El 28 de junio se conmemora el Día internacional del orgullo LGTB+, fecha que este año llega acompañada de una campaña electoral, circunstancia que brinda la oportunidad de colocar sobre la mesa las demandas del colectivo LGTB+.
El Consejo de la Juventud de Extremadura recuerda que hace 18 años España se colocaba a la vanguardia en el ámbito de los derechos de las personas LGBT+ al reconocer el matrimonio igualitario. Sin embargo, el escenario actual es completamente distinto debido al inmovilismo, cuando no retroceso, que se está produciendo en este ámbito.
El Consejo de Juventud de Extremadura ya manifestaba su preocupación, aportando datos del Forum Rainbow Europa, según los cuales se había producido una caída de cinco puestos en el ranking que ILGA-Europe publica anualmente, causada, entre otras razones, por las agresiones a personas LGBT+, los discursos de ultraderecha o la puesta en tela de juicio de los derechos de las personas trans.
“Hoy, más que nunca, es necesario que desde las instituciones, ya sean estatales, autonómicas o municipales, se protejan los derechos de las personas LGBT+. Es necesario un compromiso real por parte de toda la sociedad para que cesen los ataques hacia este colectivo, especialmente hacia las personas trans, quienes en los últimos años han sido especialmente cuestionadas y vilipendiadas. En momentos en los que los bulos informativos campan a sus anchas por las redes sociales, es vital que, aquellos organismos con los recursos y el altavoz suficiente entre la juventud, demos un paso al frente y seamos más vehementes que nunca en la defensa de la diversidad de nuestro país”, señala el manifiesto.
“No podemos permitir que los y las jóvenes compren discursos que atentan directamente contra los avances sociales conseguidos hasta el momento en materia de igualdad. Hoy, más que nunca, necesitamos activistas en cada casa, en cada grupo de amigos, en cada reunión social. Nos jugamos mucho”, se añade.
“Y, si grave es dejar de defender lo ya conseguido, más grave aún es dejar de reivindicar las desigualdades aún existentes y la necesidad de continuar avanzando. Los derechos LGBT+ no solo benefician al colectivo LGBT+; el reconocimiento de derechos amplia y ensancha el bienestar social de todos nosotros”, concluye.
