La historia de la tenaz defensa de Badajoz ante las tropas napoleónicas cobra vida en la novela gráfica ‘Menacho. Triunfar o morir’, una obra del guionista extremeño Juan Luis Iglesias y el dibujante valenciano Juanfer Briones, publicada por Cascaborra Ediciones.
El cómic, que se presenta estos días en Badajoz, tanto en la sede de Fundación CB como en la Feria del Libro, reivindica la figura del mariscal Rafael Menacho y el papel de la ciudad como símbolo de la resistencia frente a las ambiciones de Napoleón.
Entre enero y marzo de 1811 Badajoz fue escenario de uno de los asedios más intensos de la Guerra de la Independencia. La ciudad, clave para el control de la frontera y el acceso a Portugal, se convirtió en objetivo prioritario para el ejército francés comandado por el mariscal Jean-de-Dieu Soult. Al frente de la defensa se encontraba Rafael Menacho, gobernador militar y figura central de esta gesta, cuya determinación y valor marcaron la resistencia de la plaza.
Durante dos meses los habitantes y defensores de Badajoz soportaron bombardeos, combates y una dura lucha psicológica. El asedio se libró a lo largo del perímetro amurallado, en los fuertes de Pardaleras, Picuriña y San Cristóbal, y tuvo su punto álgido en la sangrienta batalla del Gévora, al norte de la ciudad. La novela gráfica narra estos episodios a través del testimonio ficcionado del cabo Hilario Giral, personaje real que encarna el espíritu de los defensores.
Esta obra destaca por su fidelidad a los hechos históricos y su cuidada puesta en escena visual. El cómic no solo muestra el fragor de los cañonazos y las estrategias militares, sino también el miedo, el sufrimiento y la valentía de los pacenses durante el asedio. Además, incluye un epílogo de Eduardo García-Menacho y Osset, descendiente del mariscal y miembro de la Academia de las Ciencias y las Artes Militares, que aporta un contexto adicional a la gesta.
Esta novela gráfica se suma a la colección ‘Historia de España en Viñetas’, de Cascaborra Ediciones, que busca acercar episodios clave de la historia nacional al gran público.
El cómic se presenta el martes 13 de mayo, a las 19.00 horas, en la sede de Fundación CB, y el sábado 17 de mayo, a las 12.30 horas, en la Carpa de Conferencias del Paseo de San Francisco.
Hemos tenido la oportunidad de hablar con sus autores, que se refieren a esta obra como un homenaje a Badajoz y a Menacho como símbolos de la resistencia frente al invasor, y una invitación a recordar y reivindicar a los héroes que forjaron la memoria colectiva.

¿Qué les motivó a elegir la figura de Rafael Menacho y el asedio de Badajoz como tema central para esta novela gráfica?
Juan Luis Iglesias (JLI): La editorial Cascaborra Ediciones publica desde 2016 la colección Historia de España en Viñetas. Cuando conocí al editor Julián Olivares hace un par de años, al enterarse que soy extremeño, me propuso hacer un cómic sobre Rafael Menacho. Me pareció un reto apasionante. Narrar los casi dos meses de asedio, entre finales de enero y principios de marzo de 1811, además de la batalla del Gévora, con un reparto coral de personajes, aunque el protagonismo recaiga en el mariscal Menacho, no era tarea fácil. Pero creo que lo hemos conseguido. Ha quedado un cómic espectacular.
Juanfer Briones (JB): Sinceramente, fue Juan Luis quien me descubrió el personaje y su trabajo del guion me convenció para ‘enrolarme’ en la aventura de dibujarlo. Es cierto que tengo debilidad por el género histórico y las historias menos conocidas pero no por ello menos importantes que son las que componen la Historia con mayúsculas.
¿Cómo fue el proceso de documentación histórica para asegurar el rigor en la reconstrucción de los hechos y personajes?
JLI: Para escribir el guion, básicamente tuve como referencia cuatro libros. El ‘Diario de Menacho’ que publicó la Diputación de Badajoz, que recoge el diario del mariscal durante el asedio. ‘La Guerra de la Independencia en Badajoz: Fuentes francesas’, también editado por la Diputación, que me aportó el punto de vista del invasor francés. ‘Badajoz 1811’, de Jacinto J. Marabel, publicado por Almena Ediciones, que me fue de gran utilidad para conocer los detalles de la batalla del Gévora. Y, por último, el libro biográfico de Hilario Giral que publicó la Asociación de Amigos de Badajoz, que me sirvió para encontrar el narrador de la historia, pues el cabo Hilario Giral, de Barbastro, explicó en sus memorias que conocía a Menacho y que había tenido una relación de cercanía con él. Además de los libros, Internet es de gran ayuda. Por ejemplo, para documentarnos sobre los uniformes de los regimientos españoles, tomamos como referencia un artículo de Luis Sorando publicado en la web de la Asociación Napoleónica Española. También Carlos Sánchez, del ayuntamiento de Badajoz, me envió información, como la ruta de las fortificaciones de Badajoz que hay en Google Maps. Todo el proceso de documentación ha sido laborioso, pero muy enriquecedor.
JB: Ahí Juan Luis tiene un papel relevante ya que aportó mucha documentación e insistió mucho en detalles muy importantes. Yo siempre intento que los personajes transmitan la trama y ayuden a la historia y pongan en segundo plano la documentación, pero creo que el lector medio descubrirá muchos aspectos documentales de peso y el más avezado no se defraudara ese aspecto. Todo siempre en favor de la historia y desde el máximo respeto.
¿Qué desafíos encontraron al trasladar un episodio tan intenso y dramático de la historia militar española al formato de cómic?
JLI: A nivel de guion había que dar contexto al lector, pensando en cualquier tipo de lector, no solo en los expertos en la Guerra de la Independencia. Por ello las primeras páginas resumen el origen del conflicto y, también, la trayectoria de Menacho hasta llegar a ser nombrado mariscal y gobernador militar de Badajoz. Luego el reto era explicar un asedio a una ciudad fortificada tan impresionante como era Badajoz en la época, las estrategias ofensivas de los franceses, las defensivas de los españoles, por qué la batalla del Gévora fue tan importante, los eventos que desencadenaron la rendición y cuáles fueron las consecuencias, no solo para Badajoz, sino también una vez terminada la guerra para el conjunto de España. Además, la ciudad de Badajoz debía ser protagonista, y mostrar tantos lugares representativos como fuera posible (los fuertes de Pardaleras, San Cristóbal, Picuriña; el Cuartel de la Bomba; el Puente de Palmas; la Torre de Santa María, etc.). Sin olvidar que estamos contando una historia, tiene que ser amena, emotiva, épica.
JB: Para mi el principal desafío fue destacar que detrás de cada acción militar siempre hay un civil que también la ‘sufre’. De eso tenemos ejemplos recientes y los soldados rasos y el pueblo de Badajoz como actor secundario involuntario también está presente en el relato.
¿Cómo fue la colaboración entre guionista y dibujante durante la creación del libro? ¿Qué aportó cada uno al resultado final?
JLI: Juanfer me pidió un guion ‘literario’ y no ‘técnico’, entendiendo como tal un guion que describe lo que ocurre viñeta por viñeta. De esta forma él podría tener mayor libertad para trabajar en la narrativa visual. Así que estructuré el guion en escenas, proponiendo imágenes, pero sin focalizarme en cuántas viñetas habría por página, describiendo lo que ocurría en cada escena, junto con los textos del narrador y los diálogos de los personajes. Con el guion terminado, Juanfer realizó el storyboard de todas las páginas y luego hice los ajustes necesarios a nivel de textos, simplificándolos. En cierto sentido ha sido un proceso recursivo, de ir construyendo el cómic por niveles, de lo genérico a lo detallado.
JB: Ha sido una experiencia enriquecedora por todo lo que respecta al trabajo narrativo. Los recursos de Juan luis son excepcionales y me han facilitado enormemente la narrativa. He intentado desde el color retratar el dramatismo de la diferentes situaciones que Juan Luis ha ido desgranando y creo que el resultado esta a la vista.
¿Qué criterios siguieron para equilibrar la espectacularidad gráfica con el respeto a la veracidad histórica?
JLI: Desde un principio tuve claro que necesitábamos un narrador, un personaje que hiciera de cronista, que su discurso fuera encadenando las escenas y aportando información detallada. Así podíamos central lo visual en la parte más espectacular, para que Juanfer pudiera desplegar todo su arte.
JB: La Historia a menudo es una ilustre desconocida pero en este caso contábamos con muchos elementos que aportaban indiscutible veracidad, ya que hay fuentes fiables y numerosos relatos de los que nutrirse. Siempre hay una parte de ‘fantaseo’ para resumir, simplificar o hacer sencillo algo tan complejo como la Historia, pero nunca desde la frivolidad sino en aras de generar un relato entretenido pero veraz.
El libro incluye un epílogo de Eduardo García-Menacho y Osset, descendiente del mariscal Menacho. ¿Cómo influyó su aportación en el enfoque de la obra?
JLI: Contactamos con Eduardo una vez terminado el cómic. Pensamos que era la persona ideal para escribir un epílogo. Leyó el cómic, le gustó cómo habíamos enfocado la historia y decidió escribir un texto repasando la trayectoria del mariscal Menacho desde su nacimiento hasta que es nombrado gobernador de Badajoz. Ha sido el complemento perfecto, el broche final. Aprovecho para agradecerle su generosidad.
JB: Me hizo ilusión su opinión positiva y de ahí su interés en participar. Hay que agradecerlo.
¿Qué esperan que los lectores descubran o reflexionen sobre la memoria histórica y los valores representados por Menacho y los defensores de Badajoz?
JLI: Creo que Rafael Menacho era un hombre de ideales fuertes, un líder nato, de carácter firme y justo, comprometido con la causa y los ciudadanos que tuvo que defender. Me gustaría que los lectores, al leer el cómic, se pusieran mentalmente en el año 1811 y revivieran aquellos acontecimientos. Y que cuando vuelvan a pasear por Badajoz, la vean desde este momento de la Historia. Y los lectores que no sean de Badajoz, se animen a visitarla, por su enorme patrimonio.
JB: Siempre es buena ocasión recordar que hay hombres y mujeres que tiene calles y plazas a su nombre y es por alguna razón. El objetivo es dar a conocer el personaje a través de él, la gesta de Badajoz y la importancia de este episodio en la Guerra de Independencia. Y todo de manera amena, veraz y directa.
¿Tienen previsto abordar otros episodios históricos en futuros proyectos conjuntos? ¿Qué les atrae especialmente de la historia de España para el formato de novela gráfica?
JLI: Acabo de terminar otro guion, una historia más de género, de aventuras y terror, aunque también tiene cierto trasfondo histórico en relación con la Revolución Rusa y la Primera Guerra Mundial. Al ser un medio visual, la novela gráfica permite recrear el pasado con fidelidad y sin el coste en recursos que requiere el cine o la televisión. Como guionista puedo imaginar cualquier escena que un gran artista como Juanfer pueda dibujar, sin estar condicionado a un presupuesto. Así que es el formato perfecto para grandes historias, ambientadas en cualquier época.
JB: Sin duda tendremos ocasión de colaborar en breve. Es cierto que en este momento estoy inmerso en dos proyectos también históricos. Uno sobre las guerras celtíberas contra Roma y otro sobre un personaje de siglo XVIII, así que por ahora habrá que esperar.
JLI: Habrá ocasión, es cuestión de encontrar el proyecto y momento adecuados. Ha sido un placer trabajar juntos.