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La Fundación Adecco presenta un informe sobre el empleo de personas con discapacidad en Extremadura

La Fundación Adecco presenta un informe sobre el empleo de personas con discapacidad en Extremadura
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La contratación de personas con discapacidad en Extremadura crece un 30% en 2021, llegando a superar las cifras alcanzadas antes de la pandemia. 2021 se ha saldado con 3.678 contratos a personas con discapacidad, frente a los 2.820 de 2020 y los 3.107 de 2019.

El Sexpe ha hecho públicas las cifras de contratación relativas a 2021, constatándose que Extremadura ha entrado en una fase de recuperación sostenida que está conduciendo al restablecimiento de los niveles de empleo previos a la pandemia. Esta realidad se pone de manifiesto, sobre todo, en el caso de las personas con discapacidad.

Así, a nivel general, la contratación en Extremadura ha crecido un 13,5% con respecto a 2020 pero continúa siendo un 15,1% inferior a tiempos prepandemia. Entre las personas con discapacidad, sin embargo, el crecimiento interanual ha sido del 30,4% y la cifra de cierre de 2021 supera incluso a la alcanzada en 2019, situándose un 18,4% por encima.

A nivel nacional la contratación de personas con discapacidad aún no ha alcanzado los niveles prepandemia, siendo un 3% inferior. En Extremadura, sin embargo, la preponderancia de actividades primarias y la menor dependencia del sector turismo, el más castigado por la crisis, ha posibilitado que la contratación de personas con discapacidad llegue incluso a superar la registrada antes del Covid.

Según el director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, “en el caso de las personas con discapacidad está ayudando la ley que ampara su contratación, ya que las empresas de más de 50 trabajadores tienen la obligación legal de incorporar, al menos, a un 2% de profesionales con discapacidad; el refuerzo de las políticas de diversidad, equidad e inclusión en la era Covid; y el hecho de que muchos profesionales con discapacidad dieron la cara en los tiempos más duros de pandemia, incorporándose a empleos que no se cubrían por miedo al contagio en posiciones de alta demanda en la actualidad como repartidores, carretilleros o manipuladores en el sector alimentación”.

Esta progresiva recuperación de los niveles de actividad previos a la pandemia dibuja unas previsiones optimistas para 2022 y todo apunta a que el año en curso se cerrará con una nueva cifra récord de contratación de personas con discapacidad. “Las políticas de diversidad, equidad e inclusión se han visto reforzadas por la pandemia, en un contexto globalizado que ha dejado patente que la diversidad va más allá de la norma y que es un elemento fundamental para la competitividad. Uno de los grandes retos es, en este sentido, generar espacios laborales inclusivos y abiertos a la discapacidad. Hay que aprovechar este creciente compromiso para que las personas con discapacidad no solo firmen contratos de trabajo, sino que puedan encontrar empleos estables y sostenibles en el tiempo”, añade Francisco Mesonero.

A pesar de este positivo pronóstico, existen muchos retos que siguen evidenciando la desigualdad de las personas con discapacidad en el ámbito del empleo. “La participación de las personas con discapacidad en el mercado laboral en Extremadura es muy baja y su tasa de actividad apenas alcanza un 37,1%, lo que quiere decir que el 62,9% de los que tienen edad laboral no tiene empleo ni lo busca. Esta realidad, unida al gap formativo que presentan con respecto a la población general, urge una revisión de las políticas activas de empleo, a través del refuerzo de la colaboración público-privada para aprovechar el conocimiento que el tercer sector tiene de la discapacidad y del empleo. Es necesario apostar por un nuevo modelo de capacitación que, no solo incremente la formación académica de los profesionales con discapacidad y les permita conectar con los empleos emergentes, sino que les dote de habilidades y competencias estratégicas para superar un proceso de selección, ya que a menudo encuentran dificultades adicionales”, subraya.

Por último, la penetración de los trabajadores con discapacidad en el mercado laboral ordinario representa otro de los grandes retos; actualmente, el 81% de los contratos en Extremadura se suscriben en el ámbito protegido, en centros especiales de empleo. “Es en la empresa ordinaria donde se produce la inclusión en su máximo exponente, al garantizar la convivencia y el trabajo en equipo de las personas con y sin discapacidad en los mismos espacios y proyectos. Por ello, sin negar el importante rol de los centros especiales de empleo en el proceso de inclusión, resulta necesario establecer indicadores reales de tránsito a la empresa ordinaria”- concluye Francisco Mesonero.

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