La residencia de El Prado de Mérida, de titularidad pública, se adaptará mediante una reforma integral a los nuevos parámetros de eficiencia energética y al nuevo modelo residencial de Extremadura.
Con 120 plazas de autónomos, otras 70 plazas para personas en situación de dependencia y un centro de día, solo la residencia cacereña de El Cuartillo es más grande en la región. Para su reforma se cuenta con un presupuesto de cinco millones de euros y cofinanciación de fondos Feder.
El consejero de Sanidad y Servicios sociales, José María Vergeles, acompañado por el director gerente del Sepad, José Vicente Granado, ha visitado el centro, y ha recordado que se construyó en la década de los 70 del siglo pasado, y que las condiciones actuales para prestar los servicios sociales han cambiado, así como la preocupación por la eficiencia energética de los recursos públicos.
Por todo ello, los objetivos de esta reforma son ganar en eficiencia energética, ordenar el flujo de los trabajadores, y adecuar el centro para que los residentes vivan como si estuvieran en su casa, tal y como se contempla en el nuevo modelo residencial.
“Una vez reformado, el siguiente paso es sectorizarla para que las personas puedan desarrollar ese arraigo afectivo, porque cuando se viene a vivir a una residencia no se viene a un centro hospitalario”, ha añadido José María Vergeles. Así, en las dos primeras plantas estarán las personas con mayor dependencia y las que necesiten un periodo de convalecencia tras un ingreso hospitalario o tengan algún problema de salud que lo prescriba.

Visita a la residencia La Milagrosa, de Alange
José María Vergeles y José Vicente Granado también han visitado la residencia La Milagrosa en Alange, para conocer la propuesta de ampliación de este centro municipal por parte de la empresa gestora.