Los grandes avances de la humanidad en medicina, ingeniería genética y biotecnología permiten tener cada vez una mayor esperanza de vida y de mayor calidad.
En concreto, en el terreno de la biotecnología, como tecnología aplicada a los procesos biológicos, se está llegando a unos avances tan espectaculares que en ocasiones despiertan escepticismo en la sociedad, por lo increíble que a priori parece; es lo que se conoce como ‘singularidad tecnológica’, hipótesis que sugiere que la velocidad tan acelerada a la que progresa la tecnología provocará que se exceda la capacidad intelectual de los humanos que tenemos sobre ella, sobrepasando nuestros propios límites de entendimiento, por lo que se perderá el control sobre ella.
En estos escenarios, cada vez menos futuristas y más cercanos al mundo real, en los que nuestra civilización llega a un estado tan tecnológicamente avanzado que las máquinas superan la inteligencia humana y toman el control, tienen lugar películas como ‘Matrix’, ‘Yo, robot’ o ‘Terminator’, con ideas tan increíblemente interesantes como inquietantes.
El físico, matemático, ingeniero y científico informático John von Neumann introdujo, ya en 1948, su concepto de ‘ensambladores universales’, también llamadas ‘sondas de Von Neumann’, máquinas que serían capaces de reproducirse a sí mismas sin fin, pero en escalas cada vez más pequeñas, concepto que actualmente ha llegado al proyecto SETI de búsqueda de vida extraterrestre inteligente, pues una civilización avanzada ya debería haber desplegado este tipo de sondas.
En teoría, estas sondas podrían replicarse en nuestro cuerpo, curar enfermedades, corregir células defectuosas o intercambiar tejido en mal estado por otro sano, por lo que, de nuevo en teoría, podríamos ser cuerpos con piezas intercambiables y susceptibles de ser arreglados, hasta llegar incluso a no tener fecha de caducidad, es decir, a no morir.
Actualmente existen dispositivos médicos a escala milimétrica para el tratamiento del cáncer y el VIH. La invención de Crispr (autovacunas que permiten conocer ataques de virus y defenderse ante ellos cortando el ADN maligno) y otras técnicas de edición de genes han abierto la puerta a la verdadera ingeniería genética. La ‘bioimpresión’ está avanzando rápidamente, hasta el punto de que los órganos internos pueden reemplazarse con tejido impreso bajo demanda. Incluso Google fundó en 2013 la organización Calico Life Sciences LLC, para investigar curas contra el envejecimiento y cómo combatirlo.
En 2014, inversionistas de Silicon Valley y numerosos institutos de investigación fundaron el Premio a la longevidad de Palo Alto, para desarrollar tratamientos para prolongar la vida; no debe ser un mal negocio, pues multimillonarios como Jeff Bezos, fundador de Amazon y considerado el hombre más rico del mundo, aporta cantidades ingentes para su desarrollo. El envejecimiento no es un proceso irreversible, según argumenta el bioquímico Juan Carlos Izpisúa, que dirigió un equipo de investigación en China que fue capaz de crear híbridos mono-humano llamados ‘quimeras’.
¿Está la Ciencia cerca de encontrar el secreto de la inmortalidad? Controvertida cuestión que, desde el principio de los tiempos, es objeto de pensamiento y estudio, y que quizás se encuentre más cerca de ser desvelada de lo que imaginamos.
J. Robert Oppenheimer (left) and John von Neumann at the October 1952 dedication of the computer built for the Institute for Advanced Study. Oppenheimer, who was head of the Los Alamos Laboratory during the war, became the institute’s director in 1947.
