Los tres primeros volúmenes, en vez de los dos previstos, de la obra que coloquialmente conocemos como ‘el Cossío’ se publicaron, en 1943, bajo la dirección de José María de Cossío.
En 1977, fallecido ya el iniciador de la obra, la dirección del trabajo la asumió el crítico taurino y escritor Antonio Díaz-Cañabate, pues ese había sido el deseo expreso del propio creador. El escritor aceptó el encargo póstumo y dirigió, no sin dificultades, el quinto y sexto tomo, publicados en 1980 y 1981, dedicados fundamentalmente a las nuevas biografías de profesionales y los otros contenidos clásicos de la obra. Me contó Ricardo López de Uralde, enseguida hablaré de él, que tuvieron mucha suerte. Un buen día se presentó en la editorial Juan José de Bonifaz ofreciendo una enorme cantidad de fichas, me dijo que más de 8.000, con datos sobre toreros. Su oferta fue aceptada y de esta manera se convirtió en redactor del cuerpo principal de la obra en los tomos 5, 6 y 11 de la colección. El mismo Antonio Díaz-Cañabate incluyó un trabajo en el sexto volumen, un texto que nos acerca al toreo moderno. También colaboraron, con otros temas, Antonio García-Ramos Vázquez, Antonio Santainés Cirés, Mariano F. Zúmel y Álvaro Domecq y Díez.
Un nutrido grupo de escritores, especialistas en diversos temas, dieron vida al séptimo tomo; Francisco de Cossío y Corral fue el recopilador de las crónicas taurinas incluidas en los tomos 8, 9 y 10; el tomo 11 lo redactó el mencionado Juan José de Bonifaz; y José María Sotomayor elaboró el cuerpo principal del tomo 12, como he anotado, último de los aparecidos.
En 1997 aquella publicación inicial, que al final la compusieron tres tomos como he apuntado, alcanzó un total de 12. Si, de alguna manera, José Ortega y Gasset fue fundamental en la gestación de esta obra, no lo es menos que el editor de Espasa Calpe, Ricardo López de Uralde y Aracama, lo fue para su continuidad. De su mano aparecieron, por este orden, los tomos 5 a 9, 11, 10 y 12 de esta obra. Del apunte biográfico que de él introduje en Tauromaquia A-Z (1991) extraigo lo siguiente: “Editor de la firma Espasa-Calpe que llevado de su afición al mundo de los toros y su entorno cultural preparó cuidadosamente la nueva andadura de la obra iniciada por José María de Cossío y publicada, en cuatro tomos, con el título de ‘Los Toros. Tratado técnico e histórico’. En unos pocos años ha visto, tan magna obra, aumentado el número de volúmenes hasta hacer un total de once, período en el que el editor ha tenido la responsabilidad de buscar los autores idóneos y en más de una ocasión incluso la selección de los temas a incluir. A este acierto en la continuidad de una obra clásica, inestimable para cuantos tenemos que ver con el mundo de los toros, hay que unir su empeño en lanzar al mercado una colección de libros taurinos en la que tuvieran cabida todos los temas relacionados con la fiesta. Su constante dedicación a estas obras ha consolidado, como antes ocurriera con la de José María de Cossío, la colección ‘La Tauromaquia’ de la que se llevan publicados varios volúmenes”.
Añado que llegó a sumar 84 títulos en sus dos etapas de vida. También que se hizo una selección de siete títulos de ellas, diez volúmenes, pues tres de ellos eran dobles, y que se comercializaron conjuntamente. La colección se tituló ‘La Fiesta’. La historia de estas colecciones puede leerse en: Algunas colecciones de libros taurinos, por José María Sotomayor. Encuentros en Katay, número 27 (2013). Universidad de Fujen. Taipei. Departamento de Lengua y Literatura Españolas. Casa de España en Taiwán. Ediciones Catay.
La proliferación de libros taurinos en 2023, más de cien, me ha recordado la importancia de Ricardo López de Uralde, desde Espasa-Calpe, en la edición de estos libros tan apreciados para muchos. Eso ha motivado estas líneas en su homenaje, merecida deferencia.
