Queridos y queridas lectoras, tras largos años de ausencia por motivos de salud vuelvo a la familia Grada en este espacio de contenidos en el que he compartido tantas experiencias con vosotros y vosotras.
El tiempo de silencio y regeneración nos permite observar con mayor precisión y reflexión los cambios que se producen a nuestro alrededor y que están, inevitablemente, vinculados a nuestros propios cambios.
Tomar perspectiva es siempre aconsejable para comenzar un nuevo tiempo y es una satisfacción enorme para mí compartirla, en este rincón, con vosotros y vosotras. Bienvenida, bienhallada.
Así como las catástrofes naturales nos dejan un rastro de desolación y un mapa de destrucción, en nuestra propia vida ocurren acontecimientos que, de manera individual, rompen nuestros esquemas vitales y nos obligan a situarnos tras el dolor de la pérdida en ese espacio vacío de incertidumbre, miedo e inseguridad.
Construir un relato adecuado a la experiencia vivida nos permite eliminar tensiones y pensar con mayor claridad, ordenando los detalles del acontecimiento y entregándonos a la tarea compleja de expulsar el dolor. Escribir sobre lo que sentimos es siempre un buen comienzo para dejar atrás el pasado.
El próximo día 15 de noviembre comienza para mí una nueva etapa profesional y personal que inicio con el relato de mi propia experiencia, mis libros, mi historia y mis deseos de supervivencia.