En la capilla de los Bejaranos de la iglesia parroquial de San Martín de la ciudad de Trujillo se conserva un óleo sobre lienzo que representa a la Sagrada Familia con San Joaquín y Santa Ana, procedente del Monasterio de San Miguel de la misma ciudad.
Está firmado y fechado en el ángulo inferior: “Joseph de Mera faciebat año de 1724”; es obra del pintor José de Mera y Rodríguez, natural de Villanueva de la Serena.
En esta obra podemos destacar las figuras de Santa Ana, la Virgen y el Niño, que componen el tema principal de la obra, respondiendo a una estructura triangular invertida, siendo el Niño el punto central de la obra, el más iluminado y hacia el que se dirigen todas las miradas.
La escena se desarrolla en el interior de una estancia con el suelo ajedrezado y los estrados para ubicar sus figuras, características tan propias de Mera, en un interior suntuoso; es una estancia decorada con los elementos propios del barroco (cortinajes en lo alto, arquitecturas abiertas de tipo clásico por la que penetra la luz, rompimiento de gloria), con la idea de enseñar a los fieles el valor del trabajo diario y la importancia de San José como educador del niño.
Los personajes femeninos están tratados con delicadeza, utilizando para los ropajes una variada combinación cromática de rosas y azules. En segundo plano vemos a San Joaquín y San José, este en actitud de leer un libro, lo que resulta poco frecuente; la escena remata en un rompimiento de gloria formado por un coro de ángeles que bajan al Niño con flores y una corona.
El tema de la Sagrada Familia tiene su origen en los Evangelios Apócrifos, unas narraciones de dudosa autenticidad, pero llenas de anécdotas pictóricas y localismos, ya que en los denominados Evangelios Canónicos apenas hay datos de la infancia de Jesucristo.
El cuadro fue restaurado en 2011 en los talleres de Restauración Mabol, bajo el patrocinio de don José María Pérez de Herrasti.