El sector eléctrico es, desde hace años, el segundo que genera mayor número de reclamaciones en la Unión de Consumidores de Extremadura, tras la banca, siendo los principales motivos los errores en la facturación, la inclusión de servicios no contratados y las condiciones contractuales incumplidas.
Como la mejor forma de solucionar un problema es evitar que se produzca, es importantísimo conocer lo que nos espera en nuestra relación con las eléctricas y poder prevenir sus trampas.
Por una parte, las permanencias encubiertas y la falsa libertad de elección; aunque el marco legal permite al consumidor cambiar de comercializadora sin restricciones, en la práctica muchas compañías imponen cláusulas de permanencia que no se comunican de forma clara durante el proceso de contratación. Estas cláusulas suelen estar vinculadas a servicios adicionales, como el mantenimiento de instalaciones o revisiones técnicas, que se presentan como gratuitos o promocionales, pero que en realidad implican una vinculación contractual de hasta 24 meses.
Por otro lado, las tarifas opacas y la complejidad como herramienta de confusión; una de las principales diferencias entre el mercado regulado y el mercado libre es la forma en que se presentan las tarifas, dado que, mientras que el mercado regulado está sujeto a supervisión pública y refleja el precio real del mercado mayorista, las tarifas del mercado libre permiten a las comercializadoras establecer precios y condiciones con mayor flexibilidad. Esta libertad ha derivado en una falta de transparencia que dificulta la comparación objetiva entre ofertas. Las tarifas del mercado libre suelen incluir descuentos promocionales, precios fijos o indexados, y condiciones especiales que no siempre se explican con claridad. En muchos casos, el consumidor desconoce si el precio ofertado incluye impuestos, si varía según la franja horaria, o si está sujeto a revisiones periódicas.
También se incluyen seguros de mantenimiento no solicitados, utilizándose la contratación automática como estrategia comercial; una de las prácticas que más reclamaciones genera es la inclusión automática de seguros de mantenimiento en los contratos de suministro eléctrico. Estos seguros, que cubren servicios como revisión de calderas, asistencia técnica o inspecciones periódicas, se añaden al contrato sin que el aparecen como productos asociados en la factura, con un coste mensual que oscila entre los 5 y los 15 euros.