Millanes Rivas, natural de la localidad cacereña de Moraleja, acaba de publicar ‘Paisaje nacional’, bajo el sello Alianza Editorial, que ha servido para inaugurar una nueva colección, ‘Voces’.

Nacido en 1994, Millanes Rivas publicó su primera obra en 2021. Con una adolescencia peculiar, durante la cual recorrió Extremadura haciendo teatro, realizó sus estudios de Comunicación Audiovisual y Estudios Teatrales en Barcelona.

La trama de ‘Paisaje nacional’ se desarrolla en El Álamo, un antiguo pueblo de colonización surgidos durante el franquismo, en el que se ha asentado un grupo de okupas. Allí se encuentra el narrador de esta novela cuando se le presenta una aparición. Esa aparición y su mensaje dan pie a un improbable ‘road trip’ entre un joven y sus tres tías, ‘La Mayor’, ‘La Mediana’ y ‘La Lady Di’, hacia el reencuentro de una familia fragmentada por la herencia, agitada por un nuevo testamento sentimental. Un viaje de vuelta al lugar del que se fueron sus antepasados para recuperar, como los arqueólogos en la tierra, la historia familiar.

Millanes Rivas es una de las plumas más originales de la nueva generación de narradores que no teme experimentar y cuestionar los límites de los tópicos y de las formas. En su última obra condensa mitología popular y tradición con los nuevos modos de relacionarse, el posicionamiento político y la incertidumbre propia de la juventud.

Con motivo de esta última publicación hemos tenido la oportunidad de hablar con el autor extremeño.

¿Qué te movió durante tu adolescencia a recorrer Extremadura haciendo teatro?
Recuerdo una función de una compañía que llegó a mi pueblo cuando yo era muy chico, y desde entonces se desarrolló en mí la ilusión por el teatro. A la edad de 13 años me incorporé al grupo de teatro que había en mi pueblo. Después fue cuando llegaron las oportunidades para ir a otros lugares de Extremadura. Creo que nadie lo planificó, pero nos convertimos en una troupe itinerante muy particular, formada por seis mujeres y luego estaba yo.

Tal y como está planteada la temática que aborda ‘Paisa nacional’, ¿Contiene vivencias y experiencias personales relacionadas con esos viajes durante tu adolescencia?
En mi vida ha habido mucha carretera, mucho viaje. Por algún lado ha terminado saliendo este ‘road trip’. Desde luego que esa fuerza de mis compañeras de teatro, esas horas con ella, han calado hasta configurar mi carácter y el carácter de mis personajes.

¿Qué experiencias significativas han marcado tu carrera como escritor?
Haber vivido en diferentes lugares, con diferentes entornos, ha modificado mi escritura. Las ciudades, los espacios políticos o las lecturas compartidas. Pero trabajo mucho con algo troncal, que es el lugar del que vengo, la familia en la que nazco, el habla de mi gente. Eso está muy arraigado.

Te marchaste a Barcelona para estudiar Comunicación Audiovisual e investigar sobre Federico García Lorca. ¿Sientes que tu obra se inspira de alguna forma en él?
No creo que haya una inspiración consciente, más allá de un verdadero interés en el teatro lorquiano. Lo lorquiano ya existe, ya está, por lo que hay que escribir desde otros sitios. Sin embargo, también es cierto, en ‘Paisaje nacional’ hay un caballo que pisotea las paredes del establo como el garañón de uno de los textos de Federico.

¿Cuáles son tus inspiraciones y fuentes de creatividad?
En el caso de ‘Paisaje nacional’ el resultado vino de investigar sobre procesos de distribución de la tierra, a la par que de buscar en los archivos la historia de un bisabuelo represaliado en la guerra. Primero hubo un tema, después llegó la historia.

¿Existen temáticas recurrentes en tus obras?
Entiendo que sí, pero tienden a ser imágenes y conceptos que inconscientemente van conmigo.

Una obra es algo complejo y, normalmente, no es simplemente una historia. ¿Hay mensajes o ideas que como escritor pretendas transmitir regularmente a través de tus obras?
Efectivamente, ‘Paisaje nacional’ tiene varias capas de lectura. No son interpretables, porque las herramientas están en el texto.

Hemos leído que estás considerado uno de los autores más originales de la nueva generación de narradores, que no temes experimentar y cuestionar los límites de los tópicos y de las formas.
Esto es un reclamo editorial, no tengo nada que ver ahí.

Existen muchas personas cuyo sueño es dedicarse a escribir. ¿Qué consejo les darías?
Que prioricen lo que les haga feliz.