qué es lo que más le hizo aprender?
Sobre todo las dificultades para conseguir salir adelante como pintor profesional, dificultades que nunca te abandonan. Aprendí que con la precariedad se te agudiza el ingenio y con el ingenio surge la genialidad. Ahora dependemos de las fundaciones, los ayuntamientos… Sin ellos, el arte social es difícil que llegue a la sociedad, al no ser tan comercial.
¿Está embarcado en algún nuevo proyecto?
Tengo varios proyectos porque suelo trabajar en más de uno a la vez. Uno es sobre la intolerancia y otro sobre la emigración. Trabajo también en un cuadro de grandes dimensiones para la iglesia de Santa María en Guareña, y sigo con la gira de ‘Frágiles’, que ahora se encuentra en Ubrique, en la Fundación López-Mariscal. Sobre todo, continúo difundiendo la filosofía del arte social como transformador de la sociedad, mediante charlas, conferencias, talleres y exposiciones, intentando ser la voz de los que no la tienen ni cuentan para la sociedad.