Cuando vemos una labor apreciamos el arte en su conjunto, no nos paramos a pensar en los hilos de los que está compuesta o los enredos que pudieron formarse al combinar los colores.
Esto mismo pasa con nuestros pensamientos; no los vemos, pero están ahí, tejiendo y entrelazándose de forma automática, enredándose y desenredándose a su antojo. Hilos que representan la forma en que organizamos nuestras reflexiones. Hebras que paralela y perpendicularmente están interconectadas y marcadas por nuestra experiencia de vida, formando nuestro estado mental.
Los entretejidos pueden ser positivos, neutros o negativos. En el caso de hilos positivos se conectarán unos con otros de acuerdo con ciertas reglas, y nos permitirán resolver de forma sencilla los problemas. Estas proposiciones enlazadas entre sí darán apoyo o justificarán una idea, llegando a un razonamiento lógico.
En el caso de hilos negativos, la reflexión subjetiva comenzará a tomar fuerza, convirtiéndose en creencias y pensamientos inflexibles y limitadores, que nos alejarán de nuestros objetivos. Se tejerán nudos que nos separarán de la verdadera visión objetiva de la realidad y nos llevarán a cierto grado de sufrimiento.
¿Y tú? ¿Te has preguntado alguna vez qué tipo de información te envías a ti mismo para tratar de justificar situaciones cotidianas, y hacia dónde llevas tus hilos de pensamiento teniendo en cuenta cómo te sientes?
La persona que confecciona una labor tiene un propósito; si no fuera así, sentiría que desperdicia tiempo, energía y materia prima. Para dar un sentido, una dirección y un significado a nuestra propia existencia, debemos equilibrar y representar la forma en que organizamos nuestros pensamientos en las diferentes áreas de nuestra vida. Combinando la variedad de matices y colores en el mundo laboral, social, familiar, financiero, académico, físico y mental, obtendremos la razón por la que nos levantamos cada mañana.
Te deseo que en el año que comienza no pierdas el hilo, y si la obra no resultó ser el objetivo deseado comprométete a utilizar nuevas estrategias, reenfócate en hacer una pieza con un estilo diferente y, al mismo tiempo, agradece y brinda por todos y cada uno de los días, incluidos aquellos en los que necesitamos que alguien nos tire del hilo.
Felices y desenredadas Fiestas y Año Nuevo para todos.