El consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, ha presentado el nuevo modelo residencial, en el que se está trabajando, para abordar la dependencia y la promoción de la autonomía de la persona mediante un proceso asistencial integrado y tratando de prevenir la fragilidad en la persona mayor.
El objetivo es que las personas vivan el mínimo tiempo posible en situación de dependencia y evitar su institucionalización, ya que tiende a acelerar su envejecimiento.
En este sentido, se está trabajando en un proceso asistencial integrado de la persona con enfermedades crónicas complejas, para abordar las múltiples enfermedades de este tipo que pueden llevar a una situación de dependencia, y se está debatiendo una estrategia para prevenir la fragilidad en la persona mayor.
La Junta de Extremadura realizará una destacada inversión en servicios en el entorno cercano del ciudadano; así, se mejorarán la ayuda a domicilio y la teleasistencia, se creará la figura del asistente personal y se apostará por los servicios en los centros de día y las viviendas tuteladas, de forma que los centros residenciales estén destinados a las personas que necesitan institucionalización.
Con este modelo de centros residenciales se apuesta por una verdadera coordinación sanitaria y social, con una distribución homogénea tanto por zonas sociosanitarias como por áreas de salud.
Extremadura cuenta actualmente con 15.185 plazas residenciales en 300 residencias, de las cuales 8.579 son plazas públicas en 219 residencias y 6.606 son plazas privadas en 81 residencias.
Ello supone que se dispone de 13,8 centros residenciales por cada 10.000 personas mayores de 64 años, la mejor ratio de toda España, y con 6,9 plazas por cada 100 personas mayores de 64 años, muy por encima del mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud en el número de plazas, que es de cinco plazas.
El nuevo modelo residencial contempla tres niveles. El primer nivel local incluye a los centros residenciales, promoviendo que las personas puedan seguir viviendo en sus domicilios.
Estos centros proporcionarán servicios a la comunidad como el fomento del transporte accesible dentro del municipio, ayuda técnica para que las personas puedan seguir viviendo en sus domicilios, comida a domicilio, lavandería, podología y peluquería. Además, la unidad de enfermería de estos centros fomentará la seguridad de los usuarios desde el punto de vista sanitario.
El segundo nivel comprende los centros de referencia comarcal, con unidades de convalecencia para internamientos de media y larga estancia, con un doble componente, sanitario y social, y que no pueden ser consideradas zonas residenciales. Así, una vez que la persona se recupere de su dolencia pasará, según su estado de salud, al centro residencial o a su domicilio.
En este sentido una de las actuaciones de la Junta de Extremadura consiste en la adaptación de residencias sociosanitarias ya en funcionamiento, permitiéndoles tener unidades de convalecencia:
- en Badajoz ‘La Granadilla’ dispondrá de una unidad de convalecencia de entre 25 y 30 plazas
- en el Área de Don Benito-Villanueva de la Serena la residencia ‘Felipe Trigo’ tendrá entre 38 y 40 plazas
- en Mérida la residencia ‘El Prado’ contará con 33 plazas
- en Cáceres ‘El Cuartillo’ tendrá 48 plazas y ‘Cervantes’ de 25 a 30 plazas
- en el Área de Navalmoral de la Mata la residencia de Madrigal de la Vera ofrecerá entre 10 y 15 plazas
- en el Área de Plasencia ‘San Francisco’ proporcionará 15 plazas; el ‘Centro sociosanitario’ de 20 a 30 plazas, y ‘Los Pinos’ se dedicará especialmente a demencias
- en Coria se está estudiando la situación de la residencia que está en funcionamiento para que cuente con una dotación de 13 a 25 plazas.
Finalmente, el tercer nivel está formado por los centros de convalecencia y cuidados continuados, que comenzarán a funcionar en 2026 en Llerena, Pescueza, Jerez de los Caballeros, Herrera del Duque, Guareña, Piornal, Brozas y Tejeda de Tiétar, y que se construirán con fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.
La ubicación de estos centros responde a la intención de estimular la economía y la generación de empleo, afrontar el reto demográfico y cubrir las necesidades de cada zona.
En este sentido, el Área de Llerena no dispone de ningún centro de estas características, por lo que se dotará a la localidad de un centro de convalecencia y cuidados continuados. En esta misma área, Zafra contará también con una adaptación de la residencia híbrida, que permitirá disponer de unidades de convalecencia.
Asimismo, se ha tenido en cuenta que el envejecimiento en las localidades en las que se ubicasen estos centros fuese superior a la media de envejecimiento de la región, que se sitúa en el 20,6%; que la pérdida de población donde se ubicase fuera mayor que la media en la comunidad autónoma, situada en el 3,14%; y que permitiese una coordinación adecuada entre los servicios generalistas de los hospitales.
Por último, en el ámbito de la psicogeriatría es fundamental continuar invirtiendo en plazas, en opinión de José María Vergeles: “cada vez son más las personas que tienen trastornos graves de salud mental o alteraciones de conducta y que no pueden ingresar en un centro residencial por la distorsión en la convivencia que pueden generar”.
