Javier Meléndez
La llegada del otoño, aunque sea cada vez más retrasado (cosas del ‘inexistente’ cambio climático…) significa volver a encuentros muy agradables. Compartir mesa con políticos que esa noche dejan fuera su traje institucional aporta acercarse a lo que alguien definía como “la política de las pequeñas cosas”, de las cosas del día a día, conocer la realidad de su gestión y sus preocupaciones más allá del titular o del ‘canutazo’ de prensa. Es palpar que la tarea política está de verdad al servicio de los ciudadanos, de cómo mejorar su calidad de vida, de cómo acoger adecuadamente a quienes aspiran a una vida mejor, y cómo en Extremadura el entendimiento se impone a la ideología. Ver a políticos de ‘derechas’ y de ‘izquierdas’ comentando cuestiones de su quehacer diario sirve para conocerlos en su dimensión de ciudadanos que gestionan la vida de otros ciudadanos.
Fue muy agradable poder dialogar con gentes de distinto signo, unidos por la causa de ayudar a los demás, en una cena-entrega de premios que se consolida a nivel regional como uno de los eventos más importantes. Y no es pasión de amigo. Es constatar una realidad, la reunión de un importantísimo colectivo de empresas y personalidades bajo la causa común de la solidaridad. La entrega de los Premios Grada sirvió para poner de relieve la realidad de muchas personas y familias, y reconocer los méritos de quienes hacen mejor esta tierra.
Más de 400 personas, variopintas ellas, artistas, empresarios, representantes de empresas, de los medios de comunicación, etc. llenaron el Palacio de Cristal del Hotel Río. Todas las instituciones de la región, empezando por la Junta de Extremadura, diputaciones, ayuntamientos, y otras entidades estuvieron representadas. La valentía de Miriam Al Adib, la creatividad de Fernanda Jaramillo, el trabajo de Vegenat, la capacidad de impulso de ‘La casa de las carcasas’, el fomento del arte del Festival de teatro clásico de Alcántara, la carrera musical de Gecko Turner y la enorme labor social de Magdalena Moriche, entre otros, obtuvieron un más que merecido reconocimiento.
He de reconocer que uno de mis mejores momentos fue la conversación con la premiada por la Fundación Primera Fila, Irene Villa. Una mujer impresionante, la mejor representación del triunfo sobre el terrorismo de la sociedad española. Alguien que decidió vivir a pesar de aquellos que quisieron que no lo hiciera. Una mujer que ha dedicado su vida a hacer mejor la de los demás. Es un auténtico orgullo conocerla y saber de primera mano cómo sus hijos, su auténtico motor, van adentrándose en el sinsentido de la experiencia amarga que su madre, su abuela y tantos miles de ciudadanos tuvieron que vivir.
La representación artística fue sencillamente brillante. Escuchar a Lana Tryhub estremece; el desgarro de una guerra estúpida e injusta le hizo salir de su país; la fuerza de la solidaridad de una tierra acogedora (pese a quien pese) le permite mostrar su talento y hacer que no olvidemos el porqué de su estancia entre nosotros.
La presentadora estuvo muy bien, como profesional televisiva que es. Faltó algo de coordinación con el conjunto musical, nada que no solucione algo más de ajuste y ensayo. De Javi Mendoza, en su papel de copresentador-animador, puedo decir que se supera cada año; un joven valiente, con la capacidad de poner a la sociedad frente al síndrome de Asperger con sinceridad y honestidad; Javi sabe poner el punto divertido a sus intervenciones, lo que se agradece.
Me piden siempre que exprese mi opinión, y así lo hago. Habría que tratar de mejorar la sonorización del salón, para que se escuchen bien las intervenciones de premiados y presentadores en todo el recinto; e insisto en pedir al público que escuche las intervenciones en silencio por educación. De verdad, no pasa nada, prueben a escuchar.
El catering y la atención del personal del hotel, absolutamente exquisitos, como siempre. Productos extremeños de mucha calidad, perfectamente cocinados y servidos. Un enorme placer. Y la organización, con los amigos de Comboz, Primera Fila y Grada, se supera cada año. Gracias a todos los que habéis hecho posible una noche inolvidable.
Y como dicen que una imagen (un video) vale más de mil palabras, aquí pueden disfrutar de la velada.
