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Pediofobia, o miedo a los muñecos

Pediofobia, o miedo a los muñecos. Grada 178. Amparo García Iglesias
Foto: Amparo García Iglesias

La pediofobia es el miedo irracional, persistente y desproporcionado a los muñecos de cualquier tipo, no solo a los que tienen una imagen diabólica. La palabra proviene del griego: ‘paidion’ (niño) y ‘phobos’ (miedo o fobia). Es un tipo de fobia que se califica dentro de las fobias específicas, ya que el objeto no representa una amenaza o peligro real, pero provoca ansiedad y conductas de evitación.

Quienes tienen miedo a los muñecos también suele tener miedo a los maniquíes o estatuas de cualquier tipo. De hecho, un museo de cera, aunque parezca difícil de creer, no es un lugar agradable para muchas personas.

Estos temores pueden ser desencadenados por la cultura popular, cuando se quemaban muñecos vudú asociados a la brujería y traían la desgracia a una familia. También en las películas de terror; por ejemplo Chucky, el muñeco diabólico, que en ‘Child’s Play’ representa a un personaje malvado que cobra vida para causar daño al ser humano.

Si la fobia la producen los artistas de circo, como payasos o mimos, hablaríamos de coulrofobia; si la producen los muñecos robóticos o autómatas, como los títeres o los que utilizan los ventrílocuos, recibe el nombre de automatonofobia.

Sigmund Freud, en su libro ‘Lo siniestro’, decía que este miedo se produce por el desasosiego que está a medio camino entre la vida y la muerte, lo animado y lo inanimado; es decir, todo aquello que se escapa de las clasificaciones dicotómicas absolutas que establecemos en nuestra mente para mantener la sensatez, y que solo toma dos valores, ausencia o presencia, para determinar la identidad. Por este motivo, cuanto más realista es el muñeco, más terror produce.

No a todas las personas les asustan los rasgos casi humanos; hay niños que prefieren que los muñecos sean realistas, y adultos que coleccionan muñecos clásicos o compran muñecos ‘reborn’.

Las personas afectadas por pediofobia puede que hayan experimentado un trauma en algún momento de su vida y posteriormente han asociado su experiencia, de forma inconsciente, a los muñecos, creando temor hacia estos.

Una forma de tratamiento implicaría la exposición gradual al estímulo. Por eso, si te has sentido identificado con este artículo y con este miedo, bastante común, por cierto, deja de asociar la sensación de que un muñeco puede cobrar vida en cualquier momento y vuelve a recoger aquellos muñecos que has ido desechando de tu vida. A través de la desensibilización irás reduciendo la angustia experimentada.

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